Ante el reto de las elecciones generales del próximo 23 de julio convocadas hace apenas una semana, Correos plantea ampliar la plantilla y el horario de sus oficinas para evitar que nadie se quede sin votar. Se espera, por tanto, una afluencia mayor de personas que eligen votar por correo en unos comicios que se celebrarán en plenas vacaciones de verano.
El voto por correo se puede solicitar hasta el 13 de julio, las papeletas llegan al domicilio (o a la oficina de Correos más cercana si la persona no se encuentra en casa tras dos intentos del cartero o cartera) desde el 3 de julio hasta el 18 del mismo mes y se puede votar hasta el 20 (tras una reciente ampliación). Pero ¿qué pasa con el voto por correo una vez enviado? Este es su trayecto.
De la oficina de Correos al colegio electoral: el trayecto comienza en una caja fuerte
Tras depositar el sobre con el voto y el certificado de inscripción que garantiza la identidad del votante y del proceso en la oficina de Correos, se pone en marcha el trayecto que comienza con la custodia del voto por parte de la empresa postal y finaliza con la entrega del sobre en la mesa electoral el día de las elecciones.
Varios trabajadores de Correos, como la también miembro del sindicato CGT Virginia Hidalgo, relatan a Newtral.es el viaje del voto por correo, un proceso que, según indican, incorpora varios pasos y mecanismos concretos para avalar que se cumplen todas las garantías democráticas.
En la misma oficina de Correos donde se haya entregado el sobre con el voto, se guardan en una caja fuerte hasta su retirada a última hora de la tarde. En concreto, se almacenan en un depósito cuya clave la tiene únicamente la directora o director de la sucursal. Una vez se recogen, los sobres con los votos se trasladan a un gran centro de admisión masiva a donde llegan dentro de una caja precintada y un mapón, es decir, un documento en el que deben ir anotados los detalles del paquete: el número de sobres, el remitente de cada uno y la conducción de entrega en cada oficina.
Todas estas cajas se descargan en una habitación concreta del centro, donde una persona de seguridad ajena a Correos controla todo el proceso. Allí, empleados de la empresa postal que se hayan presentado voluntarios para ese trabajo mapean el contenido para comprobar que la información que la sucursal marcó es efectivamente correcta y, después, organizan cada sobre según el colegio electoral al que van destinados. Como indican las fuentes de Newtral.es, para garantizar la seguridad, a esa sala no puede entrar nadie ajeno a ese trabajo.
Tras esta selección, llegan las furgonetas que distribuyen los sobres a cada unidad de reparto adscrita a cada colegio electoral. De nuevo, el voto por correo se guarda bajo llave, en las cajas fuertes de cada oficina, custodiado por los directores de cada una. Hasta el día de las elecciones el 23 de julio.
Día de elecciones: así se garantiza la seguridad del proceso
Para la jornada electoral del 23 de julio, se reanuda el trayecto de los votos correo. Correos tiene encomendada la misión de entregarlos en las mesas electorales. Cuando se abran los centros electorales, un primer equipo de empleados de la empresa postal entrega los votos –hasta ese momento custodiados bajo llave– en las mesas electorales distribuidas en los locales electorales de todo el territorio nacional. Este proceso también es muy garantista: los trabajadores de la empresa postal entregan los votos en cajas precintadas a los vocales de la mesa, que las deben abrir ante la mirada de todos los presentes.
Otro grupo de empleados hará llegar a las mesas electorales aquellos votos por correo que pueden recibirse durante el transcurso de la jornada. Como explican los trabajadores de Correos a Newtral.es, aunque el límite para votar por correo es el 20 de julio, los centros colectores pueden aún recibir algún sobre el mismo día de las elecciones por diferentes circunstancias.
Y así termina el trayecto de los votos por correo, cuando los vocales de la mesa los introducen en la urna al final del día, cuando se cierra el voto presencial. Además, en el listado del censo electoral que tiene cada secretario se indica si la persona pidió el voto por correo para evitar que vote dos veces.
Correos tiene, además, una última tarea al final de la jornada electoral: recoger el conocido como tercer sobre que contiene una copia del escrutinio. La empresa postal se encarga de la custodia de dichos sobres y de su posterior entrega en las Juntas Electorales correspondientes.
- Virginia Hidalgo, empleada de Correos
- Correos
Si el voto se custodiara en la sede del PSOE, sería un escándalo. Si se custodiara en la sede del PP, también sería un escándalo.
Pero se custodia en "Correos", empresa estatal dirigida por un amigo personal de Pedro Sánchez. Correos, además, tiene un elevado porcentaje de afiliados a CCOO y UGT (¿Recuerdan a qué sindicato está afiliado Pedro Sánchez?)
Pues esto es todo, el resto lo dejo a su deducción.
Yo decidí hace tiempo no votar por correo, en "Correos"
Que el voto sea secreto es incomptible con la seguridad del voto por correos, el votante deberia poder tener la certeza desde la mesa electoral del voto que de deposita en su nombre.
Si tiene invadidas todas las instituciones.porque correos. no tengo mis dudas un caramelito de2.5 millones de votos.unnnn que somos españoles...
Por que motivo alguien querría cambiar algunos sobres cuando puede cambiar las sacas completa con todos los sobres con sus datos exteriores y códigos. Esto se puede hacer por ejemplo teniendo dos habitaciones en lugar de una en el centro de distribución masiva. Que n una entran las sacas reales que pueden in a generar energía y en otra las cambiadas que se organizan escrupulosamente y se distribuyen.
Es imposible cambiar los sobres, están todos codificados de manera única, sin código, no se admiten los sobres. Cada votante tiene su voto bien identificado con un código personal.
Estando cierto presidente en el gobierno, nunca se debe utilizar la palabra "imposible".
soy cartero y los votos los llevamos a los colegios sin ninguna caja ni precinto alguno van sueltos y lo unico que hacemos es contarlos y comprovar que estan todos para cada colegio y con un folio para que firmen vocales y presidentes que lo traemos de vuelta a correos pero los votos no van metidos en ninguna caja eso es falso no se de donde se sacan esa informacion
si todo es tan limpio y democratico para que nos gastamos un pastizal con el sistema "ordinario" de colegios presidentes vocales . comisarios de partidos policias .listas publicas . etc etc .... botamos todos por correo y tiempo y dinero ahorrado
Vamos a ver en la misma saca habrá votos de todos los partidos o es q se va. A entretener en abrirlo y meter los q les interese.estamos un poco paranoicos.otra cosa es q algunos no lleguen
Vamos a ver en la misma saca habrá votos de todos los partidos o es q se va. A entretener en abrirlo y meter los q les interese.estamos un poco paranoicos.otra cosa es q algunos no lleguen
Cómo se garantiza que no hay cambio de sobres totalmente anónimos en cualquier momento dentro de la oficina de correos o en cualquier movimiento. Es muy fácil sustituir una saca o cincuenta, con mil o diez mil votos en sobres anónimos. No?
Yo no me fío, me haré 370 km para votar personalmente. Quién dirige Correos? El amigo de Antonio. Y además con el viaje contribuyo con el CO2 a dar por saco a la agenda 2030
Pues el proceso, la verdad que no ofrece ninguna garantía, anda que no es fácil cambiar un sobre por otro con el voto deseado ¿de quien depende correos ?
Es evidente que todo depende del empleado de correos de turno, si es honrado perfecto, si lo han comprado ...cambiar unas sacas por otras con sobres adecuados es pan comido.... Además se han hecho miles de contratos temporales para este proceso electoral...
Me huele muy mal, un sistema con muchas dudas.