Socializar y “estar juntos”, la primera asignatura pendiente de la vuelta al cole tras las clases online del confinamiento

Clase de un Colegio de Granada | F. Altamirano (Shutterstock)
Clase de un Colegio de Granada | F. Altamirano (Shutterstock)
Tiempo de lectura: 11 min

Los centros educativos han vuelto durante el mes de septiembre a las clases presenciales. Las aulas se han llenado de los alumnos que hace más de seis meses tuvieron que abandonarlas para crear en sus propias casas un espacio para seguir la actividad académica de manera online. Los profesores “entraron” a través de las pantallas en los hogares de los estudiantes y la educación a distancia se convirtió en una realidad. Muchos centros tenían las herramientas para adaptarse a esta nueva situación en la que la inversión en tecnología de años anteriores jugaba a su favor, en cambio, otros muchos, mayoritariamente de titularidad pública, se vieron sobrevenidos. 

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Nunca ha existido una situación educativa anterior similar

La necesidad, durante los últimos meses de curso, de continuar la educación de manera online ha dejado patente la brecha digital existente en la sociedad española y que ahora también actúa en la educación. La fundación COTEC publicó en mayo un informe con motivo de la crisis sanitaria en el que, con las respuestas ofrecidas por directores de escuelas y alumnos en la última encuesta PISA 2018, recuerda que el 10% de los alumnos de nivel socioeconómico bajo tenía tres o más ordenadores en casa, frente al 45% que solo tiene uno y en el caso del 15%, no tiene ninguno.  

Una situación sin precedentes

“Es muy pronto para emitir cualquier tipo de sentencia sobre lo que ha pasado, esto requiere más tiempo y una investigación seria”, asegura la directora de Educación y Formación de la Fundación COTEC, Ainara Zubilaga, a Newtral.es. En marzo los centros cerraron y la educación siguió en los hogares, “nunca ha existido una situación educativa anterior similar” y sin duda “este ha sido el mayor experimento educativo de la historia”, destaca Zubilaga. Aunque quiere ser precavida manifiesta que “sí se han producido pérdidas”, una merma que “incide más en aquellos niños de entornos desfavorecidos”. 

«Este ha sido el mayor experimento educativo de la historia»

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Ainara Zubilaga, directora de Educación y Formación de la Fundación COTEC

La diferencias según el tipo de centro 

Los datos del informe de la fundación COTEC también ponen en evidencia que “la variable de titularidad del centro tiene una incidencia importante en cuanto a preparación del centro y del profesorado, así como en la transición digital”. El documento manifiesta que el 45% de los directores de escuelas públicas percibe que sus docentes están preparados para integrar dispositivos digitales a su labor educativa, la cifra crece hasta el 69% en el caso de los centros concertados y al 76% en los de titularidad privada. La vuelta al cole ha dejado patente esta realidad. 

Desde los centros privados y concertados muestran valoraciones diferentes sobre el impacto del confinamiento en el desarrollo intelectual de los alumnos que las que se apuntan desde la escuela pública tras la vuelta a las aulas. Aún así todos ellos destacan que el aspecto emocional es el que más se ha visto perjudicado por los meses de clases online.

Un inicio de curso complicado

“Los alumnos que se fueron de las aulas el pasado 12 de marzo no son los mismos que los que han vuelto. La situación ha cambiado en los centros educativos”, confiesa a Newtral.es Sonia García, maestra de infantil y primaria y secretaria de comunicación de la ANPE, sindicato independiente en la enseñanza pública. “Los alumnos han tenido que seguir una educación a distancia a la que no estaban acostumbrados y todo eso hay que tenerlo en cuenta a la hora de retomar las clases”, ha añadido la maestra. 

