Qué es la Política Agraria Común (PAC) cuya reforma entrará en vigor en 2023

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La última reforma de la Política Agraria Común (PAC) entrará en vigor a partir de enero y los 27 países de la UE ya están perfilando los últimos detalles para aterrizar la normativa para gestionarla. En España, la ley con la que se organizarán las ayudas que vengan de Europa al sector de la agricultura está casi lista. El Congreso espera aprobar el texto definitivo en el pleno de este jueves 15 de diciembre, que se desarrollará en 18 decretos diferentes, como explicó en Bruselas el ministro de Agricultura, Luis Planas.  

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La guerra en Ucrania ha provocado una crisis alimentaria que está influyendo de lleno en el trabajo de los agricultores. El precio de muchos alimentos lleva meses encadenando subidas y los costes de producción son cada vez más altos por la crisis energética, como ya contamos en Newtral.es.

Te explicamos qué es la PAC y cómo ha evolucionado este mecanismo de ayudas a lo largo de los últimos años.

60 años de la PAC, la política más antigua de la Unión Europea

La Política Agraria Común, que cumple 60 años este 2022, es un mecanismo europeo que establece las reglas del juego en el ámbito de la agricultura. Se trata de “un conjunto de medidas legislativas adoptadas por la UE para constituir una política común y unificada en materia de agricultura”, como explican en la web del Consejo Europeo.

En sus inicios, la PAC nació como un sistema para garantizar el abastecimiento de alimentos activando la producción en el contexto de escasez de comida tras la Segunda Guerra Mundial: “Estaba muy orientada a la productividad para evitar a toda costa que volvieran las hambrunas y con el objetivo de garantizar un suministro de alimentos estable a un precio justo”, como explica Diego Juste, portavoz de UPA. De esta forma, “Europa creó un mercado interior exitoso y logró sobrellevar aquellos años de hambre, aunque eso acabó generando un problema de excedente y sobreproducción”, como cuenta José Luis Miguel, director técnico de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG).

Con el tiempo, las prioridades empiezan a cambiar y “al legislador ya no le preocupa tanto que no haya comida, sino que haya sostenibilidad ambiental. De hecho, esta última reforma [la que entrará en vigor a partir de enero] es la que está más enfocada en reducir la huella medioambiental del sector”, señala Miguel.

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Aunque la guerra ha ido cambiando los planes de la UE, que “empieza a introducir en los últimos meses ciertos criterios de flexibilidad porque no se puede dar por hecho el suministro de alimentos, teniendo en cuenta, por ejemplo, que Ucrania es un importante proveedor de grano”, según Juste.

Para adaptarse a las circunstancias de cada momento, este sistema se suele revisar cada seis años, como apunta Juste, aunque la última reforma de la PAC se retrasó por la pandemia. Bruselas ya sometió al sistema a varias transformaciones: la primera fue la McSharry (la de 1992), a la que siguieron la Agenda 2000, el Pago Único de 2003 o la de 2013, como recoge el Ministerio de Agricultura en su histórico de la PAC.

Cómo se baja a tierra la reforma de la PAC: ayudas directas, regulación del mercado y desarrollo rural

¿En qué se traduce este mecanismo? Cada reforma de la PAC se centra en tres ámbitos: ayudas directas al sector agrícola, medidas para regular el mercado y planes de desarrollo rural. 

“Las ayudas directas son pagos abonados directamente a los agricultores para proporcionarles una red de seguridad” que les permita trabajar en sus terrenos en mejores condiciones. Son pagos o “ayudas a la renta” que la Unión Europea transfiere a los trabajadores del campo “en función del tamaño de sus explotaciones” para garantizar que sean viables, según relata la Comisión

Una parte importante del campo depende de este dinero, entre otras cosas, porque “los ingresos de los agricultores son un 40% inferiores a los de los trabajadores de otros sectores”, como explica el organismo comunitario. Además, “cerca del 30% de la renta agraria proviene de ayudas europeas, aunque algunos sectores menos rentables dependen más de ellas. En España, el regadío es más rentable que el secano siempre, pero hay muchas zonas que no tienen agua para regar, sobre todo las mesetas, y eso hace que las ayudas en esas zonas tengan más peso”.

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Por otro lado, la Unión Europea tiene la capacidad de regular los mercados agrícolas para “evitar que se agraven las crisis, estimular la demanda y ayudar a los sectores agrícolas a adaptarse mejor a los cambios del mercado”, explican en la Comisión Europea. La normativa que permite a la UE intervenir los mercados, el reglamento sobre la organización común de mercados, también contempla medidas para “mitigar las consecuencias”, por ejemplo, de las fluctuaciones de precios en las crisis económicas.

Otro de los pilares fundamentales de la PAC es el desarrollo rural, que se fomenta a través de programas específicos destinados a “aumentar la competitividad de la agricultura y garantizar la gestión sostenible de los recursos naturales”, como explican en el departamento de Agricultura y Desarrollo Rural de la Comisión Europea. 

De los despachos, al campo: las quejas de los agricultores por el “alejamiento” de Bruselas a la realidad de su trabajo

Las asociaciones de agricultores consultadas por Newtral.es se quejan del alejamiento de la UE a la realidad del campo. Desde COAG denuncian que los criterios de acceso a las ayudas que se han puesto en marcha “se han diseñado desde los despachos de Bruselas”, sin tener en cuenta la realidad de su trabajo. “Habrá que ver hasta qué punto son efectivos”, sentencia el director técnico de la organización.

Juste también comparte esa disonancia entre los legisladores comunitarios y los trabajadores, aunque recuerda que la Comisión ha intentado flexibilizar las condiciones de estas ayudas y ha ido modulando las reformas en función de cada región: “En Europa hay países muy distintos. En el caso de España, nuestra realidad mediterránea nos aleja, por ejemplo, de la centroeuropea, con más monocultivos o pluviometrías más altas [más lluvias], y eso hay que tenerlo en cuenta, aunque la PAC ha dejado cada vez más posibilidades a los distintos países para que se pudieran adaptar a ella”.

Fuentes
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