Hace unos años, a Marta le sorprendió que, a pesar de lo obvio, nadie se hubiera parado a pensar en la necesidad de reformar los paritorios. Y fue su experiencia como madre lo que la empujó a su proyecto como arquitecta: usar sus conocimientos para mejorar los espacios donde las mujeres paren, los lugares donde dan a luz a una vida nueva. De manera que dejaran atrás la apariencia fría de un quirófano y pasaran a ser el lugar adecuado al momento que se va a vivir. Un espacio que no solo garantizara la seguridad de la mujer sino que pensara en sus necesidades físicas y emocionales, porque aunque el proceso se desarrolla en un hospital, “un parto no es una enfermedad”. Por eso, ha puesto en práctica en varios centros la arquitectura de maternidades.
Y esto “no solo es la opinión de una arquitecta o de una madre, es que hay evidencia científica de cómo influye el entorno en el proceso de parto”. Lo dice Elena Palacio Brú, que es matrona y trabaja desde marzo en un hospital público de Vitoria que también ha incorporado nuevos paritorios.
Hay otros ejemplos en la Comunidad de Madrid, Andalucía y las Islas Baleares. Hablamos con arquitectas, madres y matronas sobre la necesidad de adecuar los paritorios a las protagonistas: las madres, junto con sus bebés y su entorno.
Arquitectura de maternidades, una aliada para un parto mejor
La idea no es que deje de ser un paritorio, sino que tenga todo lo necesario, pero que se vea de otra manera. Que el lugar donde una mujer, acompañada de quien considere, va a vivir un momento tan íntimo e importante como parir, tenga un ambiente que facilite su bienestar y comodidad, no solo física, también emocional. Es decir “des-hospitalizar” el paritorio sin que eso suponga en ningún momento reducir las condiciones de seguridad, cuenta la arquitecta Marta Parra.
¿Cómo se consigue eso? “Pensando en las necesidades de la mujer”. Parra argumenta que, de manera tradicional, estos espacios están construidos “para la práctica médica, para la comodidad de manipular del profesional, no tanto para la mujer”. Y defiende que hay que generar un entorno cuidadoso que garantice seguridad, privacidad e intimidad.
Por ejemplo, elementos “tan obvios” como que haya ventanas, que pueda entrar luz natural. También evitar que cuando la mujer entre al paritorio lo primero que vea sea todo el material quirúrgico o la camilla en el centro “para que todo el mundo se ponga alrededor”.
Es igual de importante garantizar el “confort acústico”, para que la mujer pueda sentirse segura con todo lo que exprese durante el parto y evitar después que escuche las conversaciones del personal médico o a otras mujeres. También añadir colores y decoración que aporte más armonía o que todo se realice en un mismo espacio.
Porque desplazar a la mujer, cuenta la matrona Elena Palacio Brú, puede entorpecer el proceso. Ella es miembro de la Federación de Asociaciones de Matronas de España (FAME). Trabaja en el Hospital Txagorritxu de Vitoria y explica que “antes, la dilatación era en una sala y luego había que pasar a la mujer a otra para el expulsivo”, lo que en muchas ocasiones “hacía que se frenaran las contracciones, que se perdiera la conexión con su parto…”.
Marta Parra lo resume así: “Humanizar el servicio”. Poder transformarlo “desde las necesidades y la visión de la mujer, porque médicamente ya está claro cómo actuar”.

Junto con la arquitecta Ángela Müller han creado proyectos como el del Hospital Punta de Europa, de Algeciras, que ha sido galardonado en los premios European Healthcare Design Awards.
El entorno más adecuado mejora los resultados del parto
Defienden que adaptar los paritorios genera “resultados obstétricos mucho mejores”. Y lo avala Francisca Martínez, supervisora de maternidad de este hospital de Algeciras. De hecho, están haciendo entrevistas a mujeres que han parido allí antes y después de la reforma y “todas comentan que el parto les ha dolido menos, que se han sentido menos agobiadas y nos transmiten una satisfacción tremenda”.
También las personas que las acompañan, que tienen un espacio más grande y cómodo para poder estar y se sienten más partícipes. “Antes solo con entrar ya te agobiabas, estabas con el abanico en vez de con el aire acondicionado, el espacio era muy pequeño…”, dice Francisca. Y ahora no solo cambia la estructura, sino que hay otros elementos nuevos para aliviar el dolor, “espalderas, lianas, bañeras….”. Lo que hace que, por ejemplo, puedan tener partos más naturales.
La experiencia de Elena Palacio en estos nuevos paritorios también demuestra que las mujeres lo valoran de forma muy positiva. E insiste en la evidencia científica al respecto.
Una investigación publicada en BMC Pregnancy & Childbirth concluye que un buen ambiente que facilite la “comodidad física y la relajación” ayuda a las mujeres a “sobrellevar la situación y a sentir que tenían el control”. Otro estudio publicado en Science Direct coincide en que el entorno del parto influye, “puede ayudar o dificultar el parto e influir en el nivel de satisfacción de la mujer”.
Las matronas trabajan mejor en estos paritorios
El cambio también mejora las condiciones en las que trabajan las matronas y el resto de profesionales.
Aun así, dice Elena Palacio, esto tiene que ir a la par con las profesionales, “hay que incidir en la formación y en los protocolos”. Palacio cree que hay un problema a nivel general de “limitación de personal’‘ y “humanizar” los paritorios no solo es material, también tiene que ver con las personas que atienden las necesidades de la mujer.
Pero tiene claro que la modernización de los paritorios es positiva. Desde Algeciras, la matrona Francisca Martínez, dice que para los profesionales “ahora es su paritorio”, se sienten mucho más realizados, el espacio es mucho más adecuado a lo que hacen y tienen “ganas de hacer más cosas nuevas y de seguir mejorando”.
Por ejemplo, sería conveniente, dice Elena Palacio, mejorar la atención en el postparto o el asesoramiento en lactancia.
Este tipo de reformas en los paritorios también se han llevado a cabo en otras regiones, como el Hospital Universitario 12 de Octubre de la Comunidad de Madrid.

Baleares va a abrir una Casa de Nacimientos extrahospitalaria
Es una unidad conectada, pero independiente del Hospital Universitario Son Espases. El objetivo es conseguir un espacio seguro y confortable. En este caso, está pensado para mujeres gestantes que quieran un parto desmedicalizado. “Son mujeres que no quieren anestesia, que desean más recogimiento y tranquilidad”, explica Isabel Sampedro Álvarez, miembro del equipo del Centro de Nacimientos. Su apertura está prevista para 2023.
Se trata de un espacio paralelo a los paritorios tradicionales que se creará en unas casas antiguas situadas al lado del complejo hospitalario y que se inspira en los centros de nacimientos “que funcionan en otros países, como Inglaterra”.
Todas estas son iniciativas de reformas en los paritorios de los hospitales buscan el bienestar de la mujer y resultados más satisfactorios en todo el proceso con un elemento básico en el centro: que el paritorio no sea una barrera para el propio parto.
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