Los suicidios entre mujeres jóvenes en Afganistán han aumentado desde que los talibanes regresaron al poder en agosto de 2021 a causa de las importantes normas y restricciones a las que se ven obligadas a someterse, como la prohibición de acudir a escuelas secundarias o universidades. Así lo explicó el pasado lunes 11 de septiembre el relator especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para Afganistán, Richard Bennett, en la 54º sesión del Consejo de Derechos Humanos de la organización que se desarrollará hasta el próximo 13 de octubre.
Durante su intervención, Bennet señaló que las mujeres afganas se sienten olvidadas por el resto de países que han ido reduciendo sus aportes para la ayuda humanitaria en el territorio, al mismo tiempo que ven cómo pierden los últimos derechos que les quedan tras haber tenido que abandonar la mayoría de ellas sus empleos y la posibilidad de acudir a centros educativos, unas restricciones que junto a la “difícil situación socioeconómica” del país “ha impactado en su salud mental, con un aumento de los suicidios, especialmente en mujeres jóvenes”.
Además, el relator especial de la ONU para Afganistán hizo alusión a un informe publicado por las Naciones Unidas el pasado mes de julio en el que se calificaba la situación hacia las mujeres en este país como “la peor del mundo” en un sistema en el que son objeto de un “apartheid de género” constituyente de “un crimen contra la humanidad”.
Las restricciones a las están sometidas las mujeres afganas multiplican los suicidios
En el informe anual del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Afganistán presentado en la sesión del pasado lunes en Ginebra, la organización internacional enumera las normativas más relevantes dictadas por los talibanes y que suponen formas de discriminación contra mujeres y niñas residentes en el país.
En este sentido, en primer lugar se menciona la prohibición a niñas y jóvenes en Afganistán de cursar estudios secundarios o universitarios, obligándolas a quedarse en casa a partir de los 12 años. Así el informe destaca las siguientes fechas:
- 23 de marzo de 2022: Este día el Ministerio de Educación anunció que las escuelas secundarias femeninas, cerradas desde la toma del poder talibán el 15 de agosto de 2021, permanecerían clausuradas hasta que se reelaborase un plan para su reapertura, en consonancia con la ley islámica.
- 20 de diciembre de 2022: El Ministerio de Educación Superior comunicó que suspendería la enseñanza superior y universitaria a las mujeres hasta nuevo aviso.
Estos decretos han sido de los más duros de afrontar para las jóvenes afganas y los que más han afectado a su salud mental. Según explicó una psicóloga residente en el país a la que entrevistó BBC, en los dos días posteriores al anuncio de los talibanes de la prohibición del acceso a las universidades pudo recibir “170 llamadas de socorro”, con lo que aseguraba que “tenemos una pandemia de pensamientos suicidas en Afganistán”.
Mónica Bernabé, periodista y corresponsal durante ocho años en Afganistán, explica a Newtral.es que “el número» de suicidios de mujeres en Afganistán «siempre ha sido más elevado que el de los hombres, aunque no hay estadísticas oficiales al respecto. La mayoría de mujeres recurren al suicidio para huir de la violencia de género, que a menudo se da en el seno de su propia familia”.
Antes de la llegada al poder de los talibanes, señala la periodista, “era habitual que los hospitales en Afganistán atendieran a chicas (la mayoría tenían entre 15 y 21 años) que se intentaban suicidar quemándose a lo bonzo, o ingiriendo matarratas, opio o gran cantidad de medicamentos”. “Sin duda, las restricciones impuestas a las mujeres en la vida pública por los talibanes habrá contribuido a aumentar aún más el número de suicidios entre las mujeres”, añade.
Otras prohibiciones impuestas recientemente a las mujeres y niñas afganas
El informe de la ONU y Amnistía Internacional ponen de manifiesto otras prohibiciones que el régimen talibán de Afganistán ha impuesto a las mujeres y que incentivan los suicidios:
- Trabajo fuera del hogar: Las mujeres afganas tienen prohibido trabajar fuera de sus hogares y entornos domésticos, a excepción de un número limitado de doctoras, enfermeras o profesoras. Además, el pasado 24 de diciembre de 2022 también se les excluyó de trabajos relacionados con ONGs o ayuda humanitaria.
- Código de vestimenta: Todas las mujeres deben seguir un estricto código de vestimenta que incluye el uso de ‘burka’ que cubra de la cabeza a los pies y el uso de zapatos planos.
- Salones de belleza y peluquerías: El pasado mes de julio los talibanes decretaron el cierre de los salones de belleza y peluquerías de todo el país dejando en paro a miles de trabajadores.
- Salir de casa solas: Ninguna mujer puede salir de su hogar sin compañía de un hombre de parentesco cercano, como su marido, padre o hermano, incluso para desplazarse de un lugar a otro.
- Hacer deporte o acudir a ciertos establecimientos y lugares públicos: Desde el pasado 10 de noviembre de 2022, las mujeres tienen vetado el acceso a parques, baños públicos o gimnasios. Además, no pueden realizar ningún tipo de deporte.
- 54º sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU
- Amnistía Internacional
- BBC
- Mónica Bernabé, periodista y corresponsal especializada en Afganistán