El 60% de las familias que lleva a sus hijos e hijas a un colegio público cree que necesitarán refuerzo educativo

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“Ahora están muy habituados al trabajo online, sobre todo los mayores, y los días que están en casa, con motivo de la semipresencialidad, quieren tener la misma actividad lectiva que si estuvieran en clase”, asegura a Newtral.es Esteban Álvarez, presidente de la Asociación de Directivos de Centros Educativos Públicos de Madrid (ADIMAD). 

La ONG Save The Children publicó durante la crisis del coronavirus una encuesta en la que reflejaba que el 60,1% de las familias que lleva a sus hijos e hijas a un colegio público cree que los niños y niñas necesitarán refuerzo educativo cuando abran los colegios, debido a la pérdida de aprendizaje de los meses de aislamiento social. 

Estos tipos de centro reconocen esa carencia en el ámbito académico, “cuanto más mayores son más notan el déficit del último trimestre”, destaca Esteban Álvarez. En este sentido, asegura que han aumentado los esfuerzos para que tanto la brecha digital como la educativa no se agrande, “estamos preparando un plan de refuerzo para aquellos alumnos que se descolgaron al final del curso pasado”, ha trasladado el presidente de ADIMAD. 

Desde el ámbito de la educación privada y concertada se muestra un punto de vista diferente. La directora de innovación del Colegio Alauda de Córdoba, Carolina Gómez asegura que “no hemos tenido ninguna merma en la parte académica. Los alumnos que estaban en la media se han sentido muy cómodos y han mejorado su rendimiento, es verdad que en el caso de los niños con problemas de atención hemos tenido que aplicar planes específicos”. 

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“Se ha visto un comportamiento diferente entre quienes han manejado dispositivos y quienes no»

Una realidad que también reconoce Carmen Escorcia, directora de comunicación y admisiones de St. Peter’s School de Barcelona, “en algunos casos hemos visto que se necesita un plan individualizado para reforzar la disciplina o el ritmo de trabajo pero durante el confinamiento la personalización de la educación nos ha permitido detectar a tiempo dificultades de aprendizaje o a nivel emocional”, destaca Escorcia. 

El uso de la tecnología

El confinamiento ha evidenciado un déficit tecnológico en aquellos alumnos que no han podido seguir de manera continuada la enseñanza online. “Se ha visto un comportamiento diferente entre quienes han manejado dispositivos y quienes no, hay alumnos que al seguir las clases de manera más regular tienen un nivel superior en el uso de las herramientas informáticas”, revela Álvarez, presidente de ADIMAD. 

En la encuesta publicada por Save The Children la ONG subraya que en el caso de las familias vulnerables, más del 12% no tiene acceso a internet o buenas condiciones de conectividad, una realidad que, sin duda, ha afectado al óptimo desarrollo del final del pasado curso académico. 

Las escuelas de educación pública facilitaron a las familias, durante la época del confinamiento, material tecnológico del propio centro para que los alumnos pudieran seguir las clases. El inicio de curso ha provocado que esos dispositivos se tengan que utilizar en el centro y las familias ya no puedan disponer de ellos

Una realidad muy diferente en el caso de la escuela concertada y privada. “La mayoría de los alumnos y las familias tienen dispositivos propios entonces no hubo mucha dificultad para implantar la educación online”, recuerda José Canales, director de la escuela privada IDEO. Una situación que también comparte Antonio Portillo, director del Colegio concertado Santa Gema, “llevamos digitalizados cinco años y al día siguiente de que nos confinaran desplegamos todas las herramientas disponibles para que los alumnos pudieran continuar con las clases desde sus casas”. 

La educación pública demanda más inversión

Esta nueva realidad pone en evidencia la situación de la educación pública. “Las infraestructuras de los centros no están preparadas, tenemos falta de herramientas y de medios”, recalca a Newtral.es el presidente de ADIMAD. “Los centros de España no tenemos las redes inalámbricas ni las conexiones de red para dar clase a los que están en el aula y a los que están casa”.

