El Congreso está a la espera de votar la ley de atención a la clientela antes de enviarla al Senado. Esta norma ha pasado en fase de enmiendas más de un año y medio, un periodo en el que el texto ha sufrido más de 230 propuestas de cambio.
- Una de las enmiendas incluidas en el dictamen elaborado por la Comisión de Derechos Sociales y Consumo del Congreso recoge excepciones al veto a las llamadas comerciales para que determinadas empresas (luz, gas y telefonía) con poca cuota de mercado puedan seguir haciéndolas.
Enmiendas. El texto cuenta con 234 enmiendas registradas, entre las que se encuentra la de Junts para hacer que las reclamaciones se atiendan en catalán y en otras lenguas cooficiales.
Llamadas comerciales. La Comisión de Derechos Sociales y Consumo del Congreso ha aprobado este martes una enmienda transaccional a una de las enmiendas registradas por Sumar.
Fuentes de Consumo explican a Newtral que PP, Junts y ERC han registrado un cambio al texto inicial de Sumar para que las llamadas comerciales o spam sean bloqueadas por las operadoras telefónicas, aunque con una excepción:
- Las empresas de luz, gas y servicios telefónicos que tengan cuotas de mercado nacional que no lleguen al 5% no tendrán que cumplir esta ley, por lo que no estarán obligadas a tener una centralita de llamadas disponible las 24 horas del día ni un prefijo distinto.
- Esta enmienda transaccional ha contado con el visto bueno de Sumar, PP, Junts y ERC, y con la negativa del PSOE, Bildu y Vox. El PNV y Podemos se han abstenido.
Un prefijo distinto. Para identificar cuándo una llamada es spam o no se propone que los números de teléfono que utilicen las grandes empresas para hacer llamadas comerciales tengan un prefijo distinto que permita identificar el tipo de llamada de la que se trata y que se diferencie del que usan para ponerse en contacto con sus clientes por cualquier otro motivo.
- Las compañías telefónicas tendrán que bloquear este tipo de llamadas que vengan de números especiales o inteligentes que no estén usando ese código distintivo.
Atención a la clientela. La iniciativa plantea que se reduzcan los plazos para atender a reclamaciones de clientes de 30 a 15 días, que las empresas puedan mantener a la espera a un cliente en una llamada telefónica un máximo de tres minutos y que los clientes puedan elegir (en cualquier momento de una llamada) si quieren ser atendidos por una persona en lugar de una máquina.
- La norma se aplicará a las empresas que tengan más de 250 trabajadores, a las que facturen más de 50 millones de euros o cuenten con un balance superior a los 43 millones de euros, además de a las que prestan servicios básicos de interés general, como energía, agua, telecomunicaciones, transporte o banca.
Próximos pasos. El texto, que se registró en el Congreso en febrero de 2024, aún tiene que pasar por el pleno de la Cámara Baja para que se voten el dictamen elaborado por la ponencia en comisión y las enmiendas acordadas, antes de ser enviado al Senado para su aprobación definitiva.
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