En medio del auge de la iniciativa de implementar la jornada laboral de cuatro días, con el anuncio de la convocatoria del Ministerio de Industria para repartir 9,6 millones en ayudas a pymes que la pongan en marcha y con la prueba piloto llevada a cabo en Valencia con cuatro lunes festivos seguidos, cabe preguntarse: ¿qué pasaría si la semana de cuatro días decide aplicarse en el ámbito escolar?
En Estados Unidos, la semana escolar de cuatro días está ganando fuerza. En la actualidad, hasta 850 distritos escolares tienen implementada ya esta jornada, frente a los 650 de 2019, según los datos que la Universidad de Oregón le ha proporcionado a Axios.
¿Dónde se aplica la semana escolar de cuatro días y cómo funciona?
En Estados Unidos, la semana de cuatro días se limita principalmente a las escuelas de los distritos rurales occidentales, aunque a raíz de la pandemia de COVID-19 esta tendencia se ha ido imponiendo también en las áreas metropolitanas. Casi 60 distritos escolares de Texas y cerca de una cuarta parte de los del estado de Misuri ya lo han implementado o lo han aprobado para el próximo curso académico. De la misma forma, los distritos suburbanos y áreas metropolitanas de Denver (Colorado), Phoenix (Arizona) y San Antonio (Texas) también están iniciando la transición hacia este nuevo modelo de enseñanza, según indica Axios.
Las escuelas que están aplicando este sistema cierran los viernes, aunque algunas apuestan por cerrar los lunes, y compensan las horas no realizadas con jornadas escolares más largas. En ciertos casos ofrecen guardería o actividades durante los días en que la escuela permanece cerrada, por los que las familias deben pagar, según Axios.
¿Cuáles son las razones para reducir la semana escolar?
La mejora del rendimiento académico de los estudiantes no es el motivo que impulsa esta iniciativa. Son la reducción de costes y la adaptación a la escasez de docentes las principales razones que han llevado a apostar por esta reducción de la semana escolar, según publica Axios.
Las escuelas estadounidenses han experimentado con las semanas escolares de cuatro días desde la década de 1930, reactivando el debate acerca de los beneficios de implementar esta iniciativa tras la crisis del petróleo de la década de 1970 y a raíz de la crisis financiera de 2008. Ahora, el contexto de pandemia de COVID-19, con la adaptación a modelos de aprendizaje híbridos y el estrés adicional para profesores, estudiantes y familias, ha incidido en la predisposición de algunos distritos a adoptar estos cambios, según apunta The Guardian.
En conversación con Newtral.es, Carmen Pellicer, presidenta de la Fundación Trilema y experta en Educación, explica que este tipo de decisiones “no se toman como algo positivo, en beneficio del alumnado, sino porque hay una carencia importante de profesores en secundaria, especialmente las áreas de ciencias, y no hay profesores suficientes para impartir la jornada completa”.
¿Sería viable esta medida en España?
“En la escuela, desde luego, generalizar esto [la semana escolar de cuatro días] es bastante inviable en España”, asegura Pellicer, quien añade que “no es una cosa que ni a corto ni a medio plazo vayamos a contemplar”.
En primer lugar, porque además de “lo que supone en pérdida de aprendizaje para el alumnado”, como señala la experta, “que las escuelas cierren un día sería un tremendo problema para la conciliación familiar y personal”. Esto será así “mientras no se generalice una jornada laboral de cuatro días en todo el empleo, no solamente en el empleo público, sino también en el privado, pues para las familias, sobre todo para las que no tienen posibilidades de otro tipo de medidas para el cuidado de los hijos, sería un tremendo problema”.
Además, en España hay “un periodo vacacional muy largo comparado con otros países, tenemos más de dos meses de vacaciones en verano, y acortar las semanas supondría también acortar las vacaciones”. Esto, según la experta, supondría un problema por “el calor y las condiciones climatológicas” por las que se caracteriza el país en esa época.
¿Cuáles son sus implicaciones?
La implementación de la semana escolar de cuatro días, motivada por el ahorro de costes, así como por la intención de reducir las ausencias de los estudiantes y atraer a más profesores, cuenta, entre sus ventajas, con un menor agotamiento de los estudiantes y un mayor tiempo en familia para maestros y alumnos, señala Axios. Sin embargo, los expertos alertan de los efectos negativos que esto puede ocasionar en el rendimiento académico de los estudiantes.
Un estudio llevado a cabo en 12 estados estadounidenses por Paul Thompson, profesor de economía en la Universidad Estatal de Oregón y estudioso de las políticas de semanas escolares de cuatro días, desveló reducciones de los logros tanto en Matemáticas como en Lengua en aquellos distritos en los que se había implementado esta medida. Estos hallazgos también han sido corroborados por otro estudio posterior, en el que, además, se observó un mayor absentismo y menores tasas de graduación a tiempo.
- Carmen Pellicer, presidenta de la Fundación Trilema y experta en Educación
- Axios
- The Guardian
- Only a matter of time? The role of time in school on four-day school week achievement impacts. Estudio de Paul N. Thompson
- Impacts of the four-day school week on high school achievement and educational engagement. Estudio de Paul N. Thompson, Emily J. Tomayko, Katherine B. Gunter y John Schuna Jr