El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, aseguró en una entrevista recogida y traducida por El País que debido a la invasión rusa en Ucrania y el apoyo de la OTAN “existían riesgos de una guerra nuclear”. Además, Lavrov hizo un paralelismo y comparó la situación internacional actual con la crisis de los misiles de Cuba de 1962.
Aquel fue un momento determinante en la Guerra Fría que enfrentó de forma más directa a Estados Unidos y la Unión Soviética (URSS). Estas superpotencias se amenazaron mutuamente colocando misiles con capacidad nuclear en puntos estratégicos para ejercer presión. Estados Unidos los puso en Turquía, y la URSS en Cuba. No obstante, sus dirigentes políticos resolvieron el conflicto por la vía diplomática. El profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad CEU San Pablo, Antonio Alonso, asegura que las reglas del juego fueron distintas en la crisis de los misiles de Cuba.
“Lavrov no cita esta crisis de los misiles tanto porque a él se le ocurra esa idea, sino señalando la diferencia fundamental que existe entre ese momento y este. Es una queja que Rusia lleva poniendo sobre la mesa desde hace, por los menos, unos 15 años”, explica. De hecho, el propio Lavrov detalló que en aquel momento había reglas claras, mientras que ahora no.
Lavrov compara con la crisis de los misiles el envío de armas de Occidente
Alonso afirma que para Lavrov existen similitudes y diferencias con la crisis de los misiles de Cuba de 1962. Las semejanzas para Rusia son que Occidente, pero más en concreto Estados Unidos, está mandando armas y equipamiento militar a Ucrania, por lo que se ven “rodeados”.
“Estados Unidos lanzó un globo sonda para ver qué sucedería si intentan mandar armas nucleares a Ucrania. Además, el secretario de Estado de Estados Unidos, Anthony Blinken, ha hecho una entrega de armas importante a Ucrania, aunque no son nucleares. Y con este cúmulo de acontecimientos, Rusia advierte de que eso lo tomarán como un gesto inamistoso. En el lenguaje bélico en el que estamos, un gesto inamistoso puede llegar a significar una declaración de guerra”, desarrolla Alonso.
No obstante, también hay diferencias con la crisis de los misiles de 1962. Incluso para Lavrov. La queja del ministro de Asuntos Exteriores y por la que saca a relucir la crisis de los misiles tiene que ver con el cambio en la política internacional que llegó de la mano de la presidencia de George W. Bush (2001-2009). Esto sucede con la invasión de Irak. “A partir del 2003, Rusia empieza a darse cuenta de que se ha acabado el derecho internacional y de que se están imponiendo unas nuevas normas internacionales en las que el país no ha participado”, explica Alonso.
Del ‘derecho internacional’ al ‘orden internacional basado en normas’ tras la crisis de los misiles de Cuba
Esta sensación de exclusión viene derivada de las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial. Tras el conflicto, los vencedores definieron las normas de derecho internacional. Entonces, los cinco miembros permanentes (Estados Unidos, URSS, China, Reino Unido y Francia) iban al Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y determinaban estas normas. No obstante, esto cambia en 2003.
Alonso afirma que tras ese año, “Rusia tiene la sensación de que han cambiado las reglas del juego a mitad de partida”. Y añade: “Quien define las reglas del juego a partir de ese año es unilateralmente Estados Unidos. Entonces, tanto Estados Unidos como la Unión Europea sustituyeron en todas las declaraciones la expresión ‘derecho internacional’ por una nueva: orden internacional basado en normas”.
El experto asegura que esto hace que Rusia cuente con el apoyo de China. “Lavrov señala la crisis de los misiles del 1962 porque entonces existían unas normas que eran conocidas por todos, habían sido establecidas por todos, y todos las respetaban. Y era más fácil el entendimiento. Ahora, para Rusia, han sido decididas unilateralmente por Occidente (Estados Unidos y UE), y Rusia sabe que en la lucha contra el nuevo orden global basado en normas, decididas por UE y Estados Unidos, tiene el respaldo de China”.
El envío de armamento que propició la crisis de los misiles de Cuba de 1962
La crisis de los misiles de Cuba se produjo en octubre de 1962. Previamente, en 1957, la OTAN estableció en Turquía, país limítrofe con repúblicas de la URSS, una serie de misiles en secreto. Con ellos podrían haber llegado a San Petersburgo, Moscú o Kiev, ciudades importantes para la URSS del momento. Aun así, los servicios secretos soviéticos lo descubrieron y decidieron enviar cabezas nucleares a Cuba, también en secreto.
Alonso explica que John F. Kennedy, el presidente de Estados Unidos durante la crisis, descubrió los planes de la URSS un tiempo después. En respuesta, ordenó un bloqueo marítimo para impedir que siguieran llegando misiles a Cuba. “La tensión incrementó, pero también hubo una intensa negociación diplomática”.
El experto explica que la vía diplomática triunfó por dos vías. Por un lado, se puso lo que se llamó un ‘teléfono rojo’ entre el Kremlin y la oficina del presidente de Estados Unidos y, por otro lado, se acordó retirar los misiles. Tanto los que eran públicos y que se conocían, los de Cuba, como los secretos, que eran los misiles en Turquía. “De tal manera que Jrushchov queda como débil porque se ha retirado y Mao se lo echa en cara. En ese momento China (y el resto del mundo) no sabía lo de Turquía”, apunta Alonso.
- Entrevista a Serguéi Lavrov, recogida por El País
- Presidencia de George W. Bush en la página web de la Casa Blanca
- Antonio Alonso, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad CEU San Pablo
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