Un gran apagón es la consecuencia más extrema que puede tener una tormenta solar severa si se dan las condiciones para que afecte a la Tierra. Si eso pasase, podríamos quedarnos sin electricidad, las comunicaciones fallarían, no habría Internet y los servicios básicos se verían gravemente afectados. Sería algo así como volver a una Edad Media tecnológica. Parece una situación distópica pero ya ha pasado. A lo largo de la historia se tiene constancia de varios apagones que se han producido a consecuencia de una tormenta solar.
El ‘evento Carrington’ (1859): una de las primeras tormentas solares de las que se tiene constancia
En 1859, el astrónomo inglés Richard Carrington detectó una actividad inusual en el Sol. Lo que estaba viendo era una de las primeras tormentas solares severas de las que se tiene constancia y a la que se denominó ‘evento Carrington’ en su nombre.
Cuando tiene lugar una tormenta solar, uno de los efectos más visibles es que se producen auroras en latitudes en las que no es habitual poder verlas. Aquel evento fue de tal magnitud que produjeron auroras en toda Europa, incluso en España.
La prensa de la época se hizo eco de este fenómeno. “Varias personas han observado esta noche pasada una aurora”, decía un artículo del periódico El Isleño. La noticia también se publicó en La correspondencia autógrafa donde relataban que “personas hubo de las que estaban con la boca abierta en las calles y plazas”.
Y no solo eso, el ‘evento Carrington’ afectó a la incipiente tecnología de la época: las líneas de telégrafo. Tal y como refleja un informe elaborado por el Centro Nacional para la información Biotecnológica de Estados Unidos, “una parte significativa de los 200.000 km de líneas telegráficas del mundo se vieron afectadas negativamente, muchas de las cuales quedaron inutilizables durante 8 horas”.
El apagón en Quebec (1989)
En la historia más reciente también tenemos ejemplos de tormentas solares que han afectado a la Tierra y provocado algunas complicaciones. El 13 de marzo de 1989, toda la provincia de Quebec, en Canadá sufrió un apagón eléctrico a consecuencia de una tormenta solar.
Días antes de que esto ocurriera, los astrónomos habían detectado en el Sol una poderosa explosión. “Era como miles de bombas nucleares explotando al mismo tiempo”, explica la NASA en su web.
El resultado de ese estallido en la estrella fue un apagón que duró más de nueve horas y afectó a millones de personas.
Aquel suceso hizo que Canadá tomase medidas para intentar proteger a los transformadores, uno de los elementos que más se ven afectados en caso de una tormenta solar, frente a este tipo de fenómenos. Convirtiéndose así en uno de los pocos países que lo ha hecho.
“El país ha invertido unos 1200 millones de dólares en proteger estos transformadores. Proteger cada uno de estos aparatos cuesta cerca de 100 000 dólares”, explica Isabel Serra, doctora en Matemáticas de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) al programa Gabinete de Crisis (laSexta). Serra fue una de las creadoras de un modelo matemático que permite hacer estimaciones fiables sobre la probabilidad de que se produzcan tormentas solares.
La tormenta solar de Halloween (2003)
En el año 2003, a pocos días de celebrarse el día de Halloween, muchos ciudadanos de Alaska miraban con asombro y perplejidad cómo fluorescentes auroras surcaban el cielo.
Lo que estaban viendo era la manifestación de una tormenta solar que estaba afectando a la Tierra. Según explica la NASA, la explosión en la superficie del Sol también tuvo efectos negativos en los satélites que participan en misiones espaciales.
- NASA
- Instituto Geográfico Nacional
- Isabel Serra, doctora en Matemáticas de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB)
- Hydro-Québec
Tu opinión sobre Newtral afortunadamente no es la de la mayoría de sus lectores.
No se que haces aquí insultando mis preferencias
La verdad esos datos me explotaron la cabeza ?.
Muchas gracias por la información.
Catastrofistas. Ley de tormentas solares, hombre. Menudo nivelazo de análisis. El país como está y vosotros contando estas noticias clickbait sin interés general alguno.