Por su parte, la secretaria de comunicación de la ANPE ha destacado que “tenemos que ser conscientes de que la escuela pública llega a todos los rincones y es la que más se tiene que impulsar”. 

La autonomía, el punto a favor de la educación a distancia

La educación online también genera opiniones coincidentes  entre la privada, la concertada y la pública. “Hemos visto que muchos niños tienen mayor autonomía”, reconoce a Newtral.es Antonio Portillo, director del colegio Santa Gema. Un mensaje al que se suma Esteban Ávarez de ADIMAD y añade “lo que antes tardaban dos días en hacerlo ahora lo hacen de manera más inmediata”.

La presencialidad como insignia de la escuela tradicional

En lo que también coinciden todos es en que las clases presenciales son irremplazables, así lo reconoce Sonia García, secretaria de comunicación de la ANPE, “una clase presencial no puede sustituir a una online, el contacto con el profesor y con los compañeros es insustituible”. Por su parte, José Canales de la Escuela IDEO, reconoce que “lo presencial es fundamental y que las herramientas a distancia pueden servir para hacer una educación híbrida o mixta pero las habilidades sociales son esenciales”.   

En este sentido, la directora de Educación y Formación de la Fundación COTEC, Ainara Zubilaga, señala el valor añadido que tiene la educación presencial y asegura que “la digitalización del sistema educativo va a tener que pasar por la integración de las tecnologías en la presencialidad” y de esta manera va a ser mucho más sencillo realizar cambios de espacio cuando se necesite. 

«La digitalización del sistema educativo va a tener que pasar por la integración de las tecnologías en la presencialidad»

Ainara Zubilaga, directora de Educación y Formación de la Fundación COTEC

La parte emocional, la más perjudicada por el confinamiento

El resultado de meses de educación online aún no se ha podido observar en su totalidad pero los efectos en la parte emocional ya han empezado a verse. “Después de cuatro meses encerrados, al salir se han encontrado con que la realidad no es la normal y que esta nueva normalidad es una situación difícil”, reconoce Esteban Álvarez de ADIMAD. “Hemos detectado ansiedad en los chicos y cierta intranquilidad y miedo al contagio”, relata, además, “los pequeños tienen problemas a la hora de concentrarse y los más mayores tienen preocupación por el futuro: hay cierta inquietud por su situación académica”. 

“Los alumnos entran corriendo al colegio y quieren socializar”, destaca Portillo, director del colegio Santa Gema. Los alumnos reflejan ilusión por volver a las aulas y “están teniendo una vuelta ejemplar, han sido los que mejor se han sabido adaptar”, reconoce Sonia García, secretaria de comunicación de la ANPE. “Estamos trabajando en una nueva socialización y en la resiliencia para que sepan aceptar la situación y salir de ella”, traslada a Newtral.es Cristina Castillo, orientadora del colegio Alauda de Córdoba. 

Algunos centros han intentado reforzar todas las actividades que tienen una parte emocional, “tenemos que recuperar la capacidad de estar juntos”, añade Carmen Escorcia del colegio St. Peter’s School. “Este año hemos preferido mantener los grupos anteriores para proteger la adaptación de los alumnos”, traslada José Canales, director de la Escuela IDEO de Madrid, una decisión que también ha tomado el colegio Santa Gema. “Queremos fortalecer la interdependencia positiva y realizamos actividades enfocadas a detectar qué fortalezas tiene cada alumno para afrontar los propósitos del nuevo curso”, destaca Cristina Sastre, la orientadora del centro. 

Por delante aún quedan meses de clases y el personal docente espera que la situación sanitaria respete la esencia de nuestro sistema educativo: la presencialidad. Un sistema educativo que necesita de la tecnología para seguir avanzando. Las consecuencias de la educación online aún están por llegar pero estamos a tiempo de insertar las herramientas digitales a la nueva realidad educativa. La crisis del coronavirus ha marcado a marchas forzadas el camino de la digitalización de nuestro sistema educativo. 

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