Mejorar la vida de los españoles, reducir el desempleo o invertir en nuevas infraestructuras de transporte. Estas son algunas de las promesas que el Gobierno plantea en su rendición de cuentas que están en proceso de cumplirse o que, según ellos mismos, ya han conseguido. Sin embargo, se tratan de objetivos abstractos, más que de acciones concretas y verificables.
Durante la última rendición de cuentas, el 27 de diciembre, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunció su intención de “incorporar este mecanismo de evaluación y de dación de cuentas a la próxima reforma de la Ley de Transparencia para institucionalizar este ejercicio de rendición de cuentas. Para que todos los gobiernos que vengan en el futuro también se vean mandatados, obligados a tener que hacer este ejercicio de rendición de cuentas” (minuto 26:50).
Pero, según los expertos consultados por Newtral.es, para que este ejercicio de rendición de cuentas tenga valor se tendría que encargar a un organismo independiente.
Los compromisos del Gobierno son frases amplias con objetivos poco concretos, lo que los vuelve subjetivos
Para Beatriz Martínez, profesora de Derecho de la Información de la Universidad Complutense de Madrid, el problema está en los criterios a medir para saber que lo que plantea el Gobierno en su rendición de cuentas está cumplido o en proceso.
Por ejemplo, una de las propuestas que el Gobierno marca como cumplida es “apoyar al pueblo ucraniano y velar por su bienestar y atender sus necesidades”, en relación con la invasión de Rusia a Ucrania. Como señala Martínez, para poder supervisar si esto se ha cumplido o no, tendría que existir algo más concreto, con indicadores claros para que “los datos puedan ser verificados por otras personas”.
Otra que el Ejecutivo señala como cumplida es “adoptar medidas para proteger a las familias”, lo que tampoco es concreto o medible. Rafael Rubio, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad Complutense y experto en transparencia, coincide con Martínez cuando afirma que “se trata de promesas amplias”. “Tendrían que existir indicadores objetivos”, asegura.
A esto, Joaquín Meseguer, representante de la FEMP en el subgrupo de trabajo del Foro de Gobierno Abierto de España para la reforma de la ley estatal de transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno, explica que hay “diferencias entre un objetivo y la acción concreta que se vaya a llevar a cabo para cumplirlo”. “La acción es qué se va a hacer, cómo, cuándo, con qué presupuesto, quién se va a encargar de ello, en cuánto tiempo, y esto sí se puede evaluar con indicadores de impacto para ver si ha logrado su objetivo”, explica Meseguer.
Una rendición de cuentas del Gobierno, pero elaborada por un organismo independiente
Meseguer valora que el Gobierno decida hacer un ejercicio de autoevaluación y rendición de cuentas, pero también señala –al igual que Martínez y Rubio– que podría encargarse de ello un organismo independiente.
Por ejemplo, el Consejo de Transparencia y Buen Gobierno o una comisión externa de expertos en evaluación y análisis de políticas públicas. Para Martínez, esto haría que el criterio fuera “más claro y accesible a la ciudadanía”.
Durante sus declaraciones, Sánchez señaló que incorporarían este ejercicio en la reforma de la ley de transparencia, pero Rubio señala que ya lo podrían haber abordado en la norma recientemente aprobada de evaluación de políticas públicas. “Para que no sea un ejercicio solo de marketing político y de porcentajes de cumplimiento, podrían establecerse mecanismos de evaluación para ver también en lo que se está actuando pero no se están logrando los objetivos”, asegura Rubio.
No obstante, Mesenguer señala que hay cuestiones de la rendición de cuentas del Gobierno que no tienen por qué ser solo políticas públicas, y apunta al Consejo de Transparencia y Buen Gobierno como el mejor responsable para evaluar las acciones del Ejecutivo. Al margen de ello, los tres expertos coinciden en que la información debe ser accesible para todo el mundo, comprensible y verificable.
En Newtral.es creamos el Pactocheck para analizar 100 compromisos firmados por las formaciones del Gobierno de coalición. En él, evaluamos en qué medida se han cumplido o no los acuerdos alcanzados en el pacto para gobernar.
Rendición de cuentas de gobiernos fuera de España
Tanto los gobiernos de los países nórdicos, como Suecia o Noruega, como los países anglosajones, como Reino Unido, tienen una cultura de rendición de cuentas ante los ciudadanos, como explican Meseguer y Martínez. En estos países, que el presidente del Gobierno salga a dar explicaciones de lo que hace su gabinete sobre las políticas que prometieron “no es un hito”, afirma Meseguer.
Por su parte, Martínez asegura que “en Reino Unido el propio Gobierno informa a sus ciudadanos, ya sea vía carta o de forma electrónica de, por ejemplo, sus políticas fiscales”. “La información que se publica en España es compleja, difícil de descifrar, como puede suceder con la Ley de los Presupuestos Generales del Estado de cada año”, advierte la experta. Esto, en países como Reino Unido o Suecia no sucede, “ya que llevan muy dentro la divulgación de información de forma clara”, añade Meseguer.
Por ejemplo, como la página web del Gobierno de Reino Unido en la que explican paso a paso las ayudas económicas que pueden recibir las personas dependiendo de su situación, a través de una encuesta dirigida.
- Comparecencia de Pedro Sánchez
- Informe ‘Cumpliendo’
- Beatriz Martínez, profesora de Derecho de la Información de la Universidad Complutense de Madrid
- Rafael Rubio, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad Complutense y experto en transparencia
- Joaquín Meseguer, representante de la FEMP en el subgrupo de trabajo del Foro de Gobierno Abierto de España para la reforma de la ley estatal de transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno
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