Tráfico de mujeres ucranianas: el riesgo de que las refugiadas sean captadas para la explotación sexual

tráfico de mujeres ucranianas
Mujeres ucranianas refugiadas | Shutterstock
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La Organización Internacional para las Migraciones (OIM), que forma parte de Naciones Unidas (ONU), identificó y asistió a algo más de 1.000 víctimas de trata ucranianas en 2021. Tras la invasión de Rusia, este organismo alertaba de que las personas que escapan del país, especialmente mujeres, corren un mayor riesgo de ser víctimas de trata. Así, el tráfico de mujeres ucranianas preocupa a organizaciones como el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), que señala que “necesitan protección frente a la violencia de género, el abuso y la explotación sexual”. 

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“Las personas necesitadas de protección internacional que se mueven de manera irregular o que se encuentran en situaciones prolongadas son particularmente vulnerables a ser víctimas de trata y pueden no ser capaces de buscar ayuda de las autoridades estatales para escapar de una situación de explotación”, añade ACNUR

Irene Zugasti, politóloga e investigadora en el Este de Ucrania en el campo de la seguridad, las relaciones internacionales y la violencia contra la mujer, indica en conversación con Newtral.es que “las mujeres ucranianas han sido víctimas del mercado de la trata en toda Europa desde hace tiempo”. Entre 2017 y 2018, fueron identificadas 301 ucranianas que habían sido víctimas del tráfico en las fronteras de la Unión Europea, según datos de la Comisión Europea. Este informe señala que en el ranking de ciudadanas no europeas víctimas de trata en las fronteras europeas, las ucranianas ocupaban el octavo lugar. 

Según el informe de la Comisión Europea, Ucrania también destacaba como el país en el que más tratantes fuera de la UE habían sido detenidos por tráfico de seres humanos entre 2017 y 2018. 

Tráfico de mujeres ucranianas: un problema de hace décadas

“Para entenderlo hay que remontarse a los 90 [tras la disolución de la Unión Soviética], cuando, además de los hombres, muchas mujeres perdieron el empleo. En esa década y a principios de los 2000, muchas migraron y o bien hacían trabajos precarios en países como Polonia o eran captadas por redes de trata”, apunta Irene Zugasti. Según un informe de Human Rights Watch (HRW), entre 1995 y 2000 en dos de las principales ciudades de Ucrania, Lviv y Kiev, las tasas de desempleo femenino superaban el 70%.

“Si eres pobre, y apenas hay acceso a recursos, la probabilidad de que acabes siendo captada por una de estas redes aumenta”, señala Zugasti, quien apunta que la problemática, ya preexistente, “podría agravarse”. 

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Aintzane Márquez, abogada senior de la organización Women’s Link Worldwide, comparte con Zugasti que “el problema ya existía desde hace décadas”: “Antes del conflicto en 2014 ya había un riesgo muy alto de ser vulnerables al tráfico de seres humanos. Ahora, tener que desplazarse tanto internamente como al exterior, unido a que se encuentran en situaciones de pobreza, aumenta el riesgo”, añade Márquez en conversación con Newtral.es.

Un informe de Amnistía Internacional (2020) ya alertaba del riesgo de violencia (incluyendo la explotación sexual) al que estaban expuestas las mujeres ucranianas en la región del Este: “Enfrentan la exacerbación de las ya difíciles condiciones de vida y la limitación del empleo. Sus redes de apoyo a menudo se interrumpen o desaparecen por completo”, apunta el documento.

“En estos momentos es cuando aparecen vías de transporte informales que las redes aprovechan para captar a personas que salen de una situación traumática”, expone Aintzane Márquez. En ese sentido se pronunciaba también la OIM al afirmar que, tras la invasión de Rusia y el desplazamiento de millones de personas, “se habían detectado indicadores de posible explotación por parte de personas que prometen transporte y asistencia para acceder a alojamiento”.

“Las personas y los miembros de la comunidad que brindan asistencia para transporte y alojamiento deben hacerlo en coordinación con las agencias locales de protección y deben facilitar el registro, además de compartir los detalles de contacto, las rutas de transporte y los lugares para alojar a las personas”, añade la OIM, algo que permitiría “una protección y una supervisión adecuadas”. 

