Durante esta cumbre del clima COP27 se está hablando de dinero para compensar lo peor de la emergencia climática. Más que un síntoma de pesimismo, implica asumir una realidad que, con las cifras en la mano, es evidente: el abordaje de la crisis del clima es una cuestión de justicia porque no va a haber más remedio que adaptarse al cambio climático. No es que vayamos hacia una temperatura crítica para la supervivencia en la Tierra. Es que habrá y ya hay víctimas de un clima extremo que no se habrían producido sin el calentamiento global inducido por la actividad humana.
¿Cuánto peor puede ser el futuro? Ahí es donde entran los distintos escenarios que maneja la comunidad científica. Y estos van ligados a la cantidad de dióxido de carbono (CO2) o metano (CH4) que emitamos a la atmósfera cada año (los llamados gases de efecto invernadero, GEI). La COP26 asumió que el límite de seguridad para el aumento de la temperatura es +1,5ºC respecto a antes de la revolución industrial.
El clima entraría en una espiral imprevisible de probables eventos extremos recurrentes si ese umbral de 1,5ºC de más se supera no sólo un año, sino que sigue creciendo año tras año y no se estabiliza. Algo improbable porque tampoco se ha alcanzado el pico de emisiones de gases de efecto invernadero, que están tras ese calentamiento global acelerado.
En 2022 se habrán recuperado los niveles de emisiones de CO2 de antes del parón pandémico.
Pues bien: el último informe de Carbon Brief (European Climate Foundation) no sólo cree que rebasaremos ese incremento de temperatura para final de siglo. Es que ya hay un 50% de probabilidades de que alcancemos la temperatura crítica en la Tierra hacia 2031. El motivo no es otro que la enorme cantidad de combustibles fósiles que la humanidad continúa quemando, bien para producir electricidad o calor, bien para transportarse.
En un encuentro con periodistas organizado por el SMC de España se han analizado algunos de los datos del informe, que se publican hoy en Earth System Science Data. Los datos preliminares para 2022 muestran un aumento en las emisiones de CO2 del 1,0% respecto a 2021.
Esto implica que se recuperan los niveles de carbono producidos antes de la pandemia. El mayor incremento este año ha venido del lado de la aviación internacional, “que aún fue rezagada en 2021 por las restricciones de la pandemia”, aclara Pep Canadell, Director Ejecutivo del Global Carbon Project e Investigador Jefe del Centro de Ciencias del Clima CSIRO en Canberra (Australia).

Por su parte, desde el panel de la ONU del IPCC, Vanesa Castán Broto (Universidad de Sheffield) valora lo descorazonador de este informe. “Este límite [de +1,5ºC] es significativo porque indica que el cambio climático va a alcanzar, en una sola década, una etapa muy destructiva”. La catedrática, también en el SMC de España, expresa que “cada incremento de temperatura, por pequeño que sea, reduce nuestra capacidad de adaptación al cambio climático”.
Canadell lo plantea así: “Pensemos los daños que ya estamos viendo por los extremos climáticos cuando la temperatura ha subido ya aproximadamente entre 1,1ºC y 1,2ºC. Imagínate lo que será con 2ºC o más”.
EE.UU. crece; China y la UE bajan sus emisiones
Teniendo en cuenta la tendencia de 1970-2000, el año previsto para superar los +1,5ºC era 2045. Pero el calentamiento se ha acelarado en las últimas décadas, de manera pareja a la irrupción industrial de actores como China o India. Si tenemos en cuenta la tendencia de los últimos 30 años, el año previsto para alcanzar esta cifra sería 2034 o antes, según datos del sistema de satélites Copernicus.
Las emisiones (ligadas a los combustibles fósiles) proyectadas para 2022 en China y en la Unión Europea han caído. Pero Estados Unidos, India y el resto del mundo han seguido inyectando carbono, acercándonos a esa temperatura crítica planetaria.
?? En concreto, China (32% de las emisiones globales) ha rebajado ligerísimamente sus emisiones, aproximadamente un 1%. Eso, estando parcialmente confinada. Su política de covid cero “ha restringido la actividad y el crecimiento económico”. Pero se prevé que las emisiones aumenten un 0,1% para el carbón al cierre de 2022. Canadell cree que es “previsible un importante rebote” cuando se levanten las restricciones. Su caída en emisiones ha estado muy ligada al cemento. El parón en la construcción puede darse la vuelta con un nuevo boom postpandémico ligado a la recuperación.
?? En Estados Unidos (14% de las emisiones globales), se prevé que las emisiones en 2022 aumenten un 1,5% por el aumento del gas natural (4,7%) y el carbón (4,6%). En estos casos, claramente ligados a la crisis de precios derivada de la guerra en Ucrania. El carbón es el combustible que más CO2 y polución arroja a la atmósfera. “Creíamos que el pico del carbón había sido en 2014 –se había empezado a abandonar con claridad–. Pero podríamos tener uno nuevo por el aumento en EE.UU. y también Europa”.
