El señor de los anillos vuelve a los titulares gracias al estreno de las primeras imágenes de la serie que Amazon tiene pendiente estrenar el próximo septiembre, pero en paralelo a esa expectación hay una guerra de pujas por otro tipo de adaptaciones del universo de la Tierra Media: películas y videojuegos.
La revista Variety informó esta semana que Saul Zaentz Co. ha puesto a la venta el conjunto de derechos de las publicaciones de J.R.R. Tolkien que adquirió en los años 70. El precio estimado podría superar los 2.000 millones de dólares, una cifra que Amazon estaría más que dispuesta a pagar teniendo en cuenta lo que ya ha invertido en su serie, la más cara de la historia.
Los libros de J.R.R. Tolkien se han adaptado en todo tipo de formatos, incluyendo películas de animación y programas de radio. Y desde los años 70, también en forma de videojuegos, aunque ninguno ha recibido la aclamación que recibieron en su momento las tres películas de Peter Jackson, de lejos las adaptaciones más populares de Tolkien.
Las decepciones de esas producciones de videojuegos se entienden mejor a través de los caminos escabrosos que han tenido que recorrer sus desarrolladores, moviéndose entre entramados de licencias complicados, politiqueo de despachos, y millones y millones de dólares en juego.
Unas licencias inusuales
El punto de partida de la historia de las licencias de derechos de Tolkien se remonta a 1968. Ese año, el escritor vendió a la productora United Artists (UA) parte de los derechos de dos de sus trabajos literarios más importantes hasta la fecha, El hobbit y El señor de los anillos.
- Saul Zentz Co. compraría ese mismo paquete de licencias años después, aunque UA mantuvo derechos de distribución de El Hobbit. Esa es la razón por la que la trilogía de El Hobbit va precedida del logo del león de Metro-Goldwyn Mayer, pues son los dueños de UA y ejercieron sus derechos para coproducir las tres películas de Peter Jackson.
Que Tolkien vendiera solo parte de los derechos de esos dos trabajos es importante porque las formas en las que se han adaptado las historias, conceptos y términos escritos en ellos han sido motivo de litigio.
- Por ejemplo, Variety menciona que Saul Zentz Co. puede explotar los derechos de El señor de los anillos y El hobbit en forma de películas, videojuegos, merchandising, eventos en vivo y parques temáticos.
- Por eso hay agua, vino y miel de la Tierra Media, bicicletas de Rivendell o tours guiados por el set de rodaje de Hobbiton [el pueblo de los personajes protagonistas Bilbo y Frodo Bolsón].
Pero los videojuegos son un asunto algo más complejo tal y como se comprobó en una demanda 80 millones de dólares que The Tolkien Estate presentó en 2012 contra Warner Bros., productora de la trilogía de El señor de los anillos de Jackson.
- The Tolkien Estate alegaba que Warner Bros. había excedido los términos de su licencia al usar los trabajos literarios como inspiración para máquinas tragaperras y videojuegos online, no precisamente ‘merchandising tangible’.
- La demanda se resolvió fuera de juicio en 2017.
Películas vs. videojuegos
Las batallas por definir qué licencias tenía cada compañía es una historia recurrente de los derechos de Tolkien, pero el mejor ejemplo se dio cuando la película de Jackson El señor de los anillos: La comunidad del anillo ya estaba en producción.
- Hasta ese momento ya se habían producido algunos videojuegos que adaptaban las novelas de Tolkien, pero ninguno se convirtió en un superventas pese al relativo éxito que sí habían tenido las películas animadas estrenadas entre 1977 y 1980.
Cuando New Line Cinema y Jackson empezaron a trabajar en la trilogía cinematográfica de El señor de los anillos, Electronic Arts compró los derechos para adaptar las películas en forma de videojuegos. Al mismo tiempo, Sierra Entertainment se hizo con los derechos literarios para adaptar El Hobbit a videojuego.
- Eso significaba que Sierra tenía que evitar por todos los medios que los personajes, los escenarios e incluso la música de su videojuego se parecieran a lo que Jackson estaba haciendo con sus películas.
“No podíamos usar nada que saliera de los libros y que fuera específicamente una representación de lo que Jackson y esos actores estaban haciendo. No sé muy bien por qué las licencias se dividieron de esa forma”, dijo Rafael Brown, un diseñador que trabajó en el videojuego de El hobbit de Sierra en una entrevista con Polygon.
Cualquier conflicto entre película y videojuego tenía que resolverse antes de la publicación de El hobbit de Sierra. Esos problemas pasaron a definirse como ‘contaminación de película’.
“El equipo de arte había estado diseñando Hobbiton y les habíamos enviado algunos trabajos a la gente de Tolkien para que los revisaran”, contaba hace unos años el diseñador Paul Reed a Polygon. “Recibimos notas y comentarios detallados, incluyendo una petición firme para quitar todos los tomates de Hobbiton debido a ‘contaminación de película’. Resulta que los tomates son una cosa del Nuevo Mundo y no hay ninguno en la Tierra Media pese a lo que te quieran hacer creer los que han hecho las películas. Los del equipo de arte estaban un poco picados con este asunto y se cerraron en banda con el vegetal infractor. Quitar los tomates habría llevado más tiempo y no pensaban que el impacto en sus horarios mereciera invertirse en algo relativamente trivial (para ellos, al menos). Finalmente, llegamos a un acuerdo con la gente de Tolkien y convertimos los tomates en bayas enormes”.
