Lo esencial. El Departamento de Justicia estadounidense presentó esta semana una imputación de 37 cargos criminales contra Donald Trump por el caso de los documentos clasificados que se llevó de la Casa Blanca pese a carecer de la autoridad para hacerlo.
- La acusación retrata el comportamiento del exmandatario en la gestión de documentos de suma sensibilidad en materia de seguridad nacional.
- Y también, vuelve a ilustrar los problemas legales a los que se enfrenta el expresidente. Especialmente, conforme las encuestas lo consolidan como favorito en la carrera republicana a la presidencia.
En el texto de la imputación, se recogen al menos cinco escenas que resumen:
- Uno, las dificultades que tendrán los abogados de Trump para definir una defensa.
- Y dos, las contradicciones con las que tendrán que lidiar los aliados y votantes del expresidente a la hora de proteger al que podría ser su paladín en 2024.
La imputación a Trump por los documentos: algo de contexto
Contexto. Los orígenes de la imputación de la fiscalía sobre los documentos de Trump se remonta a 2021. A los pocos meses de terminar su presidencia, la agencia Archivos Nacionales solicitó a Trump la devolución de documentos que se había llevado de la Casa Blanca sin autorización.
- Tras meses de negativas, Trump finalmente devolvió 15 cajas de los documentos solicitados por Archivos Nacionales, pero no todos.
- En marzo de 2022, el FBI que depende del Departamento de Justicia abrió una investigación contra Trump por la posesión de documentos clasificados.
- En junio de ese mismo año, Trump devolvió 38 nuevos documentos clasificados, pero siguió manteniendo decenas de ellos.
- Llegado agosto, la noticia pasó a acaparar la atención nacional cuando el FBI obtuvo una orden de registro para recuperar los materiales restantes del resort de Mar-A-Lago de Trump en Florida.
Lo último. Tras casi un año de investigación, Trump tendrá que entregarse a las autoridades en los juzgados federales de Florida este martes para prestar declaración por la imputación de los documentos.
- El expresidente también será citado para un juicio que no se espera hasta 2024, cuando las primarias republicanas ya estén en marcha.
- Lo que se litigará hasta entonces es qué pruebas y testimonios se incluyen en el juicio. Eso pondrá el foco en los apuntes y declaraciones de uno de los exabogados de Trump.
Y ahora sí, las escenas protagonistas en la imputación.
El baño
En los primeros coletazos de la vida postpresidencial de Trump, las cajas de documentos que se llevó de la Casa Blanca estaban almacenadas en una sala de baile del resort de Mar-A-Lago.
- En abril de 2021, como ese salón de baile iba a remodelarse, empleados del resort movieron las cajas a un baño adyacente a un salón de banquetes.
- Más adelante, esas cajas fueron trasladadas de nuevo, esta vez a un almacén accesible a muchos de los empleados del resort.
En una de las imágenes de la imputación, algunas cajas aparecen tiradas por el suelo con algunos documentos con etiquetas de material clasificado ‘Cinco ojos’.
- Eso significa que se trataba de materiales que solo podían ser vistos por oficiales con autorizaciones del nivel más alto. Y también: aliados cercanos de Estados Unidos.
El escritor
Las dos escenas más surrealistas refieren a encuentros que Trump tuvo con diferentes empleados e invitados en su resort de Bedminster, Nueva Jersey, en el verano de 2021.
- En ambas ocasiones, la imputación señala que Trump mostró documentos que se había llevado de la Casa Blanca y que se sospecha que podrían ser clasificados.
- Y también en ambas instancias, Trump señaló que los documentos tenían categoría clasificada, aunque no se ha certificado que así fuera. Quizá solo estaba haciendo alarde de su historial como presidente.
En una de las secuencias con un escritor y dos miembros de su equipo, ninguno de los cuales tenía autorización de seguridad para ver documentos clasificados, Trump habría enseñado un «plan de ataque» contra un país no mencionado.
- En una grabación de la presentación, Trump llega a admitir que como presidente podría haber desclasificado el documento para enseñarlo, pero que no lo llegó a hacer. Eso cerraría una de las posibilidades de defensa que Trump ha mencionado en el pasado.
- «Ahora no puedo, ¿sabes? Pero todavía es un secreto», añadió Trump en la conversación.
El representante
En otra de las secuencias de la imputación sobre los documentos, Trump habría enseñado un mapa militar de alto secreto a uno de los representante de su comité de acción política.
- En esa reunión, el expresidente habría comentado que una operación militar todavía en marcha no estaba yendo bien y habría mostrado un mapa clasificado de un país no especificado en la acusación.
- En otro momento de la conversación, Trump le habría pedido al representante no acercarse mucho al documento, reconociendo la sensibilidad del mismo.
Ese representante carecía de ningún tipo de autoridad de seguridad para leer documentos clasificados.
El abogado
Una de las mejores armas de la fiscalía tiene que ver con M. Evan Corcoran, el exabogado de Trump que tomó y grabó notas de sus conversaciones con el expresidente.
- Corcoran prestó declaración después de que un juez autorizara que el Departamento de Justicia pudiera interrogarlo sobre su excliente.
- Lo más revelador son dos conversaciones que Trump tuvo con Corcoran sobre cómo gestionar la citación en la que el FBI le pedía devolver los documentos.
En las dos reuniones que tuvieron Corcoran y Trump, el expresidente dejó varias declaraciones que podrían tener implicaciones negativas para su defensa.
- En la primera, Trump dijo en varias ocasiones que no quería que nadie mirara sus cajas de documentos. El expresidente planteó no interactuar con el FBI e incluso mentir acerca de los materiales.
- En la segunda, según la acusación, Trump sugirió a Corcoran llevarse con él 38 documentos clasificados que había encontrado en las cajas y deshacerse de ellos.
El asistente, coprotagonista de la imputación a Trump
En la imputación a Trump por los documentos aparece un segundo implicado: Walt Nauta, uno de los asistentes cercanos del expresidente en Mar-A-Lago.
- Nauta fue responsable de mover las cajas entre varias localizaciones del resort, incluidos el salón de baile, el baño y el almacén.
- Pero lo peor tiene que ver con el tiempo que pasó entre las dos reuniones de Trump con Corcoran. Según la acusación, el expresidente habría pedido a Nauta mover varias cajas para evitar que Corcoran devolviera todos los materiales al FBI.
Nauta está imputado como conspirador de Trump para obstruir la justicia y por haber mentido en sus declaraciones al FBI. Será otra de las piezas clave del potencial juicio previsto para el año que viene.
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