?? En la Unión Europea (8% de las emisiones globales), se prevé que las emisiones en 2022 disminuyan un 0,8% impulsadas en gran medida por la reducción del suministro de gas natural (demanda proyectada un 10% menor). Se prevé que las emisiones del carbón aumenten un 6,7%, no sólo por la ausencia de gas.
La única noticia moderadamente buena es que el ritmo de crecimiento de las emisiones globales de CO2 se ha reducido. Precisa Ernesto Rodríguez Camino, Meteorólogo Superior del Estado de la Asociación Meteorológica Española, que las emisiones combinadas de la quema de combustibles fósiles y cambio de uso de suelo, “si bien no disminuyen como debieran, permanecen aproximadamente constantes desde 2015, lo que constituye una noticia moderadamente esperanzadora”.
Trump o Bolsonaro han lastrado las cifras para mal
Aunque Estados Unidos ha hecho claros esfuerzos desde la llegada de Biden a la Casa Blanca, “con inversiones en renovables”, llegan “tarde” y después de un mandato, el de Donald Trump, marcado por el apoyo a la industria fósil.
“Trump o Bolsonaro, lo único que han hecho es poner el freno a una cosa que no se podía frenar“, opina Canadell. Pero en el resto del mundo las políticas tampoco han sido especialmente ambiciosas... hasta 2022, con un giro hacia las renovables. “Sólo hacen algo disruptivo en la UE o Reino Unido. Son estas las acciones que necesitamos. Aunque esto haya pasado porque hay una guerra. Es lo que debería pasar en todo el mundo”.
“Ya es imposible quedarse en +1,5ºC”, temperatura crítica para la Tierra
Para que la Tierra no supere esa temperatura media crítica, con 1,5ºC de más, “tendríamos que tener una caída en las emisiones de CO2 como la del año del confinamiento durante los próximos años”, aclara Canadell, que no es optimista respecto a la posibilidad de no rebasar esos +1,5ºC. Aunque este objetivo siga en el horizonte de las negociaciones de las cumbres, como cifra clave a la hora de negociar las contribuciones de los países.
“Tendríamos que tener una caída anual de las emisiones como la del confinamiento durante los próximos años para no superar los +1,5ºC”
Pep Canadell, Carbon Brief
“Es imposible quedarse en 1,5º. A principios de la década que viene vamos a sobrepasarlos. La única manera que tenemos para hacer el clima estable ya es dar marcha atrás: sacar grandes cantidades de CO2 de la atmósfera”, valora el investigador.
Sin tecnologías baratas para absorber carbono más eficaces que la vegetación y el océano, el balance se torna complicado. “Las plantas y árboles se ponen muy contentas con mucho CO2, pero esto tiene un límite. Además, los océanos, al estar más calientes, ya no son tan eficientes”. En concreto, calculan que de no haber calentamiento global, podrían capturar un 17% más. “Y los trópicos ya están al límite”.
Para Canadell, habría que tomar decisiones políticas similares a las de otras crisis, como la económica o la de la covid, dos grandes shocks planetarios “que están a la altura del reto del clima”. Aunque nos hayamos empezado a acostumbrar a convivir con él y sus consecuencias más dramáticas.
Todo mentira ,teneis la misma credibilidad q Putin????
Progreso? Comprende la gravedad de estas noticias aquel que ama su planeta. Como siempre, no es cuestión de estar informado, sino de sensibilidad a un tema. Tomando las ideas de Erich Fromm, la psicología humana parece requerir amar para cuidar, respetar, comprender, y ser responsable de algo. La mente objetiva no sublima nuestros egos e intereses. La educación temprana hubiese evitado esta catástrofe. Aprenderemos a amar nuestro pñaneta a base de sufrir.
Mientras tanto, seguimos polucionando enlatados, indiferentes a nuestro destino.
Es muy bueno el reportaje pero desgraciadamente ell ser humano no entiende el gran daño que le estamos haciendo a la madre tierra sabiendo que ella es inmensamente generosa pera ya llegó a su límite. El ser humano no entiende y lo veo difícil que comprenda el gran mal que ocasiona con los combustibles fósiles deberían ya de limitar tanto la venta de automóviles cómo la circulación. las industrias la sobre poblacion no usar tanto la energía eléctrica sino es renovable la alimentación que fuera vegana son tantas cosas que deberíamos hacer por amor al Planeta para mí ella es el gran amor de mi vida
Soy por ella y para ella por amor a ella tengo el honor de llevar su nombre me duele tanto lo que la estamos destruyendo. Un saludo
La vida en sí, contamina. Todo contamina. Hay q encontrar el equilibrio entre vida (economia) y cuidado d la Tierra. Todo no es malo; hay q hacer un uso racional d los recursos en pos del desarrollo humano cuidadando el planeta. El reto esta planteado. Es nuestro turno. La critica ha d ser constructiva. Es tiempo d colaboracion. Seremos capaces d afrontarlo...?