La invasión rusa de Ucrania dividió el vestuario del circuito femenino del tenis en el momento de su estallido, y casi un año y medio después la situación es aún más tensa entre las protagonistas. “Nunca había vivido tanto odio”, dijo recientemente la número 2 del mundo, Aryna Sabalenka. Ella, junto a otras once tenistas rusas y bielorrusas del Top-100 del ranking WTA, están en el centro del debate por su postura en la guerra. Enfrente, cuatro ucranianas con la más reivindicativa, Marta Kostyuk, abucheada por el público de Roland Garros por negarse a saludar a la bielorrusa.
Pocas semanas después del estallido de la guerra, Wimbledon vetó a tenistas rusos y bielorrusos y la Federación Internacional eliminó sus banderas de toda representación, tanto en los rankings como en los actos donde habitualmente se muestran símbolos nacionales. Desde entonces, compiten bajo bandera neutral.
La enorme presencia de tenistas con este origen en el ranking provoca numerosos enfrentamientos en todos los torneos del circuito. Las apelaciones a la guerra en las ruedas de prensa son constantes, y en Roland Garros se ha puesto de manifiesto una tensión creciente que también se ha trasladado al público, que ve como una falta de respeto que las tenistas ucranianas no quieran saludar a las rusas.

Aryna Sabalenka, en el centro del conflicto
La primera ronda de Roland Garros ya dejaba entrever un Grand Slam tenso. Aryna Sabalenka, quien puede acabar el torneo francés siendo la número 1 del ranking WTA, tenía todas las miradas en su discurso por falta de contundencia ante el conflicto. En estos meses, la bielorrusa ha contestado de todas las maneras posibles, sin llegar a condenar la invasión de Ucrania, mientras en el vestuario señalan su cercanía a Aleksandr Lukashenko. “Sus palabras no ayudan”, dice públicamente.
Lukashenko ha aprovechado el éxito de Sabalenka en el circuito, incluido su primer Grand Slam en Australia 2023, para presumir de Bielorrusia. “No tengo nada que ver con la política”, ha insistido la tenista en varias ocasiones, pese a que en 2020 mostró su apoyo al primer ministro. “No puedo controlar lo que él comenta. Si los ucranianos me odian, ¿qué puedo hacer? Si son felices odiándome, pueden hacerlo”.
La tibieza con la que Sabalenka responde a las preguntas que se refieren a la guerra ha convertido sus ruedas de prensa en Roland Garros en otro foco de atención, provocando un enfrentamiento con un periodista y su ausencia en tercera ronda por “salud mental”.
Kostyuk contra Sabalenka y el público de Roland Garros
Tras ganar a Marta Kostyuk, en primera ronda, el público de la Philippe Chatrier abucheó a la ucraniana por negarle el saludo a la bielorrusa. “Quiero ver la reacción de esta gente dentro de diez años, cuando la guerra haya terminado. No se sentirán muy bien por lo que han hecho”, decía Kostyuk en rueda de prensa. “Ninguna de las tenistas ucranianas puede volver a casa. Deberíamos tener el apoyo de todos los torneos”, lamentaba. La gente debería sentirse avergonzada, pero no es mi asunto”, concluía.
Los abucheos trasladaron el debate al postpartido. La ganadora, Aryna Sabalenka, trataba de evitar las preguntas sobre la guerra en Ucrania, pero preguntada por su mensaje como mejor tenista del mundo, apelaba al odio que le podían tener sus compañeras ucranianas. “No quiero probar a nadie si soy buena o mala persona”, decía.
Insistida por el conflicto, Sabalenka actuó con contundencia. “Lo he dicho muchas veces: nadie en este mundo apoya a la guerra. ¿Cómo se puede apoyar una guerra? ¿Por qué tengo que alzar la voz y decir cosas? Por supuesto no apoyamos la guerra, si pudiéramos pararla lo haríamos, pero desafortunadamente no está en nuestras manos”.
Kostyuk reaccionó a estos comentarios de Sabalenka. “Ella nunca ha dicho que personalmente apoye esta guerra, pero sinceramente siento que les deberíais preguntar a estos deportistas otras cosas. Deberías preguntarles quién quiere que gane la guerra y ver si se atreven a decir que Ucrania”, decía irónicamente. “Me consta que hay tenistas que apoyan esta guerra así que debería hablar por sí misma”.
La ucraniana fue aún más contundente cuando fue preguntada por la “difícil posición” de Sabalenka respecto a la presión que puede recibir. “Puede ser la número 1 de uno de los deportes más conocidos del planeta. Solo con hablar alto puede influir en las estadísticas de rusos que apoyan la guerra. Alguien como Aryna, que puede hablar en el New York Times, Washington Post, BBC, CNN… no puede rechazar su responsabilidad respecto a una de las grandes causas de la actualidad. Yo nunca he dicho que odie a Sabalenka, pero no puedo respetarla”.

