VÍDEO | El drama de las personas sin hogar llega al Congreso en Nochebuena: “Necesito una vivienda digna, no un albergue”

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Esta Nochebuena, el Congreso de los Diputados acoge un acontecimiento para dar visibilidad a las personas sin hogar, que han sufrido especialmente los golpes de la pandemia, al ser un colectivo más vulnerable. De la mano de Mensajeros de la Paz, se va a repartir una caja con comida a 150 personas sin hogar en el Hemiciclo, con la presencia también de la presidenta de la Cámara baja, Meritxel Batet. 

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“Las personas sin hogar no solo necesitan comer, también necesitan socializar y, sobre todo, sentirse dignos”, explica a Newtral.es Sergio Mella, director de Mensajeros de la Paz. “Hemos tenido que adaptarnos a la pandemia y, por motivos sanitarios, hemos tenido que dar la comida para llevar”, detalla. En años anteriores, la cena se había producido en lugares emblemáticos de la capital como el Ayuntamiento o el Museo del Prado. 

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Más de 30.000 personas viven en España en la calle. Un número que, durante la pandemia, ha aumentado, según alertan las diferentes asociaciones. “Es verdad que, durante la pandemia, se ha quedado un mensaje en el imaginario colectivo que es muy positivo para nuestra causa, la del sin hogarismo: no hay nada que te proteja más que una casa”, asegura a Newtral José Manuel Caballol, director general de Hogar Sí. 

Felipe tiene 63 años. Lleva desde 2003 en la calle. “Y desde entonces, duermo en el mismo banco de la calle Alfonso XII”, asegura a Newtral.es desde la Gran Vía de Madrid. Felipe ha estado en varios albergues pero no se siente cómodo en ellos. “No son para mí”, insiste. 

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“Por ejemplo, yo estuve en el albergue de Las Tablas catorce días y sé lo que hay. Es de lujo, pero no es para mí. Yo tengo 63 años y no me voy a adaptar a una disciplina férrea que te dice que tienes que bajar a comer a tal hora. Yo como cuando yo quiero”, asegura.  

Antes que un albergue, una vivienda 

Por ese motivo, Felipe hace hincapié en que “lo que hace falta es recoger a las personas que están en la calle y darles una vivienda digna, no meterlos en un albergue”. 

En esa misma línea insiste Caballol. “Uno puede insistir que las personas pueden salir de esta situación por sí solas, pero la ayuda que les damos es comida y techo, normalmente en alojamientos colectivos como albergues, en donde tienen muy restrictiva su libertad de movimiento”, detalla. 

Por eso, la pregunta es: ¿así cómo van a ser capaces de alquiler una vivienda o una habitación en Madrid? “Eso cuesta, cómo mínimo, 600 euros más los suministros, los meses de aval… Cuestión absolutamente imposible para estas personas”, concluye. 

“Lo que nos dicen las evaluaciones en todos los países de Europa es que con este sistema de alberguismo y de alojamientos colectivos, el problema no para de crecer”, explica Caballol. “Sin embargo, lo que también nos dicen las evidencias es que aquellos países que están apostando por viviendas sostenibles de manera continua, el sinhogarismo se reduce significativamente. 

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La solución, también asegura Sergio Mella, pasa “enseñarles a pescar” pero, a la vez, “darles el pez”. Es decir, para Mensajeros de la Paz, hay que “ofrecerles caridad pero también formación y oportunidades de salida para que estas personas puedan reinsertarse en la sociedad. Para que puedan buscar un empleo y llevar una vida plena”, termina. 

Los datos de la pobreza 

Oxfam Intermón alertaba ya en octubre de que la pandemia iba a provocar que las personas en riesgo de pobreza aumentaran en, al menos, 1 millón de personas. Lo que provocaría que en España la cifra total fuera de casi 11 millones de personas en riesgo de pobreza, pasando del 20,7% de la población antes de la COVID-19 al 23,07% tras los efectos del coronavirus. 

Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en el primer trimestre de 2020 había en España casi 438.000 familias con dos de sus miembros en paro, frente a las 384.000 de 2019 y las 365.000 de 2018.