Sólo hay una nave tripulada en servicio en EE.UU. Y es de Elon Musk. La escalada de tensión entre el presidente Donald Trump y el hombre más rico de la Tierra amenaza con trasladarse a la NASA y SpaceX. Una ruptura formal entre las dos entidades, lideradas por los que fueran amigos y cooperadores hasta hace días, desencadenaría una crisis sin precedentes en el programa espacial estadounidense.
Tras las críticas de Musk al proyecto de ley fiscal de Trump, el mandatario amenazó con cancelar los contratos gubernamentales de NASA con SpaceX y de Defensa con Starlink. En respuesta, Musk anunció la desactivación inmediata de la cápsula Dragon.
Aunque Musk posteriormente suavizó su postura, el incidente ha puesto de relieve la dependencia que la NASA tiene de SpaceX. ¿Pero es posible una ruptura total entre ambas? ¿Qué se juegan las dos?
🛰️ Transporte a la EEI en riesgo tras la ruptura entre NASA y SpaceX
La cápsula Crew Dragon de SpaceX es actualmente el único vehículo estadounidense operativo para llevar astronautas a la Estación Espacial Internacional (EEI). La alternativa, la cápsula Starliner de Boeing, ha tenido fallos y aún no está homologada para vuelos regulares. Sin la Dragon, la NASA dependería exclusivamente de las cápsulas rusas Soyuz, algo impensable a corto plazo. Pero, ¿está dispuesto Trump a usar esta ruptura entre NASA y SpaceX para volver al mirar a Rusia en materia espacial, tras congelarse la colaboración en 2023?
🚀 Freno al cohete retornable Falcon 9
Gracias a la financiación de la NASA, SpaceX desarrolló el cohete Falcon 9, que comenzó a enviar carga a la EEI en 2012. Sólo así se explica su posición en el mercado de lanzamientos espaciales. Ahora, una ruptura podría frenar su evolución y nuevos desarrollos.
🌕 La vuelta a la Luna, en pausa
SpaceX es responsable del desarrollo del módulo de aterrizaje lunar Starship HLS para la misión Artemis III, prevista para 2027. Los recientes fallos en las pruebas de esta nave de Musk y la incertidumbre contractual podrían retrasar aún más el regreso de astronautas estadounidenses a la Luna.
Esto se suma al reciente descabalgamiento del cohete SLS-1B de la NASA, sucesor de los míticos Saturn que pusieron a los primeros astonautas en la Luna. Parecía que Musk había ganado la batalla a la ingeniería pesada de Boeing, responsable de este megacohete. Con la empresa caída en desgracia, el pasado mayo se anunció que el SLS tocaba a su fin por razones económicas. ¿Estamos ante un giro inesperado de guion? ¿Si la ruptura entre NASA y SpaceX es total, se desempolvaría el proyecto del SLS?
🪐 La misión a Titán (Saturno), en peligro
SpaceX es el principal proveedor para el lanzamiento de misiones científicas, incluyendo el proyecto Dragonfly, que enviará un dron a la luna Titán de Saturno.
Sin alternativas viables: SpaceX es ahora mismo casi monopolística en lanzamientos espaciales. En 20 años, la empresa de Elon Musk se ha puesto a la cabeza, sobre los tradicionales Boeing, Lockheed y Northrop Grumman. Aunque Boeing ha intentado postularse como alternativa, sus recientes fracasos la mantien lejos de poder liderar encargos.
Otras empresas como Blue Origin (Jeff Bezos) y United Launch Alliance están desarrollando vehículos como New Glenn y Vulcan, respectivamente. Sin embargo, estos aún no han demostrado la fiabilidad y capacidad operativa de SpaceX, lo que limita las opciones de la NASA a corto plazo.
Sin administador: La ruptura con SpaceX también ha tenido consecuencias políticas, como la retirada de la nominación de Jared Isaacman, respaldado por Musk, para dirigir la NASA.
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¿Nadie puede plantar cara al Falcon 9 de SpaceX? Sí:
- El cohete Neutron de Rocket Lab.
- El cohete Alpha de Firefly (la segunda empresa privada en aterrizar con éxito en la Luna).
- A ellos se podría añadir a más largo plazo Bill Gates con su pequeña incursión en la industria espacial. Stoke Space tiene un cohete reutilizable llamado Nova y que seguramente estrene en 2026.