En estos últimos meses la actividad parlamentaria se ha visto reducida al mínimo. Se podía ver la escasa presencia de diputados en la cámara del Congreso durante los plenos para aprobar las prórrogas del estado de alarma o en las sesiones de control al Gobierno. Aunque la paralización de la actividad parlamentaria ha hecho que se reduzca el gasto en desplazamiento de los diputados a la cámara llegando a unos mínimos históricos.
Del 1 de abril al 30 junio el Congreso ha gastado más de 250.000 euros para cubrir los desplazamientos de los diputados para asistir a las sesiones del Congreso y para la actividad política, que se refiere a otra actividad y actos oficiales. Una cifra que en años anteriores se duplicaba e incluso llegaba al millón de euros durante esos meses. Este gasto no debe confundirse con la parte del salario de los diputados denominada indemnización, que informalmente suele denominarse ‘dietas por desplazamiento’ y que no está vinculada a la asistencia a las sesiones.
El último pleno antes de las vacaciones parlamentarias tuvo lugar el 29 de julio y asistieron presencialmente más de 200 diputados de los 350 que componen la cámara, saltándose así el acuerdo al que habían llegado los grupos parlamentarios de limitar el aforo al 50% de su capacidad habitual.
Desde el Congreso confirman a Newtral.es que la actividad parlamentaria ordinaria comenzará el 1 de septiembre pero que “la Mesa de la Cámara aún no ha abordado temas como el calendario de sesiones y el aforo máximo a las mismas”.
250.000 euros para el desplazamiento de diputados
Un total de 253.721,72 euros se ha gastado el Congreso de los Diputados entre el 1 de abril y el 31 de junio para cubrir los gastos de desplazamiento de los diputados, según recoge en su portal de transparencia. Un gasto que también incluye la gestión de cancelaciones y de cambios, así como los billetes emitidos pendientes de utilización.
Este año, los meses de este período- abril, mayo y junio -han coincidido con el estado de alarma a causa de la pandemia del COVID-19 que obligó a confinar a toda España durante más de 2 meses y a reducir las concentraciones de personas, entre otras medidas. Esto ha hecho que los políticos se tengan que quedar en casa, en su mayor medida, y se ha traducido en una reducción del gasto que el Congreso dedica a los viajes de los parlamentarios.
Como se puede observar en el siguiente gráfico, 2020 es el año en el que durante este periodo de tiempo menos gasto ha supuesto para el Congreso el viaje de sus diputados. Un 49,7% menos que en el mismo periodo en 2019.
Qué es (y qué no) el gasto de desplazamiento
Para el desplazamiento directo a la cámara, otras actividades políticas y actos oficiales, el Congreso incluye un tipo de ayudas para cubrir los gastos de transporte que deben ser justificados. No es una cantidad fijada cada mes ni para cada diputado, sino que se abona directamente el billete a la empresa transportista o se reembolsa el gasto realizado previamente justificado, según recoge el régimen económico del Congreso de los Diputados.
Aquellos que usen su propio automóvil en el desplazamiento a la Cámara para cumplir con sus funciones parlamentarias recibirán un abono de 0,25 euros por kilómetro y, en su caso, el importe de los peajes de autopistas. Un reembolso que también tiene que estar previamente justificado.
Además, la cámara facilita a cada parlamentario que no tiene vehículo oficial una tarjeta con un límite anual de 3.000 euros para utilizar el servicio de taxi en Madrid. Respecto a los gastos originados en viajes oficiales, los diputados sólo reciben dietas en aquellos viajes autorizados por la Mesa y la cuantía está cifrada en 150 euros por día si el desplazamiento es al extranjero y 120 euros diarios si el viaje es en territorio nacional.
Como se indica, esta ayuda no forma parte del sueldo del diputado y se suele confundir con la indemnización que reciben los parlamentarios para cubrir los gastos que sean indispensables para el cumplimiento de su función o informalmente llamadas “dietas”.
Las ‘dietas’ se han mantenido
Así, los diputados tienen un sueldo base mensual de 3.050,62 euros al mes. A esta asignación se le añade la indemnización mensual que varía en función de la provincia en la que han sido elegidos. A los electos por Madrid les corresponde 935,37 euros mensuales y a los electos por otra provincia, 1.959,62 euros al mes. Esta cantidad se denomina en el reglamento económico del Congreso como una indemnización para cubrir “los gastos que les origine la actividad de la Cámara”.
A finales de marzo la CUP envió una petición a la presidenta del Congreso, Meritxell Batet para que la Cámara no pagara esta parte del sueldo por la interrupción de la actividad. Pero desde el Congreso explicaron que esta indemnización es un derecho que el diputado tiene y que no se la pueden retirar a todos por igual.
Aunque, los diputados sí pueden renunciar a esa indemnización durante el tiempo que lo soliciten. Para ello deben comunicar individualmente al Congreso la renuncia a cobrar esta parte del sueldo para que sea efectivo. No lo puede hacer el grupo parlamentario, según explicaron fuentes del Congreso a Newtral.es
Públicamente solo se conoce a un diputado que renunció a esta indemnización durante el estado de alarma y es el diputado del PSOE por Guipúzcoa Odón Elorza que anunció en su cuenta de Twitter que renunciaba a cobrar la indemnización del Congreso, dejando de cobrar así 1.959,62 euros al mes.
Fuentes:
- Régimen económico del Congreso de los diputados
- Desplazamientos de los señores diputados. Portal de transparencia del Congreso de los Diputados
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