Tenemos un problema con las superbacterias, pero no con ‘contagios de genes’ en hospitales

Resistencias bacterianas en cultivos | Comisión Europea
Resistencias bacterianas en cultivos | Comisión Europea
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Un equipo de la Unidad de Resistencia Antimicrobiana de la UCM ha confirmado en Nature Communications que hay un gen de bacteria, llamado npmA2, que le da más resistencia para no sucumbir a los antibióticos y que está cada vez más presente en muestras bacterianas de todo el mundo. Es un gen que las convierte en superbacterias (también llamadas bacterias multirresistentes).

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En concreto, si está presente el gen npmA2, las superbacterias aguantan el envite de los aminoglucósidos, un grupo de antibióticos vitales cuando todo lo demás falla para combatir una infección.

  • Lo nuevo. Estas superbacterias equipadas con el gen npm2 están presentes (y seguramente circulando) en al menos seis países. ¿Dónde? Sobre todo, en hospitales. La primera detección se produjo en una UCI de Japón en 2003, confirma el coautor del estudio Bruno Gonzalez-Zorn.

    En España no se ha detectado este gen. Eso no quiere decir que no haya superbacterias. Las hay (aunque sin este gen). Y matan a entre 3.000 y 4.000 personas cada año.

  • ¿De dónde sale este gen? Primero que todo, de la evolución natural. Pero con una ayudita, por así decirlo. Este gen de bacteria en bacteria actúa “como un pasaporte genético, viaja y salta de una bacteria a otra cada vez más patógena”, explica Gonzalez-Zorn.

No, no se contagian los genes entre personas, pero sí saltan entre bacterias

Esto no equivale a un contagio. Pero sí a una transferencia. Siempre, sólo entre bacterias, incluso de familias distintas. A veces se habla de pandemia silenciosa de superbacterias. Y sí, las bacterias pueden ser contagiosas y provocar infecciones fatales. Pero no son contagiosos sus genes, aunque este npmA2 sí pueda transferirse de una a otra, dotándola de ese superpoder que mata a personas y animales.

Un ejemplo: de la bacteria Escherichia coli ha pasado a incrustarse en la Clostridioides difficile, causante de graves infecciones intestinales. A partir de ahí, ya se ha diseminado a nivel mundial. Y ahí sí podemos hablar de contagios e infecciones en personas, pero no es el gen lo que infecta. Es la superbacteria que en su momento recibió el gen.

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“En una UCI de Holanda tenían una epidemia de una bacteria intestinal con el npmA2. Nos la mandaron, la secuenciamos y vimos que era el mismo gen que creó resistencia a los antibióticos en la bacteria intestinal, pero esta vez en Enterococcus faecium”, agrega. Esta última bacteria tiene en España un 30% de mortalidad cuando se extiende por la sangre.

Es como un fantasma: casi nadie sabía de su existencia y, sin hacer ruido, ha empezado a aparecer en distintas partes del mundo y en bacterias que ya de por sí son difíciles de controlar”, añade Gonzalez-Zorn.

  • La mala y la buena noticia. El hallazgo es especialmente preocupante porque las bacterias en las que se incrusta el gen ya muestran resistencias a otros fármacos. “El gen npmA2 convierte a las infecciones causadas por estas bacterias en prácticamente incurables”, sostiene otro de los autores, el investigador de la UCM Carlos Serna.

    La buena noticia es que ahora sabemos de la existencia no sólo de este gen, sino de su mecanismo de propagación. En el pódcast Tampoco es el fin del mundo, la inmunóloga Margarita del Val (CNB-CSIC) explicaba que hace unos 30 años que no se descubre un nuevo antibiótico. Y los que tenemos ya están dejando de funcionar. Por ahora, en población vulnerable, como los mayores, sobre todo. Sin embargo, se está tomando cada vez más conciencia sobre la necesidad de no sobremedicar con antibióticos (que es la vía típica para generar adaptación y resistencia microbiana). Y varios grupos mundiales dan pequeños pasos en estrategias para recuperar viejos antibióticos que un día dejaron de funcionar.
Fuentes

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