Salvini admitió “muy a mi pesar” el desembarco de 27 menores no acompañados. Más de un centenar de migrantes y 19 tripulantes continúan a bordo del barco

La tensión continúa a bordo del Open Arms a pesar de que el ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, ha accedido –no sin subrayar que lo hacía “muy a mi pesar”- a desembarcar a 27 menores no acompañados que permanecían en el barco. Aunque en principio la propia ONG ha informado de que los menores desembarcados serían 29, posteriormente rebajó esa cifra a 27, ya que solo han dejado el barco aquellos menores que viajan sin familiares.
El cambio de opinión de Salvini se ha producido después de que el presidente del Consejo de Ministros de Italia, Giuseppe Conte, le hiciera llegar una carta –la segunda en cuatro días- conminándole a resolver la situación del Open Arms.
Desembarcados los 27 menores no acompañados.
Sigue el abuso de los que pretenden tapar un fracaso político provocando el sufrimiento innecesario a los más vulnerables.
107 personas más 19 tripulantes siguen sufriendo a bordo. pic.twitter.com/OV9eIbOyLU— Oscar Camps (@campsoscar) 17 de agosto de 2019
En paralelo, la Fiscalía de Agrigento (Sicilia) ha ordenado una inspección de las condiciones higiénico-sanitarias de los migrantes que continúan en el barco de la ONG, que ahora suman 107. A ellos hay que sumar los 19 tripulantes de la embarcación.
Sin garantía de seguridad
Previamente, la ONG Open Arms había comunicado que, después de 16 días sin que se les dirija a puerto seguro y se les dé permiso para desembarcar, ya no pueden “garantizar la seguridad” de las personas rescatadas en el Mediterráneo que continúan a bordo de su embarcación (eran 134 a primera hora del día), que se ha declarado «en estado de necesidad». A pesar de encontrarse a 800 metros de la costa de Lampedusa, la negativa del ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, a conceder permiso para desembarcar está elevando la tensión dentro del barco. Algunas de las personas rescatadas han querido saltar por la borda y tratar de llegar a tierra firme.
Desde el barco, el director de la ONG Open Arms, Òscar Camps, ha comunicado que se han puesto en contacto no solo con el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, sino con la canciller alemana Angela Merkel, con el presidente francés Emmanuel Macron y con “todas las autoridades italianas” para denunciar una situación que define como “secuestro”.
“No es posible mantener la calma a bordo, en cualquier momento puede desatarse una acción colectiva”, explicó, para referirse al estado de tensión de las personas a bordo, que ya era difícilmente sostenible el pasado miércoles. Y advirtió: “Hay cien maneras de autolesionarse y cien maneras de suicidarse a bordo. No podemos detenerlos ni estar controlándolos”.
Francisco Gentico (EFE)
Resolución judicial
Camps demandó que su cumpla la resolución judicial del Tribunal Administrativo Regional de Lacio, “que es un título suficiente para la evacuación inmediata de las personas rescatadas y para la prestación de asistencia” a los rescatados, pero también a los 19 tripulantes del barco. “Desobedecer una resolución judicial es cometer un delito”, insistió.
Sr @sanchezcastejon
Perdone que le moleste en sus vacaciones, pero somos ciudadanos españoles, víctimas de un secuestro, y no de piratas somalíes.@EFEnoticias @AP @Reuters @CNN pic.twitter.com/3IA83OYAHF— Oscar Camps (@campsoscar) August 17, 2019
Además, Camps recordó que el Open Arms es un barco de «pabellón español» y reiteró que los 19 voluntarios que acompañan a los rescatados «estamos siendo retenidos de una forma y en unas condiciones inaceptables».
El viernes, el barco comunicó al Gobierno de España su situación crítica y de «completo desamparo» a la espera de la resolución italiana que califican de «maniobra maléfica», según recoge Efe. En Twitter, Salvini calificó de «batalla política, y ciertamente no humanitaria» la labor de las ONG, antes de añadir: «No me rindo». Finalmente, accedió a asistir a 27 menores.
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