Elina Svitolina: “Este conflicto toca muchas áreas, incluido el deporte”
La tercera ronda de Roland Garros también tuvo como protagonista a otra ucraniana, Elina Svitolina, quien se negó a saludar a la rusa Blinkova. “Seguimos el ejemplo del Gobierno de no dar la mano. Imagina las personas que están en primera línea de guerra y que me ven dando la mano a una rival rusa como si no estuviera pasando nada. Represento a mi país, tengo voz, y la uso para mostrar mi posición. Lo que Rusia hace en nuestro país es terrible y este conflicto toca muchas áreas, incluido el deporte”, decía en rueda de prensa.
Preguntada por si le gustaría que sus compañeras rusas y bielorrusas alzaran la voz contra la guerra, Svitolina respondió: «Me encantaría, y creo que a todas las ucranianas nos gustaría escuchar algo así». El camino de Svitolina en Roland Garros ha estado marcado por estos enfrentamientos. En su camino hacia la lucha por el título se ha cruzado con las rusas Anna Blinkova y Kasatkina, y más tarde con la bielorrusa Sabalenka.
Precisamente este martes se daba el duelo más esperado. Sabalenka venció a Svitolina para meterse en semifinales. Al terminar el encuentro, la bielorrusa esperó en la red a la ucraniana aún sabiendo que ésta no le saludaría, algo que, de nuevo, despertó los pitos del público francés y la reacción de la ucraniana.
Svitolina vio el gesto de Sabalenka como una falta de respeto pero insistió en mantener sus ideas. “No quiero gustar a la gente, no voy a intentar ganarme la simpatía de la gente traicionando mis creencias y la posición sobre mi país”, dijo, pidiendo sanciones a Sabalenka por saltarse las ruedas de prensa sin ser sancionada. Con la eliminación de Svitolina no habrá más enfrentamientos entre jugadoras de ambas regiones en Roland Garros.

Kasatkina y el gesto de apoyo de una disidente rusa
Precisamente Svitolina fue protagonista de un gesto de acercamiento Daria Kasátkina, ‘Dasha’. Tras ser derrotada en cuarta ronda, la rusa-consciente de que la ucraniana no iba a saludarle-le levantó el pulgar en un gesto de aprobación que el propio público reprobó.
Tras su eliminación, Kasátkina lamentó los abucheos en París. “Me han abucheado por ser respetuosa con la posición de mi oponente. Elina y yo nos respetamos. No esparzan odio, tratemos de hacer este mundo mejor«.
La número 9 del mundo, mejor rusa en el ranking WTA, ha sido más contundente que sus compañeras. En 2022 desafió al régimen de Putin diciendo públicamente que era lesbiana, insistiendo en que había muchos temas que en Rusia eran tabú. Kasátkina comunicó meses atrás su intención de no volver a Rusia, algo que aprobó Kostyuk. “Está dejando atrás algo importante. Las tenistas tienen capacidad financiera para sacar a sus familias y no tener miedo, por alguna razón no lo hacen”.
El abandono de Tsurenko tras hablar con la dirección de WTA
Hace varios meses que las tenistas ucranianas del circuito piden ayuda tanto a instituciones como a sus compañeras. La exnúmero 1 del mundo, Victoria Azarenka, mostró su apoyo públicamente después de ser señalada por Marta Kostyuk. “Si quiere hablar conmigo, estoy abierta a escuchar y empatizar. No deberíamos olvidar que todos somos personas y debemos tratarnos de esa manera”.
A escasos días de Roland Garros, en la recta final de Indian Wells, la ucraniana Lesia Tsurenko abandonó el torneo antes de jugar con Sabalenka por un ataque de pánico. Según señaló a Tennis of Ukraine, lo sufrió tras una conversación con el director ejecutivo de la WTA, Steve Simon, que la dejó conmocionada. «Me dijo que él mismo no apoya la guerra, pero que si los jugadores de Rusia y Bielorrusia la apoyan es su opinión, y que la opinión de otras personas no debería molestarme«.
La WTA solo ha intervenido en los casos flagrantes de saltarse su propia normativa, como cuando advirtió a Potapova por llevar una camiseta de fútbol del Spartak de Moscú. Al margen de Wimbledon, que expulsó a rusos y bielorrusos de su evento en 2022, el argumento de los torneos internacionales es que no pueden discriminar a sus tenistas por este motivo.
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