El otro problema para Sierra y sus desarrolladores tenía que ver con The Tolkien Estate. Quienes trabajaron en el proyecto dicen que una de las partes más complicadas fue la colaboración con Christopher Tolkien, el hijo menor de Tolkien que durante años gestionó su patrimonio y publicó varios trabajos póstumos del escritor.
- Cada vez que diseñaban un escenario, como con algunos castillos de árbol en Rivendell, debían recibir aprobación de The Tolkien Estate, lo que a veces les obligaba a tirar a la basura bocetos en los que habían invertido meses.
Presión económica
El otro frente desafiante para los videojuegos que se han desarrollado hasta la fecha es el de desarrollar un proyecto a la altura de la envergadura de la Tierra Media —y el precio de los derechos necesarios para hacerlo.
- Por ejemplo, Electronic Arts tenía un trabajo más sencillo porque sus videojuegos debían ceñirse a las adaptaciones de Jackson, con lo que sus producciones más ambiciosas a nivel de recursos solían ser títulos de acción que recreaban las escenas de los filmes.
- El señor de los anillos: El retorno del rey para PC y consolas como PlayStation 2 y Xbox fue un éxito de crítica y público.
Otros títulos de EA como El Señor de los Anillos: la Tercera Edad tuvieron que adaptarse a las licencias de formas más originales: idearon una trama por la que los protagonistas fueran personajes que nunca intervinieron como tal en las películas, sino que podían haber aparecido en el fondo de alguna batalla o secuencia concreta.
- En términos de jugabilidad, La Tercera Edad era prácticamente un calco de lo que ya habían hecho superproducciones de sobrado éxito como Final Fantasy X. Pocos riesgos para adaptar unos trabajos que lo pedían a gritos.
En cambio, El hobbit de Sierra se vio influido por líderes que querían estrenar el título más comercial posible, lo que acabó por dejar en la baraja de descarte las opciones más arriesgadas del equipo de diseño.
- El resultado final fue un videojuego para niños que dejó en el tintero las ambiciones de rol y exploración que habrían convertido a El hobbit en un título diferente a otras franquicias ya existentes en el mercado.
El único videojuego que adapta Tolkien y ha conseguido evitar la mayoría de estos problemas es La Tierra Media: Sombras de Mordor, un título de 2014 creado bajo la bandera de Warner Bros. que contó con el beneplácito de Middle Earth Enterprises (propiedad de Saul Zentz Co.).
- El videojuego imagina una trama que transcurre entre los eventos de El hobbit y El señor de los anillos, pero que también bebe del imaginarium expandido en los apéndices de Tolkien, lo que permitió a los guionistas explorar nuevas historias y formas de jugabilidad siempre bajo consulta de los administradores de los derechos del escritor británico.
Una nueva era
Con el estreno de la serie de Amazon y la puesta en venta de los derechos por parte de Saul Zentz Co., las adaptaciones a videojuego de las historias de Tolkien podrían entrar en una nueva era desconocida hasta el momento, quedando el legado de las películas de Jackson relegado a un segundo plano.
De hecho, Amazon es uno de los jugadores favoritos para llevarse esos derechos a casa. Y hay al menos cuatro curiosidades que hacen más probable esa resolución:
- Amazon está en proceso de comprar Metro Goldwyn Mayer, que tiene los derechos de distribución de cualquier adaptación cinematográfica de El hobbit como ya se vio con la trilogía de Jackson.
- Amazon no compró los derechos de adaptación televisiva de El señor de los anillos o El hobbit de Saul Zentz Co., sino que aprovechó una laguna del contrato original para comprar los derechos a adaptar unos apéndices a The Tolkien Estate —Tolkien no había vendido los derechos para una producción televisiva más larga de ocho episodios.
- Christopher Tolkien, una de las figuras más antagonistas con las adaptaciones de los trabajos de su padre, abandonó el liderazgo de The Tolkien Estate en 2017, el mismo año en el que Amazon compró los derechos para su adaptación televisiva por 250 millones de dólares. Christopher falleció en 2020.
- Los nuevos gestores del patrimonio de Tolkien parecen más adeptos a los nuevos proyectos que se inspiran en la Tierra Media y hay referencias no confirmadas de que Amazon cuenta con los derechos para adaptar ciertas partes de El Silmarilion, una novela que en los últimos años The Tolkien Estate había mantenido guardada bajo llave.
Los próximos meses serán clave para determinar quién compra los derechos de Tolkien, por cuánto y con qué propósito. Pero viendo los avances tecnológicos en la industria de los videojuegos y las posibilidades que ofrecen para plasmar la Tierra Media en el medio, el próximo capítulo de Tolkien en los videojuegos sin duda se plantea como el más prometedor hasta ahora.
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