“¡Mirad al cielo! ¡Nos fumigan con aviones!”. “El Gobierno admite el control del clima con aviones”. Estos son algunos de los mensajes que difunden una de las teorías de la conspiración más clásicas y que resurge cada cierto tiempo: la de los chemtrails. Los defensores de esta teoría aseguran que las estelas que dejan a su paso los aviones son en realidad “fumigados químicos”, que se dispersan con la intención de hacer enfermar a la población, para un supuesto control mental o cambiar el clima. Pero, como han desmentido los expertos repetidamente, esta teoría no tiene base científica.
En realidad, las estelas que vemos de los aviones son nubes de hielo que aparecen en ocasiones tras el paso de una aeronave por la condensación del vapor del agua contenido en las emisiones de los motores.
“Cuando los gases que emite el avión se mezclan con el aire que le rodea, se enfrían rápidamente. Si la humedad en la atmósfera es suficiente, se producirá la condensación del vapor de agua”, explicó a Newtral.es Mar Gómez, física y meteoróloga en eltiempo.es en una verificación anterior.
Los chemtrails, una teoría de conspiración “camaleónica” que sabe adaptarse a los nuevos miedos
La teoría de la conspiración de los chemtrails surgió en la radio estadounidense de los 90 y 2000, cuando se redescubrieron y malinterpretaron documentos ligados a la Fuerza Aérea sobre experimentos para “la modificación benigna del tiempo”. Inicialmente, los bulos se basaban en que las estelas de los aviones hacían enfermar a la gente o incluso que podían ser parte de un “plan secreto” para probar nuevos medicamentos en la población.
Desde entonces, la teoría de la conspiración persiste en algunos círculos, y resurge al mainstream cada cierto tiempo, adaptándose a las circunstancias específicas de cada momento.
Por ejemplo, en 2020 y 2021, en plena pandemia de covid, los mensajes se centraron en que, supuestamente, el Gobierno español había autorizado los chemtrails durante el estado de alarma. Estas publicaciones malinterpretaban el Boletín Oficial del Estado (BOE) del 16 de abril de 2020.
En él se recogía la aprobación del Gobierno a las Fuerzas Armadas y a la Unidad Militar de Emergencias (UME) a utilizar biocidas autorizados por el Ministerio de Sanidad como “desinfección aérea” contra la covid. Pero, según explicó la UME a Newtral.es, la desinfección fue de carácter temporal y no fue por medio de aviones ni drones. En realidad, se usaron cañones con nebulizadores para desinfectar interiores donde se hubieran dado casos confirmados de covid.
Otros bulos que circularon durante la pandemia también se centraron en el aspecto de la salud. Por ejemplo, circuló una cadena en la que se afirmaba que un piloto militar había dado “un paso adelante por la humanidad y ha revelado la verdad sobre la rociadura química de nuestro planeta”. Los mensajes afirmaban que se trataba de un “envenenamiento masivo” por parte de un proyecto en el que trabajan “personas sin familias”. Pero no había ninguna prueba de este supuesto proyecto.
Los chemtrails y la narrativa como supuestos causantes del cambio climático
La teoría de conspiración de los chemtrails no solo se difunde en España. También circularon fotografías “filtradas” de aviones cargados de bidones con un supuesto origen en Polonia, Suecia y Noruega. Según los mensajes que las acompañaban, los aviones estaban descargando esos “químicos” sobre la población. Pero, como desmentimos en Newtral.es, se trataba de aviones que se usan para la lucha contra incendios y para limpiar vertidos de petróleo.
Cuando las infecciones por covid empezaron a decrecer, los bulos sobre los chemtrails mutaron y se centraron en su supuesto control del clima. De hecho, los mensajes afirmaban sin evidencias que las estelas de los aviones eran los verdaderos causantes del cambio climático.
Por ejemplo, un vídeo que circuló en diciembre de 2022 aseguraba que las estelas de los aviones contienen metales como aluminio, e incluso hongos y bacterias, que modifican el clima “para poder justificar las medidas que se van a tomar por el cambio climático”. “El calentamiento global del que nos han estado hablando no es producido con nuestros vehículos de combustibles, sino por estas fumigaciones”, afirmaba el protagonista del vídeo.
Sin embargo, los expertos consultados por Newtral.es insistieron en que las evidencias científicas llevan demostrando desde el siglo pasado que el cambio climático se ha producido por la emisión de gases de efecto invernadero debido a la quema de combustibles fósiles.
Las estelas de los aviones no pueden disipar nubes y provocar sequías
También vuelven a circular mensajes sobre la teoría de conspiración de los chemtrails en situaciones climáticas adversas, como en las sequías.
Durante la sequía que comenzó en abril de 2023 en España han resurgido los mensajes que afirman que las estelas de los aviones modifican el clima. Según varias publicaciones virales en redes sociales, los supuestos chemtrails son capaces de disipar nubes y evitar que llueva.
Una de las narrativas más virales difundió que las técnicas que se investigan para modificar artificialmente el tiempo de forma puntual en una región “confirman” la teoría de la conspiración de los chemtrails. Pero, como verificamos en Newtral.es, esto no es cierto.
En concreto, los mensajes mencionaban una entrada en el blog oficial de la Agencia Española de Meteorología (AEMET) en la que lista varias técnicas de modificación artificial del tiempo que se investigan a nivel internacional. Según las publicaciones, con este texto la agencia española “admitía” que estaba sembrando el cielo con las supuestas “estelas químicas” de los aviones.
Sin embargo, la propia AEMET aclaró que no se debe confundir la siembra de nubes y otras técnicas de modificación artificial del tiempo con las estelas de condensación de los aviones a las que alude la teoría de conspiración de los chemtrails.
La modificación artificial del tiempo, desde tierra y para evitar grandes granizadas
La siembra de nubes es una técnica aún con eficacia muy limitada. En España se utiliza para evitar grandes granizadas que puedan generar daños en los cultivos usando yoduro de plata, solo en regiones puntuales y en momentos muy determinados. Además, en nuestro país se hace desde generadores en tierra, no desde aviones. La AEMET asegura que no está implicada en ninguno de esos proyectos.
Además, como subrayó a Newtral.es José Luis Sánchez Gómez, catedrático de Física Aplicada de la Universidad de León, en ningún caso puede disipar nubes. “Hay que tener en cuenta que la tormenta media contiene alrededor de un millón de toneladas de agua. Cuando llueve, precipita entre un 3 y un 5%, el resto permanece en la nube. Es imposible mover esa cantidad de agua”, afirmó.
También en el verano de 2022 circularon mensajes similares, que afirmaban que los generadores de yoduro de plata eran los supuestos responsables de la sequía en la Comunidad de Madrid. Sin embargo, como desmentimos en Newtral.es, estos generadores no alteran el ciclo hidrológico. Además, la propia Cámara Agraria de la Comunidad afirmó a Newtral.es que en ese periodo de 2022 no se encendieron los generadores.
En cualquier caso, la teoría de conspiración de los chemtrails no tiene base científica. Las estelas que a veces dejan los aviones en los cielos no son elementos tóxicos, sino vapor de agua del motor que se condensa. Además, no son los “verdaderos causantes” del cambio climático o de fenómenos derivados como la sequía.
- Verificaciones anteriores de Newtral.es sobre la teoría de conspiración de los ‘chemtrails’