Los ministros europeos de energía han llegado a un acuerdo para establecer un tope del gas temporal en Europa, es decir, un límite máximo al que comprar y vender este recurso fósil, según ha publicado el Consejo de la Unión Europea en una nota de prensa. Se trata de un mecanismo temporal que se activará a partir del 15 de febrero y solo en determinadas circunstancias en las que el precio del gas en el mercado europeo de referencia, el TTF, supere los 180 euros por megavatio hora (MWh).
El objetivo de este umbral máximo de precios es “limitar los episodios de costes excesivos de gas en la Unión Europea que no reflejan los precios del mercado mundial”, según la institución comunitaria. No obstante, no equivale –ni anula– a la excepción ibérica ya que el tope de precios al que se refiere el mecanismo ibérico únicamente afecta al gas utilizado para generar electricidad en el sistema de España y Portugal.
(*) Así, en el caso de que el precio del gas europeo se aleje de los valores de referencia del gas a nivel mundial, se pondría en marcha este tope para impedir que los países europeos compren el recurso fósil por encima de 180 euros/MWh, como explica Roberto Gómez-Calvet, ingeniero industrial y economista de la Universidad Europea de Valencia.
Los requisitos para aplicar el tope del gas de la Unión Europea
El mecanismo aprobado por los ministros de energía depende del contexto de precios europeos del gas. En concreto, se activará de manera automática desde el 15 de febrero de 2023 en el caso de coincidir dos escenarios determinados por los representantes de los Estados miembros, como también explica en Twitter el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico:
- Que el precio del próximo mes del gas en el TTF (el mercado neerlandés, que sirve como referencia para los precios del gas en Europa) supere los 180 euros/MWh durante tres días laborales.
- Que ese precio sea 35 euros mayor que el coste de referencia en el mercado del gas natural licuado durante esas mismas tres jornadas.
Como explica Aitor Urresti, experto en energía de la Universidad del País Vasco, el tope del gas europeo “establece un precio máximo al que los países europeos van a poder comprar gas natural en el mercado holandés”, el TTF.
(*) Además, Diego Rodríguez, catedrático de Economía de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), considera que el margen de diferencia con el precio del GNL permite comprobar que el problema de sobrecoste corresponde a la Unión Europea y no al mercado mundial, que registraría precios al menos 35 euros más baratos. “El mecanismo no trata de corregir sí o sí el precio, trata de corregirlo si hay algo que hace que el precio europeo, o del TTF en particular, sea anómalo”, subraya.
De hecho, según el experto, este mecanismo no tendría por qué aplicarse de acuerdo con los precios futuros del gas que se prevén en la actualidad. “Salvo que la cosa se complique mucho, no debería tenerse que activar porque es simplemente una red de seguridad”, considera el también investigador asociado de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea).
Establecer un máximo de 180 euros/MWh para el gas evita los picos de precios
Una vez se implemente este mecanismo, su efecto se extenderá durante al menos 20 días laborales. Se desactivará automáticamente si los últimos tres días de su aplicación el precio es inferior a los 180 euros/MWh o si la Comisión Europea declara una emergencia regional o comunitaria.
(*) Con esta medida, la Unión Europea quiere “proteger a los ciudadanos de los elevados precios de la energía”, como recoge su nota de prensa. Se evitarían entonces situaciones similares a las que expone Josep Nualart, investigador del Observatorio de la Deuda en la Globalización (ODG), como ocurrió en verano, cuando la Unión Europea apostó por adquirir “todo el gas natural licuado que pudiera a nivel mundial” y asegurar sus reservas, lo que multiplicó los precios del gas.
Así, de acuerdo con Adolfo Núñez Sarompas, profesor del Máster de Energías Renovables y Eficiencia Energética de la Universidad a Distancia de Madrid (Udima), la meta del tope europeo es “una especie de estabilidad: que los bandazos que da el gas no sean tan elevados cuando sube mucho”.
Para ello, se ha acordado el máximo de 180 euros/MWh de gas, un tope que puede parecer elevado, pero que, según el experto, asegura la competitividad de precios. “Somos un mercado global y, si los precios son muy bajos, Europa podría quedarse sin gas natural licuado, ya que nadie querría dártelos a ese precio”, expone. Pese a todo, Núñez subraya que es necesario esperar a la letra pequeña del acuerdo para detallar sus implicaciones.
*El artículo se ha actualizado para añadir las declaraciones de Roberto Gómez-Calvet, Diego Rodríguez y Josep Nualart.
- Nota de prensa del Consejo de la Unión Europea del 19 de diciembre de 2022 sobre el tope del gas en el mercado europeo
- Roberto Gómez-Calvet, ingeniero industrial y economista de la Universidad Europea de Valencia
- Tuit sobre el tope europeo al precio del gas del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico
- Aitor Urresti, experto en energía de la Universidad del País Vasco
- Diego Rodríguez, catedrático de Economía de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) e investigador asociado de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea)
- Josep Nualart, investigador del Observatorio de la Deuda en la Globalización (ODG)
- Adolfo Núñez Sarompas, profesor del Máster de Energías Renovables y Eficiencia Energética de la Universidad a Distancia de Madrid (Udima)
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