“No soy buen padre ni he sido buen marido; no sirvo para eso que me pedís”. Así cierra el humorista Eugenio la película Saben aquell, que cuenta la historia de su matrimonio con Conchita y sus primeros años de carrera.
Sinopsis. El filme está dirigido por David Trueba y protagonizado por David Verdaguer y Carolina Yuste (nominados ambos a los premios Feroz). Se centra en los comienzos del humorista catalán, el éxito posterior y la relación con su familia y es un retrato bastante fiel de aquellos primeros años. Repasamos su historia real en Fact-Fiction.
Los inicios de Eugeni y Conchita como dúo en Saben aquell
El filme arranca con los primeros compases de Els Dos, el dúo de Eugeni y su entonces mujer, Conchita, que intentan hacerse un hueco en la noche barcelonesa. Ninguno de los dos se dedicaba profesionalmente a la canción:
- “Mi madre [Conchita] fue a Cataluña a estudiar y a abrirse camino en la vida. Se casó con mi padre [Eugeni] en los 70 y los dos siguieron con sus profesiones: él de joyero y ella de delineante. Pero deciden compaginarlas con la pasión de mi madre, que era cantar”, comenta Gerard, uno de sus hijos, en el documental Eugenio (Jordi Rovira, Xavier Baig).
En esa época, llegan a grabar varios discos y se presentan al festival de TVE para elegir la canción que representaría a España en Eurovisión en 1970, aunque acabaron perdiendo (el elegido ese año fue Julio Iglesias), como recuerdan en la televisión pública.
- Un dato curioso. Aunque ellos solían cantar en catalán (siendo Conchita andaluza), su propuesta para el festival fue “en castellano, claro”, como dice su mánager en Saben aquell. La canción se llamaba Balada del Maderero, explican en la promotora La Fonoteca.
El germen del humor. En una de sus actuaciones, a Eugenio le da por contar chistes, la mayoría inspirados en anécdotas personales, y al público le gusta. Tanto, que el propietario del local en el que solían actuar (el KM) le aconseja que reorienten su espectáculo:
- “El contrato que les hice fue de un mes y acabaron estando más de cinco. Conchita y Eugenio tenían un repertorio muy corto y me di cuenta de que él contando chistes tenía un gancho especial. Al principio, él me dijo que la gente iba a escuchar canciones, no tonterías”, cuenta Amadeu Molins en el documental Eugenio.
En todo este tiempo fue clave también el Sausalito, un pub de Barcelona del que la pareja se hizo copropietaria y se convirtió “en el laboratorio” de Eugenio para sus espectáculos, como explica su hijo también en el documental.
La reconversión de Eugenio al humor, resultado de una “concatenación de accidentes”
A partir de ahí, la carrera del entonces músico empieza a cambiar. Aquello coincide con la ausencia de Conchita, que tiene que volver por un tiempo a Aracena (Andalucía), su tierra natal, porque su madre está enferma, como también refleja Saben aquell. Durante ese periodo, Eugenio sigue contando chistes y acaba teniendo bastante éxito.
Por esa “concatenación de accidentes” que le llevaron a la fama, como los define Trueba en una entrevista en El cine en la SER, pasa también su salto a la tele:
- “A partir de la muerte de Franco, empiezan a subirse al escenario personas que no tienen un guion y comienza la improvisación con otros espectáculos que no existían hasta ese momento. La tele se nutre de esa gente y Eugeni ya era muy conocido en Barcelona cuando le invitan al primer programa”, explica el director.
El primero de todos fue Cosas, un programa emitido en TVE, como se cuenta en la cinta, que se hacía en Madrid y Barcelona y estaba presentado por Joaquín Prat y Mónica Randall. La propia presentadora asesoró al director y participó en Saben aquell.
Los guiños de Saben aquell a la España de la Transición
El filme está repleto de referencias a la España de la época: los últimos años del Franquismo y el comienzo de la democracia. También aparecen personajes y programas míticos: Nino Bravo con Un beso y una flor, Massiel, la muerte de Cecilia o el auge del Un, dos, tres.
- Pero la transición hacia esa libertad artística no condicionó sobremanera los shows de Eugenio. Su mánager lo tenía claro. “Empezó la época del destape y yo le dije: ‘Eugeni, tú de esto, nada; ni sexo ni política. Eres un hombre serio para que te pueda escuchar toda la familia, ese es tu éxito’”, cuenta también en el documental.
El protagonismo de Conchita y el papel de Eugenio como padre
Saben aquell también gira en torno a la propia Conchita, “que representa algo muy común en la España del pasado: las mujeres inteligentes con mucho talento que acaban realizándose a través de sus hijos o de sus maridos y sometidas a una línea de sombra que las hace permanecer apartadas”, explica Trueba en eCartelera.
La paternidad. Durante el ascenso del cómico al estrellato, Conchita es la que se hace cargo, prácticamente en todo momento, de sus hijos. Malen Muller, amiga de la artista, lo cuenta en Eugenio:
- “Había momentos en los que cantaba menos porque iba ahogada. Por la mañana tenía a los niños, se iba en el autobús a darse quimio, volvía para hacer la comida y, por la noche, a cantar al Sausalito”.
- “Mi madre era mucho más responsable que mi padre y sabía que tenía que llevar a sus hijos al colegio, vestirlos…”, apunta también Gerard.
La muerte de Conchita. Finalmente, ella muere en su casa en mayo de 1980, coincidiendo con la comunión de uno de sus hijos, como se ve en la película. “Entierran a mi madre y esa noche él tenía una actuación en Valencia. Cogió el coche y tuvo la sangre fría de subir al escenario y dedicarle esa actuación a mi madre”, dice Gerard.
- Un detalle. Al final de la película se ve cómo Eugenio hace un retrato de Conchita en un cuaderno de notas que se lleva a ese bolo. En una entrevista en TV3, Gerard contó que él había pintado “toda la vida” e incluso estudió “dibujo y diseño de joyas”.
- Documental ‘Eugenio’ (Jordi Rovira, Xavier Baig)
- La Fonoteca
- Archivo de RTVE
- El cine en la SER
- eCartelera
- TV3