Un estudio analiza los posibles sesgos por género o clase social a la hora de calificar a los alumnos

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Un estudio realizado en España y publicado por la Comisión Europea analiza los sesgos involuntarios de los profesores, en este caso 1.717 estudiantes de magisterio, a la hora de evaluar a alumnos de educación primaria. 

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El estudio, titulado Sesgos de los profesores en las evaluaciones según el estatus atribuido a los alumnos, se centra en cuatro variables de los alumnos: el género, el origen geográfico, la clase social y el capital cultural. Los investigadores analizan el impacto de estas variables en el corto y el largo plazo: en el corto, las calificaciones otorgadas a sus trabajos de redacción, y en largo, las expectativas de los profesores de que los estudiantes evaluados alcancen el bachillerato.

Los hijos de inmigrantes se ven beneficiados en el corto plazo y perjudicados en el largo 

En el corto plazo, es decir, evaluando redacciones escritas por estudiantes ficticios, de los que se proporcionan algunos datos, el estudio concluye que los profesores tienden a evaluar de forma más positiva a las niñas y a aquellos alumnos a los que atribuyen mayor nivel cultural.

Para establecer el nivel cultural, las redacciones presentadas a los profesores intercalan menciones a programas de televisión como ‘La Isla de las Tentaciones’ con referencias artísticas como cuadros de Monet. A pesar de que el criterio de evaluación debía ser estrictamente gramatical, las alusiones culturales percibidas “de alto nivel” se traducían en mejores calificaciones.

Además, las redacciones firmadas con nombres femeninos también tendían a ser evaluadas de forma más positiva, a pesar de ser el mismo texto que otras con nombre masculino. Los investigadores también han identificado que existe una “tendencia compensatoria” en las notas hacia los alumnos de origen inmigrante (con nombre y apellido marroquí, al ser la principal minoría étnica en España), que, sin embargo, se revierte en el largo plazo. Según el estudio, esta “tendencia compensatoria” se relaciona con la percepción de los profesores de que los alumnos de origen marroquí son una “minoría desaventajada que puede experimentar dificultades con el lenguaje”, y como consecuencia, compensan esa desventaja con notas más altas que las de la mayoría étnica con las mismas habilidades y contexto socio-económico.

Los alumnos de clase baja y origen extranjero tienen menos probabilidades de alcanzar el bachillerato, según los profesores 

Además de evaluar las redacciones de los alumnos, según el estudio, los profesores también establecieron sus expectativas de que cada uno de ellos llegue a cursar el bachillerato. En este caso, la “tendencia compensatoria” detectada en los hijos de inmigrantes en el corto plazo pasa a ser al revés, y los alumnos de origen familiar extranjero tienen menos posibilidades de alcanzar la educación no obligatoria, según las respuestas de los profesores.

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El mismo efecto se detecta en los alumnos a cuya familia se atribuye una posición baja en la escala social. Para establecer este criterio, uno de los datos aportados en los perfiles ficticios de los alumnos es el correo de contacto de las familias. Según el estudio, los niños cuyos padres escriben al centro desde la dirección de una empresa de pintura de casas tienen menos probabilidades de llegar a bachillerato que los hijos de los padres que escriben desde el correo de una notaría.

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