“No puedes turbinar piedras”: la caída de las reservas de los embalses para las hidroeléctricas

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Embalse de Rialb. Foto: Ramón Gabriel / EFE
Tiempo de lectura: 8 min
(*) Actualización 26/08/2022

Las centrales hidroeléctricas utilizan agua de los embalses para generar energía eléctrica, pero deben respetar una reserva mínima, la cual en estos momentos se ve afectada por la sequía y ha llevado a que la empresa Acciona Energía tenga que parar la central del embalse de Rialb, en Cataluña. Según indican desde la compañía, el nivel de agua actual impide que se pueda generar energía eléctrica.

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Este umbral viene determinado por ciertos factores que las hidroeléctricas deben respetar, entre ellos, garantizar los usos prioritarios del agua, como el de abastecimiento, y proteger el caudal ecológico, clave especialmente en tiempos de escasas precipitaciones y altas temperaturas para garantizar la vida de los ríos y del ecosistema a su alrededor. En concreto, el caudal ecológico busca mantener “como mínimo la vida piscícola que de manera natural habitaría o pudiera habitar en el río, así como su vegetación de ribera”, de acuerdo con el artículo 42 de la ley de aguas.

Acciona para la producción de electricidad por la baja reserva mínima de agua en el embalse de Rialb

(*) La energética Acciona Energía ha detenido la producción en el embalse catalán de Rialb por primera vez desde el año 2009, cuando se puso en funcionamiento debido a la escasez de agua almacenada, según precisan fuentes de esta empresa. La turbina seguía funcionando hasta este miércoles, cuando se ha parado por completo a petición de la Confederación Hidrográfica del Ebro, de acuerdo con la compañía.

“Llega un momento en el que no puedes turbinar piedras”, ejemplifican las mismas fuentes, a la vez que indican que para que vuelva a ponerse en marcha se necesita un nivel mínimo de agua. En la semana del 16 al 23 de agosto, el embalse de Rialb mantenía en torno al 7% de su capacidad total, de acuerdo con el último boletín hidrológico del Ministerio para la Transición Ecológica.

(*) Según indican desde Endesa, el embalse de Oliana, aguas arriba del de Rialb y cuya central está gestionada por esta compañía energética, ha limitado su salida de agua con el objetivo de que “se pueda garantizar el abastecimiento para las poblaciones hasta que se produzcan las lluvias”. “Serán numerosísimas las plantas en las que una vez finalizada la campaña de riego el caudal turbinado se ajuste al mínimo, parando totalmente o con un funcionamiento mínimo” para almacenar agua para la campaña de riego del próximo año, apuntan desde Endesa.

La amenaza de la falta de agua este verano ya ha hecho que varios municipios tomen medidas para regular el uso del agua y que confederaciones hidrográficas como la del Guadiana propusieran imponer “ciertas restricciones” en la campaña de riego por la sequía. Las reservas hídricas se han visto particularmente afectadas por el aumento de las temperaturas y las escasas precipitaciones, a lo que se añadía, a finales de 2021, la reducción de los niveles por parte de las hidroeléctricas, como contamos aquí. Ahora, el porcentaje de agua embalsada se sitúa en el 36,9%, más de siete puntos por debajo de los valores del año pasado, según el boletín hidrológico.

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Las hidroeléctricas deben respetar las reservas mínimas de los embalses, pero el cambio repentino del caudal puede afectar al ecosistema

Cada embalse tiene una proporción de agua destinada para cada uso, como explica Domingo Baeza Sanz, socio de la Fundación Nueva Cultura del Agua (FNCA) y profesor de Ecología de la Universidad Autónoma de Madrid. Una cantidad determinada es el caudal ecológico, que no se puede usar, aunque sí es variable en situaciones de sequía. El resto se reparte entre los diferentes destinos: desde el abastecimiento de la población, prioritario, hasta el uso hidroeléctrico.

Si bien las centrales disponen de una cuantía de agua determinada, la gestión de dicha cantidad depende de ellas. “El gran negocio que tienen las hidroeléctricas es que son unas centrales muy flexibles”, dice Baeza, lo que permite que utilicen la energía “en momentos de hora punta cuando hay mucha demanda y el precio está muy alto”.

Sin embargo, al variar de forma repentina el caudal de un río, aun respetando las reservas mínimas de los embalses, puede generar problemas en el ecosistema del río. “Hacen que el río durante prácticamente todo el día vaya sin agua y luego tenga una subida tremenda en las horas en las que el precio es más caro”, añade. 

De hecho, por esta razón en 2021 las confederaciones investigaron si Iberdrola y Naturgy habían violado alguna condición de sus concesiones para usar el embalse. En concreto, entre los requisitos se encontraban “las tasas de fluctuación”, como señaló Pedro Brufao, también de FNCA, a Newtral.es. “No se puede abrir de golpe un pantano, sino que tienen limitaciones de tiempo, para evitar cuestiones ambientales y de seguridad”, contó Brufao.

