La subida del IVA de las bebidas azucaradas del 10% al 21% que aprobó el Gobierno en los Presupuestos Generales de 2021 (artículo 69) se notó en el consumo, pero sobre todo en la cesta de los hogares con menos recursos, según el último informe de EsadeEcPol, el Centro de Políticas Económicas de la escuela Esade. Este aumento hizo que las familias más pobres consumieran de media 10.8 litros menos al año, lo que equivale a una caída del 13%. Mientras que “para el resto de los hogares el efecto del impuesto no fue estadísticamente significativo”.
Además, el impacto de este impuesto fue mucho más patente en los hogares con menos recursos con hijos de cinco a 16 años a su cargo: “En ellos, la caída estimada [del consumo] llega a 25 litros por hogar al año”. A su vez, el informe advierte de un efecto colateral: la subida de las bebidas azucaradas también tuvo repercusión en otros productos complementarios. “Entre los hogares de menor nivel económico, el gasto en snacks se redujo en cinco euros por hogar al año, una caída del 10,5%”, explican.
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