Guerra Ucrania mujeres
Refugiadas ucranianas en Polonia | EFE
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Trata de refugiadas: captación a través de promesas de empleo

Aunque la explotación sexual no es el único fin de la trata, sí es el objetivo de la mayoría de las redes, según datos de la Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito, que en este informe señala que en el 84% de los casos la trata era con fines de explotación sexual. “Durante la década de los 2000, la mayoría de las víctimas de la trata de personas detectadas en Europa provenía de los Balcanes y la ex Unión Soviética, en particular de Rumania, Bulgaria, Ucrania, Rusia y Moldavia”, apunta el documento. 

La Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito también señala que el método de captación más habitual es el “la promesa de empleo”. “En Ucrania, los traficantes atraen al 70% de sus víctimas con promesas de empleo, de participación en concursos de belleza, de oportunidades de trabajar como modelos, de programas de estudio en el extranjero o de servicios matrimoniales”, añade. 

Por eso, la politóloga e investigadora Irene Zugasti señala que, de cara a un trabajo de prevención con el actual flujo de personas refugiadas, cabe tener en cuenta el tráfico de mujeres ucranianas en las últimas décadas: “No se puede desligar. Los tratantes y las redes de tráfico no aparecen mágicamente en las fronteras que están cruzando ahora, sobre todo, mujeres, niños y niñas. Los tratantes llevan años sabiendo cuáles son las vulnerabilidades económicas de estas mujeres y han perfeccionado su sistema de captación”. 

María Villellas, investigadora sobre paz y género en Escola de Cultura de Pau (Universitat Autònoma de Barcelona) y miembro de la Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad (WILPF, por sus siglas en inglés), explica a Newtral.es que “las propias condiciones de los campos de refugiados facilitan la vulnerabilidad”: “Hay cierto descontrol, hacinamiento… Estas condiciones hacen que las organizaciones humanitarias no siempre puedan establecer condiciones dignas para asegurar el bienestar de las refugiadas”, añade.

Por otro lado, Eva Menéndez, especialista en temas de protección internacional y género en ACNUR, explica a Newtral.es que “la explotación sexual, u otras formas de trata, como la laboral, a menudo es usada en la guerra como una manera de financiar la propia guerra”. 

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Acreditar el estatus de víctima de trata

En España, Cruz Roja ha detectado posibles casos de trata de personas entre los refugiados ucranianos, alertando a las autoridades de que abran una investigación ante posibles hechos delictivos, tal y como recoge la agencia EFE

En este sentido, la abogada Aintzane Márquez recuerda que aunque la trata con fines de explotación sexual sea la mayoritaria, “existen otras formas, como la trata con fines de explotación laboral o para delinquir”. Por ello, insiste en que “es necesario actualizar los protocolos para la detección de víctimas de trata que podrían estar cometiendo delitos relacionados con la explotación”. 

Actualmente, como señala Márquez, el estatus de víctima de trata lo otorga la Policía. “La Policía no debería ser la única vía legítima para identificar a las víctimas. Primero porque las víctimas tienen miedo de estas autoridades y, segundo, porque las organizaciones son las que trabajan directamente con estas víctimas”.

Desde el Ministerio de Igualdad explican a Newtral.es que ya se ha “acordado con las comunidades autónomas un modelo de acreditación [de víctimas de trata] unificado que habilite la posibilidad de que las entidades especializadas que trabajan con víctimas de trata en terreno puedan realizar la acreditación como víctimas a efectos socioasistenciales”.

Además, Igualdad ha habilitado el teléfono 016 para atender a víctimas procedentes de Ucrania, no solo por violencia de género, sino por otras formas de violencia (sexual, trata y/o explotación sexual).

Fuentes consultadas

  • Organización Internacional para las Migraciones (OIM)
  • Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR)
  • Comisión Europea
  • Human Rights Watch (HRW)
  • Amnistía Internacional
  • Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito
  • Agencia EFE
  • Ministerio de Igualdad
  • Irene Zugasti, politóloga e investigadora en el Este de Ucrania en el campo de la seguridad, las relaciones internacionales y la violencia contra la mujer
  • Aintzane Márquez, abogada senior de la organización Women’s Link Worldwide
  • María Villellas, investigadora sobre paz y género en Escola de Cultura de Pau (Universitat Autònoma de Barcelona) y miembro de la Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad
  •  Eva Menéndez, especialista en temas de protección internacional y género en ACNUR

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