¿Por qué está costando tanto proteger el mar? Fracasa la última reunión en la ONU para alcanzar un Tratado Global de los Océanos

Tratado Global de los Océanos
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El pasado viernes 26 de agosto terminó sin acuerdo la conferencia de los océnos que se celebró en la sede de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York. El objetivo era aprobar el Tratado Global de los Océanos, sobre el que venían trabajando los diferentes países, para proteger jurídicamente el 30% de las aguas internacionales de los océanos para el año 2030, cuando actualmente solo está protegido el 3%

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Hacía años que se perseguía este Tratado Global de los Océanos. Los diferentes países comenzaron las negociaciones de forma oficial en el año 2018, y se esperaba llegar a un punto en común en 2020. Sin embargo, debido a la pandemia de la COVID-19, se tuvo que retrasar el proceso. Aun así, tampoco en el 2022 han podido llegar a ningún entendimiento. 

Este “fracaso” en las negociaciones del Tratado Global de los Océanos., como lo califican las diferentes organizaciones medioambientales, significa que gran parte de la superficie oceánica seguirá sufriendo, la peligrosa minería en fondos marinos, la sobrepesca y la contaminación por plásticos, entre otros. Este último es uno de los problemas que más golpea a los océanos. 

Según los últimos datos de la ONU, más de 8 millones de toneladas de plástico ingresan en los océanos cada año, lo que equivale a arrojar un camión de basura de plástico cada minuto, y hasta el 80% de toda la basura en los océanos es plástico. 

Estos desechos que terminan en las aguas están dañando a más de 800 especies, y más concretamente al 40% de los mamíferos marinos y al 44% de las especies de aves marinas. 

Según las propias estimaciones del organismo internacional, si continúa este ritmo de presencia de basura en el mar, para 2050 los océanos tendrán más masa plástica que peces, y el 99% de las aves marinas habrá ingerido plástico en algún momento de su vida. 

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Aunque los diferentes países tienen la expectativa de poder llegar a un acuerdo sobre el Tratado Global de los Océanos más pronto que tarde, lo cierto es que todavía no hay ni fecha para la siguiente reunión, ni tampoco se sabe con certeza si será o no la definitiva para acordar la protección de parte de los océanos. 

“Necesitamos más tiempo”

Pese a todo, las expectativas son positivas. “El Tratado Global de los Océanos hoy está más cerca que nunca”, aseguró la presidenta de la conferencia de la ONU, Rena Lee. “Pero, aunque hemos hecho un excelente progreso, todavía necesitamos un poco más de tiempo para llegar a la meta”, puntualizó

Unas de las regiones más concienciadas con aprobar el Tratado Global de los Océanos son los pequeños Estados insulares del Pacífico. Ya solo con la inversión que han hecho para poder acudir a las reuniones de la ONU sobre Tratado Global de los Océanos, que cifraron sus representantes en 260.000 dólares, supuso un gran esfuerzo para ellas. 

“Estos fondos no se gastaron en caminos, medicina o escuelas, sino en viajes para venir aquí”, aseguraron durante la conferencia para aprobar el Tratado Global de los Océanos. Por ese motivo, hicieron hincapié en “terminar lo que se ha empezado” más pronto que tarde y que evitar que sus esfuerzos hayan sido en balde.

La protección de los oceános también es clave para mitigar la crisis climática, que sufren especialmente estas islas del pacífico, algunas incluso en riesgo de desaparecer por la subida del nivel de mar. Es por eso que son de las que más están empujando para llegar a un entendimiento. 

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Pero no solo las islas del pacífico han empujado para que el acuerdo saliera, también diferentes actores internacionales, entre ellos la UE y España. Con el objetivo de lograr un acuerdo que se traduzca en el Tratado Global de los Océanos, la UE y más miembros (hasta 100 países) se han unido en un foro político llamado ‘High Ambition Coalition’ (Coalición de Alta Ambición). Su pretensión era contribuir al acuerdo de la protección del 30% de las aguas internacionales para 2030 durante 2022, pero por ahora sin éxito. 