El límite del agua que las hidroeléctricas pueden usar se fija anualmente desde 2021

Las reducciones de caudal que ya se produjeron en 2021 hicieron que la institución decidiera aplicar el artículo 55 de la ley de aguas para garantizar su “explotación racional”. Ese mismo año, en el texto legal se precisó el significado de dicho concepto, cuya finalidad es “proteger y mejorar la calidad de la vida y defender y restaurar el medio ambiente”.

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De esa forma, a partir de la modificación realizada en septiembre, la ley contempla que las confederaciones hidrográficas fijen un límite del nivel de agua, una reserva mínima, en los embalses de más de 50 hectómetros cúbicos de capacidad, en el caso de que estos no se usen principalmente para el abastecimiento o el riego. Dichos usos tienen una mayor prioridad que la generación de energía eléctrica, como señala José Antonio Blanco Moa, profesor del Departamento de Derecho Administrativo de la Universidad de A Coruña.

Blanco agrega que hay límites diferentes: el que marca la concesión, “habitualmente fijado en litros por segundo en lugar de sobre los mínimos del caudal”, y el caudal ecológico. Para garantizar este último, cada año hidrológico –que abarca del 1 de octubre al 30 de septiembre de acuerdo con las precipitaciones, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet)– el organismo de la cuenca fija “la reserva mensual mínima que debe permanecer almacenada en el embalse para evitar indeseados efectos ambientales sobre la fauna y la flora del embalse y de las masas de agua con él asociadas”, de acuerdo con la ley de aguas.

La reserva mínima de agua en los embalses se puede modificar en caso de sequía

El umbral escogido depende de cada cuenca y embalse, con base en unos criterios comunes. En la del Ebro, la central hidroeléctrica del embalse de Rialb se ha detenido porque la reserva estaba en mínimos, según indican a Newtral.es desde su confederación hidrográfica, aunque señalan que los límites del nivel de agua se deciden en base a “una casuística que va embalse por embalse”.

En concreto, según Aitor Urresti, experto en energía de la Universidad del País Vasco, los mínimos se determinan “en función de distintos factores de cuál es la realidad del cauce”. “Esto se tiene que establecer en la declaración de impacto ambiental”, precisa.

Aunque las reservas mínimas de agua en embalses que deben respetar las hidroeléctricas dependen de las concesiones administrativas que se les otorguen, como precisa Antonio Benítez Ostos, socio director de Administrativando Abogados, “pueden ser revisados durante el plazo de vigencia” de los permisos de explotación.

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Además, esta reserva mínima de los embalses puede verse modificada en caso de sequía, como informan a Newtral.es desde el departamento de comunicación de la Agencia Catalana del Agua. “Si entramos en escenarios de restricciones, entonces la prelación de usos establece como prioritaria la del abastecimiento”, señalan.

Aun así, como registra el Plan Hidrológico de la demarcación hidrográfica del Duero de 2022 a 2027, las reservas “no garantizan la disponibilidad del recurso”, salvo en el caso de que el uso sea el abastecimiento de agua a las poblaciones “cuando no exista una alternativa razonable”.

*El artículo se ha actualizado para añadir información de Acciona Energía, Endesa y de la Confederación Hidrográfica del Guadiana. Además, se corrige que no es el caudal hidrológico lo que se renueva cada año, sino que lo que se revisa anualmente son las reservas mínimas que deben permanecer en los embalses para evitar daños al medioambiente.

Fuentes
  • Funcionamiento de una central hidroeléctrica según Iberdrola
  • Fuentes de Acciona Energía
  • Real Decreto Legislativo 1/2001, de 20 de julio, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de Aguas
  • Boletín Hidrológico de la semana del 16 al 23 de agosto del Ministerio para la Transición Ecológica
  • Departamento de comunicación de Endesa
  • Equipo de prensa de la Confederación Hidrográfica del Guadiana
  • Domingo Baeza Sanz, socio de la Fundación Nueva Cultura del Agua (FNCA) y profesor de Ecología de la Universidad Autónoma de Madrid
  • José Antonio Blanco Moa, profesor del Departamento de Derecho Administrativo de la Universidad de A Coruña
  • Definición del año hidrológico según la Aemet
  • Departamento de prensa de la Confederación Hidrográfica del Ebro
  • Aitor Urresti, experto en energía de la Universidad del País Vasco
  • Antonio Benítez Ostos, socio director de Administrativando Abogados
  • Planes de gestión de sequías del Ministerio para la Transición Ecológica
  • Departamento de comunicación de la Agencia Catalana del Agua
  • Plan Hidrológico de la demarcación hidrográfica del Duero (2022-2027)