El Ministerio de Defensa ha suspendido la licitación con la que la Armada pretendía adquirir un nuevo velero de regatas para sustituir al actual, que tiene 18 años, y que utilizan para competir el rey Felipe VI y los alumnos de la Escuela Naval de la Armada. Esta suspensión tuvo lugar el mismo día que el portavoz del PNV, Aitor Esteban, preguntó al Gobierno sobre la compra de este velero.
El Ministerio de Defensa decidió el pasado viernes suspender el proceso de licitación que se había abierto oficialmente el 12 de agosto. En el expediente del contrato publicaron una nota de suspensión en la que se alega escuetamente que se suspende el plazo de presentación de ofertas «por cuestiones técnicas«.
Para esta compra, la Dirección de Gestión Económica de la Jefatura de Apoyo Logístico de la Armada licitó un contrato con un valor estimado de 1,8 millones de euros más IVA. Con él se pretendía adquirir un velero de competición con el que sustituir al actual, que tiene 18 años de antigüedad.
Aparte de este, la Armada está pendiente de comprar otros 21 veleros
Además de este contrato, la Armada estaba pendiente de comprar otros 21 veleros. Por el momento, la suspensión no ha afectado a las dos licitaciones con las que la Armada pretende adquirir estos barcos.
Según reconoce la Armada, en la memoria justificativa del contrato, los alumnos de su Escuela Naval participan con frecuencia en las regatas del calendario de la Real Federación Gallega de Vela que se celebran en las rías de Pontevedra, Vigo y Arosa, así como puntualmente en La Coruña y Ferrol. De media contabiliza 15 regatas por curso académico.
Explican que a través de estas regatas buscan introducir al mundo de la competición como factor de motivación y adiestramiento de alto nivel a los alumnos de la escuela naval de la Armada.
En la documentación del contrato del velero, la Armada detalla que buscaban sustituir mediante esta contratación el barco de regatas “Aifos”, embarcación construida en 2004. “Desde entonces y durante los últimos años ha sufrido pequeñas modificaciones en dos ocasiones, lo que le ha permitido mantener un nivel de competición aceptable”, recalca la Armada.
Le resultaba más económico comprar un velero nuevo que reparar el anterior
No obstante, recalcan que “dada su antigüedad, es relevante considerar dos aspectos: el económico y el de seguridad”. Explican que mantener este velero cada vez resulta más costoso y, con respecto al de la seguridad, explican que el nivel de esfuerzo al que es sometido la estructura del barco al competir a alto nivel, puede resultar “altamente peligroso”.
Este velero pertenece a la Comisión Naval de Regatas, y lo utilizan como barco de competición el rey Felipe VI y los alumnos de la Escuela Naval de la Armada. No obstante, la embarcación no es propiedad del rey, es de la Armada. Y el jefe del Estado solo lo utiliza para participar en regatas como la Copa del Rey, en representación de la Armada.
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