“Esta coalición no ha sido negativa, pero sí un poco floja. Le ha faltado contundencia y no ha tenido la relevancia que necesitaba”, asegura a Newtral.es Celia Ojeda, responsable del área de biodiversidad de Greenpeace. Además, asevera que “la UE tampoco se está comportando como un líder” para aprobar el Tratado Global de los Océanos.

El hecho de haber fracasado la última conferencia de agosto, pone en peligro que se pueda cumplir el objetivo del 30% para 2030. Las diferentes organizaciones alertan de que, aunque se llegue a un acuerdo a principios del año que viene, va a ser difícil poner en marcha toda la maquinaria administrativa que hace falta para cumplir con el 30% en 2030. Por eso, aseguran, era tan importante llegar a un entendimiento para aprobar el Tratado Global de los Océanos en estas fechas. 

Los intereses económicos frenan el Tratado Global de los Océanos

Si el foro político creado para impulsar el acuerdo tiene más de 100 países firmantes, cabe preguntarse por qué todavía no se ha podido alcanzar. La respuesta tiene que ver con los intereses económicos, como por ejemplo los pesqueros, pero más concretamente con los recursos genéticos marinos.

Son especies marinas, algunas descubiertas y otras no, que proporcionarán genes patentables en un futuro, que pueden servir desde para cosméticos hasta medicinas como antibióticos, pero también tratamientos de conservaciones de productos o tratamiento contra enfermedades en personas. Es decir, puede servir para comercializar diferentes productos y generar negocio. 

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La propiedad de los recursos biológicos dentro de las aguas territoriales de cada país están definidas en el Convenio sobre la Diversidad Biológica, pero fuera de las aguas territoriales no existe por el momento un marco legal aceptado universalmente. 

El acuerdo del tratado que los países están negociando incluye la consideración de los recursos genéticos marinos en áreas más allá de jurisdicción nacional, incluida la forma de compartir los beneficios y promover la investigación científica marina. Y ahí está uno de los principales escollos. 

“Este uno de los principales problemas: los recursos genéticos que se pueden enontrar en estas zonas que se pretenden proteger”, explica a Newtral.es Celia Ojeda, responsable del área de biodiversidad de Greenpeace. 

“¿Quién tendrá acceso a ellos? Hay intereses económicos y políticos por parte de diferentes países pero también por empresas”, continúa. “Hay que preguntarse si estos recursos que hipotéticamente se pueden encontrar deben pertenecer a un país o a todos”, insiste. 

El ‘boom’ de los recursos genéticos marinos desde los 2000

Más allá del Tratado Global de los Océanos, desde el año 2000, ha habido un ‘boom’ en la utilización de estos recursos genéticos marinos para registrar patentes. Sin embargo, llama la atención que el 90% de las patentes sobre los recursos genéticos están concentradas en 10 países que solo poseen, en su conjunto, el 20% de las costas del mundo. 

Se trata de Estados Unidos, Alemania, Japón, Francia, Reino Unido, Dinamarca, Bélgica, Países Bajos, Suiza y Noruega. 

Como explica el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), esto se debe al desequilibrio en el acceso a la tecnología necesaria para la explotación marina y de sus recursos. Eso explica que solamente 31 de los 194 países del mundo hayan solicitado patentes de genes marinos en algún momento. 

Esto en cuanto a los estados, pero en el mundo empresarial también hay una empresa alemana, que claramente sobresale frente al estado en cuanto a las patentes de los genes marinos. Se trata de la multinacional química BASF. Según un estudio publicado en la revista Science, poseé cerca de la mitad de todas las patentes sobre recursos genéticos marinos del mundo. 

En ese mismo estudio se concluyó que las universidades, por ejemplo, solamente registran el 12% de todas las patentes. 

Este estudio, según los propios investigadores, pone de manifiesto la necesidad de “aclarar el régimen legal en torno al acceso y la distribución de los beneficios de los recursos genéticos marinos” y potencia la “transferencia de la propiedad de las patentes y las actividades de las corporaciones con una influencia desproporcionada sobre el patentamiento de la biodiversidad marina”. 

Fuentes
  • Intergovernmental Conference for Drafting First-Ever Maritime Biodiversity Treaty
  • ONU Factsheet: Marine pollution
  • High Ambition Coalition on Biodiversity Beyond National Jurisdiction
  • Convenio sobre la Diversidad Biológica
  • Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)