Simone Biles vuelve: bronce en la prueba de barra de equilibrio

Simone Biles salud mental
Simone Biles | How Hwee Young (Efe)
Tiempo de lectura: 6 min

Simone Biles llegó a Tokio 2020 con el cartel de leyenda colgado de antemano. La gimnasta estadounidense, que ya contaba con cuatro oros y un bronce en Río 2016, tenía como objetivo lograr cinco oros con los que acercarse a Larisa Latýnina como la mujer más laureada de la historia olímpica. Sin embargo, durante la final por equipos, Simone Biles frenó su actuación. “No puedo subir ahí”, se escuchó decir. En zona mixta, tras ganar la plata con sus compañeras, explicó su decisión. Simone Biles antepuso la salud mental al deporte. “Debemos proteger nuestro cuerpo y nuestra mente, no solo hacer lo que el mundo espera que hagamos”.

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Aunque el miércoles 28 de julio anunció también que se retiraba de la competición individual, el 2 de agosto se hizo oficial que particparía en la prueba de barra en equilibrio del martes 3 de agosto, en la que se ha colgado la medalla de bronce.

Antes de eso, la joven de tan solo 24 años alertaba de cómo sentía miedo al competir. “Físicamente me siento bien, pero emocionalmente no estoy estable. Ser la estrella de los Juegos Olímpicos no es fácil. Siento que no disfruto tanto y que estoy más nerviosa cuando compito. Mi objetivo en los Juegos es centrarme en mi bienestar”, dijo.

Simone Biles: “Deberíamos salir a competir para pasárnoslo bien, pero a veces no es así”

En la conferencia de prensa posterior al abandono de la competición de equipos, Biles insistió en que “no pasa nada por dejar pasar una competición para centrarte en ti mismo”. “Nunca me había sentido así en una competición”, relató, “he intentado salir a pasarmelo bien, pero una vez en la pista he visto que no estaba mentalmente preparada”.

Simone Biles agradeció a sus compañeras su apoyo y comprensión. “No quiero costarle una medalla al equipo (…). Tenía la gente adecuada alrededor para hacerlo (retirarse de la competición)”. “Deberíamos salir a competir para pasárnoslo bien, pero a veces no es así”, subrayó.

Simone Biles y Osaka inciden en salud mental

Hasta la fecha, Simone Biles denotaba perfección y alegría. La imagen pública de la joven estrella estadounidense estaba ligada a movimientos utópicos para la mayoría de las personas, realizados al mismo tiempo con una sencillez ante la que se rendían grandes deportistas. Solo dos meses antes de Tokio 2020 se había atrevido con un salto que no había realizado una mujer: el Yurchenko, doble mortal carpado en el potro. 

Entre tanto, la cuatro veces campeona del mundo en suelo ha reiterado la necesidad de hablar de salud mental. Consciente de este poder, ha querido emular a la tenista Naomi Osaka, quien habló durante su retirada de Roland Garros de cómo sentía ansiedad cada vez que hablaba con los medios de comunicación. Tras contar sus sentimientos, agradeció a la japonesa su valentía para poder inspirar a otras compañeras.

Osaka se ha erigido en los últimos meses como una de las deportistas que han alzado la voz para explicar la presión que sienten en la élite. “Me siento incómoda porque es algo nuevo para mí y no tengo las respuestas. Espero que la gente se sienta identificada y entienda que está bien no estar bien y hablar de ello”, decía en la revista Time. Con 23 años, insistía en que los deportistas son humanos. «Tenemos una profesión privilegiada, pero no puedo imaginarme otra profesión en la que seas tan duramente escrutada”. 

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La presión del legado de Phelps y Bolt

Biles (Ohio, 1997), estaba llamada a tomar el relevo de Michael Phelps—quien precisamente contó su depresión una vez retirado—y Usain Bolt, las dos últimas leyendas olímpicas por sus éxitos en el medallero. En las horas anteriores a la competición ya advertía cómo se sentía al respecto: “A veces parece que no me afecta, pero no es fácil. Siento que tengo todo el peso del mundo sobre mis hombros”, decía en Instagram.

Lo hacía en la línea que ha seguido desde Río 2016, cuando los Juegos Olímpicos le situaron en el mapa del deporte. Posteriormente, explicó en diferentes entrevistas cómo durante los últimos años ha acudido al psicólogo cada dos semanas aproximadamente. 

Con naturalidad, narró su primera sesión. “No paraba de preguntarme cosas y yo no respondía a nada. Cuando me dijo por qué no lo hacía, le comenté que no estaba loca y que no necesitaba estar ahí. Quería huir pero me hizo ver que no tenía que sentirme loca”. 

El peso mental de los abusos de Larry Nassar

La presión deportiva no es el único factor que ha llevado a Simone Biles a proteger su salud mental a travñes del tratamiento psicológico. En enero de 2018, reconocía que había sido una de las gimnastas que sufrieron abusos por parte del ex médico Larry Nassar, condenado por abusar de centenares de niñas y adolescentes. 

Después de escuchar a sus compañeras durante meses, Simone Biles se sumó al #MeToo que llevó a Nassar a la cárcel. «La mayoría me conocen como una chica feliz, risueña y llena de energía. Últimamente me he sentido devastada, y cuanto más trato de acallar la voz dentro de mi cabeza, más alto grita. Ya no tengo miedo de contar mi historia”, decía en una publicación en redes sociales. “Soy una de las sobrevivientes. Me he prometido que mi historia será mucho más grande que esto». 

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2 Comentarios

  • Que gran aporte para todos sin importar la edad, yo estudio ésa Carrera"Psicología"y ahí uno se da cuenta que aún uno mismo necesita más de lo que piensas. Te felicito Simone billes.

  • A ver gente de Newtral, ser censores y corruptos por amor, no cobren nada de nada. Todo por amor, todo por ideales superiores comunistas...