“[Filoetarras]”, “[fascistas]” o directamente “[gilipollas]” son algunas de las palabras pronunciadas esta legislatura por los diputados y retiradas del diario de sesiones por la Presidencia del Congreso, al considerar que eran inadecuadas en un debate parlamentario. Se trata de un gesto más simbólico que práctico porque, desde mediados de la X Legislatura (2011-2016), estas palabras no se borran como tal de la publicación, sino que aparecen en cursiva y entre corchetes para que quede constancia del insulto. La huella de esta legislatura habla por sí sola: casi 50 expresiones ‘eliminadas’, 30 diputados amonestados y 27 personas, órganos o instituciones agraviados a ojos de quien presidía el pleno.
Expresiones retiradas de todo tipo y condición: del “vete al médico” al “ustedes promueven la cultura de la violación”
Los diarios de sesiones redactados por las taquígrafas del Congreso, cuyo trabajo consiste en recoger todo cuanto ocurre en la sesión, han dejado a muchos retratados. Todavía resuena en las paredes del pleno la ocasión en la que Cayetana Álvarez de Toledo (PP) se refirió al entonces vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, como “[el hijo de un terrorista]” o el “[vete al médico]” que Íñigo Errejón recibió mientras hablaba de salud mental.
Más reciente es la acusación de Irene Montero a la bancada popular de “[promover la cultura de la violación]” o el insulto machista de Carla Toscano (Vox) a la propia Montero al asegurar que su “único mérito” era el de “[haber estudiado en profundidad a Pablo Iglesias]”. Los diputados del partido de ultraderecha, por su parte, tuvieron que oír lo siguiente en boca de Jaume Asens, de Unidas Podemos: “¿Quién cabe en su España diminuta? No cabemos ni la mitad. Esos 26 millones que los exmilitares de “[VOX]” querían fusilar”.
Sánchez García (Vox) y Bassa (ERC), los más amonestados
Ningún diputado ha visto sus palabras más veces retiradas (6) que José María Sánchez García (Vox) y Montserrat Bassa (ERC), si bien el objeto de sus insultos era muy distinto. En el caso de la representante de Esquerra, se centraron en dirigentes del PP, el rey emérito -al que acusó de “[corrupto]”– y el sistema judicial, con expresiones como “[tribunal facha]” o “[tribunales golpistas]”.
En paralelo, la totalidad de las palabras suprimidas de Sánchez García iban destinadas a dirigentes socialistas. Este representante del partido de ultraderecha fue el que llamó “[bruja]” a la diputada Laura Berja (le costó la expulsión de la sesión) o el que comparó a Sánchez y Bolaños con “[Hitler]” y “[Goebbels]”.
En esta línea, Vox encabeza el ranking de partidos más amonestados en este sentido (19) y casi dobla a ERC, que está en segunda posición con 10 supresiones. La diferencia es tal que únicamente sumando las de todas las formaciones restantes (BNG, Ciudadanos, Compromís, CUP, EH Bildu, Junts, PP, PSOE y UP) se llega a la cifra de expresiones retiradas del diario de sesiones del partido de ultraderecha.
Insultos a la Corona entre las expresiones retiradas del diario de sesiones
Desde la perspectiva opuesta, la de los agraviados, no ha habido institución ni persona sobre la que se hayan retirado más palabras en el diario de sesiones que la Corona o el rey emérito. Acumula 11 calificativos de este tipo -casi todos en la línea de “[ladrón]” o “[corrupto]”- de seis formaciones diferentes: UP, ERC, EH Bildu, Junts, CUP y BNG.
En el caso del PP, sus dirigentes o expresidentes del Gobierno han sido cinco veces el blanco de expresiones que la presidencia ha considerado inapropiadas. Casi todas vertidas desde la bancada de la izquierda que, por otro lado, también ha recibido ofensas.
El PSOE, ya sea como parte del Ejecutivo de coalición o alguno de sus dirigentes, suma 11 insultos: “[traidor]”, “[gilipollas]”, “[bruja]”... Nueve de ellos los pronunciaron diputados de Vox, quienes vieron cómo el calificativo de “[fascistas]” que les dedicó Sofía Fernández Castañón (UP) el 24 de noviembre de 2022 fue igualmente retirado del diario de sesiones. Tampoco constan cinco de las veces que se ha considerado a los escaños de EH Bildu como “[terroristas]” o “[filoetarras]”.
Sin reglas fijas para la retirada de palabras del diario de sesiones
Ha habido otras ocasiones en las que se han empleado estos términos, pero no se han suprimido y, por lo tanto, no aparecen en cursiva y entre corchetes. El Reglamento del Congreso establece la retirada de palabras del diario de sesiones si son ofensas contra “el decoro de la Cámara, sus miembros, las instituciones del Estado o cualquier otra persona o entidad”. Pero que una expresión se catalogue como un insulto depende del contexto y, también, del criterio de quien preside la sesión que, en la mayoría de los plenos, es Meritxell Batet o Alfonso Rodríguez Gómez de Celis. Por poner un ejemplo, a principios de legislatura se mantuvo el calificativo de “Gobierno ilegítimo”, pero meses después se suprimió el de “[Gobierno criminal]”.
En las últimas semanas, ante la creciente ola de exabruptos, ambos han ordenado suprimir más expresiones de la transcripción de la sesión: “Señorías, al igual que hice la semana pasada, como ha dicho también la presidenta, cada vez que se produzca una ofensa a cualquiera de los grupos de esta Cámara, bien sea fascistas o bien cualquier otro término, será retirado del diario de sesiones”, explicaba el vicepresidente segundo el 1 de diciembre.
Por su parte, ese mismo día, Batet quiso mandar un mensaje claro a sus señorías: “Les pido que no suban a la tribuna a herir y a ofender, suban a defender sus posiciones políticas (...) Quiero un compromiso de todos y cada uno de ustedes de colaborar, de dignificar y de estar a la altura de lo que representamos”.
*Nota al pie: Siguiendo el criterio establecido por el Congreso de los Diputados, en este artículo se ha querido que los insultos aparezcan señalados en cursiva y entre corchetes.
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