Desde que se instalaron los primeros contenedores en España en 1982, la manera en la que gestionamos los residuos ha ido evolucionando para adaptarse a las necesidades de la sociedad. Te explicamos las últimas innovaciones tecnológicas del reciclado.
“Parecidos a las bombonas de butano, pero de mayores dimensiones y color verde”. Así describe la prensa de la época a los primeros contenedores de basura de Barcelona, destinados a la recogida del vidrio, que se instalaron en 1982.
Solo unos días antes, el alcalde madrileño Enrique Tierno Galván había inaugurado en Madrid el primer contenedor de basuras de España. La instalación de un reluciente iglú verde en el barrio de Moratalaz fue el primer paso para conseguir “que los vecinos dejen sus viejos hábitos de meter los envases no retornables en las bolsas de basuras, bidones, papeleras o contenedores de obras”, según publicaron los periódicos el 3 de febrero de 1982.
Aunque en la historia del reciclaje el 1982 marcó un antes y un después en España, el cambio de mentalidad frente a los residuos tardó años en reflejarse en las leyes. Una de las normas más importantes, Ley de Envases y Residuos de Envases 11/1997, que impuso a los fabricantes de envases la obligación de utilizar en sus procesos de fabricación material procedente de desechos de envases, fue aprobada quince años más tarde.
Desde entonces, la manera en la que gestionamos los residuos ha ido evolucionando para adaptarse a las necesidades de cada época. De hecho, en estos años no solo ha aumentado la cantidad y el tipo de contenedores que colorean nuestras aceras, sino que se han introducido numerosas innovaciones punteras para optimizar cada fase del sistema de reciclado.
Ejemplo de ello es el Sistema de Devolución y Recompensa (SDR) de residuos, llamado también ‘Reciclos’, que empezó su implantación en España en el verano de 2019. Se trata de un proyecto que busca incentivar el reciclaje a través de premios o recompensas, como ya hacen otras iniciativas europeas. En Alemania, por ejemplo, si llevas el envase de algunos productos al supermercado en lugar de tirarlos a la basura, te devuelven el importe que te han cobrado por él.
El SDR cuenta con tecnología incorporada a contenedores y papeleras para que el ciudadano pueda “conectarse” a través de su móvil con estas infraestructuras a la hora de reciclar y contabilizar así cuántas veces ha reciclado.
De esta manera, podrá obtener recompensas y canjearlas luego por incentivos sostenibles como donaciones a los bancos de alimentos o premios para los ciudadanos como patinetes.
A día de hoy este sistema está presente en cerca de 20 localidades de 5 Comunidades Autónomas, según Ecoembes. Una de ellas es Huesca, donde este sistema desembarcó el pasado 15 de octubre. Tan solo una semana después los ciudadanos “lograron a través de su reciclaje de envases el premio colectivo de donación al banco de alimentos que se había fijado para todo un mes”, según explica a Newtral.es Roberto Cacho, concejal de medioambiente del Ayuntamiento de Huesca.
Otro ejemplo de innovación en el reciclaje son los llamados detectores de llenado que hay en algunos contenedores de España. Estos sensores resultan muy útiles para avisar de que un recipiente está lleno de basura orgánica, ya que este tipo de residuos experimentan procesos de putrefacción si no se recogen cada poco tiempo.
Tecnologías para el reciclaje que “echan un cable” desde los hogares
Como ya explicamos en ‘Planeta Finito’, los desechos de los contenedores amarillo y azul se reciclan en las llamadas ‘plantas de selección’. En España, algunas de estas plantas automáticas de residuos utilizan, por ejemplo, sistemas de infrarrojos para clasificar los envases plásticos del contenedor amarillo y dirigirlos a su flujo correcto de reciclado. Esta tecnología permite identificar el material mediante su patrón de color. Después, se activa un inyector de aire que “sopla” cada tipo de envase a su dirección correspondiente.
La tecnología también puede ayudar a los ciudadanos a reciclar desde los hogares: existen aplicaciones móviles que resuelven las dudas específicas de cada usuario como qué hacer con los residuos textiles que tenemos por casa o a dónde tirar los productos que contienen mezcla de materiales.
Asimismo, algunas fábricas de envases cuentan con herramientas que predicen también el impacto ambiental que tendrá un producto antes de ser fabricado y ofrecen recomendaciones para que su diseño sea más sostenible. Ahora bien, aunque todas estas innovaciones facilitan el proceso de reciclaje, para lograr un futuro más sostenible también podemos poner en práctica desde casa los trucos de siempre, como consumir menos productos de un solo uso o reutilizar los envases que tenemos por casa.
Didáctico el artículo. Lo cierto es, que se necesita de capacidad innovadora para lograr una mejor gestión del reciclaje, ya bien sea, mediante la aplicación de la informática, IA y otras herramientas, o como ocurre en mi país, que hemos creados puntos limpios en barrios, escuelas, instituciones docentes, entidades, con el objetivo de concientizar a las personas a reciclar.