Publicaba el Sunday Mail que 400 jets privados han pasado por Glasgow con motivo de la Cumbre del Clima COP26. Líderes políticos y empresariales, quemando cantidades desorbitadas de queroseno per cápita. El retrato, por puntual o exagerado que parezca, muestra el complejo mundo de la coherencia entre acciones, mensajes y practicidad en el mundo global de 2021. Pero es que en 2031 amenaza con marcar el arranque de ‘los injustos años treinta’. Y es un ejemplo del llamado ‘carbono del lujo‘.
Las emisiones de dióxido de carbono (CO2) del 1% del mundo, el más rico, están en camino de ser 30 veces mayores de lo compatible con la salud del planeta entero. Y eso lo pagará el resto del planeta a partir de 2031, según advierte una nueva investigación de Oxfam, con datos del Instituto Europeo de Política Ambiental (IEEP) La ciencia está poniendo el foco en “limitar el consumo de carbono del lujo”, resumido en aviones privados, grandes yates y turismo espacial.

¿Quiere decir que sólo los ricos contaminan? ¿O que únicamente las economías más pudientes son responsables del calentamiento global? No. En la banda de las ‘economías medias’ hay un importante 40% de población que pesa mucho en el aporte de carbono al planeta. Pero claramente son las economías pobres (y mayoritarias) las que sufrirán los efectos de la emergencia climática sin apenas sumar CO2 a la atmósfera. Y un megarrico dilapidará lo que 27 personas de economía media.
De acuerdo con los objetivos del Acuerdo de París, todas las personas en la Tierra deben reducir sus emisiones de CO2 a un promedio de 2,3 toneladas para 2030. Esto implica dejarlo en aproximadamente la mitad del promedio actual. Pero es que ese 1% más rico (que equivaldría a algo más que la población deun país como Reino Unido) está en camino de liberar 70 toneladas de CO2 per cápita al año si continúa el consumo actual.
70 t de ‘carbono del lujo’ frente a 1 t de ‘carbono de pobre’
En total, las emisiones de carbono del lujo representarán el 16% de las emisiones totales para final de 2030, frente al 13% de las emisiones de 1990. Mientras tanto, el 50% más pobre liberará un promedio de una tonelada de CO2 al año. “Una pequeña élite parece tener un pase libre para contaminar”, ha señalado Nafkote Dabi, líder de política climática en Oxfam.
El turismo espacial es un lujo puntual, pero dispara las emisiones de CO2 per cápita como ningún otro.
El documento muestra que la lucha por mantenernos por debajo de +1,5ºC no se ve obstaculizada por el consumo de la mayoría de las personas en el planeta. Las economías medias (40% del mundo) y pobres (50% del mundo) no son las mayores responsables. Son las emisiones excesivas de los ciudadanos más ricos, ha precisado Tim Gore, autor de la sesión informativa en representación del IEEP.
“Sus emisiones desorbitadas están alimentando el clima extremo en todo el mundo y poniendo en peligro el objetivo internacional de limitar el calentamiento global”, ha explicado en la presentación en el contexto de la COP26. La organización insta a los ciudadanos más ricos a acelerar la acción sobre el calentamiento global reduciendo sus propias emisiones de CO2 de acuerdo con los objetivos de París, utilizando su influencia y fondos para impulsar una economía verde.
Si vives en occidente y vas de vacaciones en avión eres uno de los 1% más ricos del mundo. 99 % de los habitantes del mundo nunca subirán a un avión.
Buena puntualización