La tasa de la pobreza en España crece. “Se nota un incremento de la pobreza y de todos los indicadores que miden la vulnerabilidad”, alerta Juan Carlos Llano, coordinador del estudio anual que ha realizado la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en España (EAPN-ES), que recoge datos hasta 2021.
En total, 13,1 millones de personas vivían bajo el umbral de la pobreza el año pasado en España, fueron 380.000 ciudadanos más que en 2020. El informe destaca que sin el llamado escudo social desplegado durante la crisis sanitaria –con medidas como los ERTE o el IMV– el incremento habría sido de 1,5 millones de personas más.
Es decir, en 2021 el 27,8% de la población española se encontraba en al menos alguna de estas tres situaciones: riesgo de pobreza (ingresar menos de 9.535 euros anuales), carencia material y social severa y baja intensidad en el empleo. Los datos del estudio de la red EAPN, que agrupa a 8.000 ONG, demuestran que el retroceso de estos indicadores no se debe únicamente a la pandemia, ya que sus consecuencias se solapan con las de la crisis anterior y aún no resuelta.
El perfil de las personas en situación de pobreza: el 14,3% tiene un empleo y el 10,6% educación superior
Los datos muestran una acentuación del nuevo perfil de la pobreza con un incremento de las personas en situación de pobreza con empleo y con estudios medios y universitarios. “El trabajo por sí solo no protege contra la pobreza”, explica Llano. “La pobreza tiene un carácter estructural muy importante que no depende de la coyuntura de la encuesta de población activa”, prosigue el coordinador del estudio.
En concreto, el informe sobre la tasa de pobreza en España valora que la relación directa “a más empleo menos pobreza”, es cada vez menos cierta. En 2021, el 14,3% de las personas con empleo vivían en situación de pobreza. Esto demuestra la precariedad laboral ya que tener un empleo, en muchos casos, no permite vivir con dignidad. Además, el 36,2% de quienes viven bajo el umbral de pobreza destinan más del 40% de sus ingresos a la vivienda, frente al 9,9% de la población que no se encuentra en situación de pobreza.
Según destaca el informe, “los cambios en las condiciones contractuales de trabajo” son las causas que están en el origen del incremento de las tasas de pobreza entre la población con empleo.
Por otra parte, el informe indica que en 2021, el 10,6% de las personas con educación superior –FP superior o título universitario– estaba en situación de pobreza. La cifra es 3,4 puntos porcentuales más elevada que la registrada al inicio del período, en 2008, cuando el 7,2% de las personas con estudios superiores estaban en riesgo de pobreza.
El informe destaca que la crisis anterior a la pandemia ya golpeó a este colectivo y que la llegada de la recuperación económica no supuso una mejora de sus cifras que, con pequeños altibajos, se mantienen constantes desde el año 2014. En cualquier caso, los datos demuestran que a mayor nivel formativo, menor tasa de pobreza.
Tres de cada diez personas con solo estudios de Primaria son pobres, el 25,8% de los que llegan a la Educación Secundaria Obligatoria viven bajo el umbral de la pobreza y el 20,4% de los que han estudiado Bachillerato.
España está a la cola de la Unión Europea a pesar del escudo social
España está a la cola de la Unión Europea. Hay solo tres países con tasas de pobreza más altas que España: Rumanía, Bulgaria y Grecia, según Eurostat. “Esto no es reciente, desde que se mide el indicador de pobreza, en 2008, el desempeño español en términos europeos es muy malo”, apunta Llano.
Sin embargo, según destaca el informe, en España, el efecto del escudo social resguardó a 1,5 millones de personas de caer en la pobreza. De hecho, las proyecciones auguraban unas tasas de pobreza mucho peores a las alcanzadas al comienzo de la irrupción de la pandemia. “Los pobres han crecido, pero no en la medida en la que se esperaba que crecieran”, explica Llano.
No obstante, grandes medidas como los ERTE no alcanzaron a toda la población, pues no llegaron a quienes tenían contratos irregulares o sobrevivían de la economía sumergida. Unas circunstancias muy presentes en el sector servicios, el cual se vio muy afectado en la crisis del coronavirus. Además, tal y como otras ONG advierten en el informe, las medidas del escudo todavía llegan de forma desigual a quienes se encuentran en pobreza severa o cerca de la misma.
El problema es que la situación iba mal antes de la covid. “Llueve sobre mojado”, sostiene el coordinador del estudio. “La crisis de pobreza que ha provocado la covid no es nueva, sino que sobreviene sobre otras crisis no resueltas”, explica. Según el coordinador del informe, las personas en situación de pobreza no llegaron a recuperarse por mucho que el PIB volviera a valores de 2008. “La culpa no es de la covid, la pandemia no es la causa de la pobreza porque esas causas son estructurales”, argumenta Llano.
- Estudio de EAPN
- Rueda de prensa de la presentación del informe
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