La Comisión Europea anunció el pasado 17 de octubre que había alcanzado un acuerdo para la reforma del mercado eléctrico tras meses de negociaciones. El pacto alcanzado cuenta con el respaldo de los Veintisiete de la UE con la excepción de Hungría, y tiene como objetivo reducir la volatilidad de los precios e impulsar la energía renovable, aunque también implica concesiones tanto a las centrales térmicas como a las nucleares.
El acuerdo, publicado el 19 de octubre por la Comisión Europea, prioriza los contratos a largo plazo para aumentar la seguridad y estabilidad de los precios, como había propuesto España el pasado enero. Pero antes de su entrada en vigor, que además incluirá un periodo de transición, es necesario un acuerdo entre la Comisión Europea, el Consejo Europeo y el Parlamento, un conjunto conocido en este contexto de negociación como ‘los trílogos’.
Las claves del acuerdo: reformar el mercado eléctrico para reducir la volatilidad en el precio de la luz
Como explica a Newtral.es Diego Rodríguez, profesor de Regulación de Energía en la Universidad Complutense e investigador de Fedea, el acuerdo introduce figuras que ya estaban en uso, especialmente en España, con el objetivo de homogeneizar la normativa europea. Según Rodríguez, esta intención de unificar posturas y, por tanto, restar margen de actuación a los estados miembros, ha motivado la negativa de Hungría a rechazar el acuerdo.
La primera figura introducida en el acuerdo son los contratos a largo plazo, conocidos por sus siglas en inglés como PPA, que se firman entre un productor y un consumidor privado para asegurar el suministro estable a un precio cerrado. Como indica Rodríguez, en España ya estaba en uso este tipo de contratos. De hecho, como informó en septiembre El Periódico de la Energía, España lidera el ranking europeo de energía contratada mediante este método.
En segundo lugar, se introducen también los contratos por diferencia, CfD por sus siglas en inglés, que consisten en un mecanismo de estabilización por el cual se fija una horquilla en el precio de la energía entre un productor y un organismo público.
- ¿Cómo funcionan los contratos por diferencia? Si en el momento de la venta el precio de mercado es inferior a la horquilla marcada, el Estado compensa al productor aportándole la diferencia. En cambio, si el precio es superior, el Estado tiene derecho a captar los ingresos excedentarios obtenidos por el productor y utilizar el dinero extra para ayudar a los hogares y las empresas. El acuerdo contempla que este modelo sea de uso obligatorio para los contratos a largo plazo con participación de financiación pública, con algunas excepciones.
Como explica Rodríguez, este modelo también estaba ya vigente en España en las Subastas del Régimen Económico de Energías Renovables. Javier Colón, CEO de Neuro Energía y experto en mercados eléctricos, también coincide en señalar que ambos tipos de contrato, PPA y CfD, eran ya de uso común en nuestro país y por tanto su introducción en la normativa europea “no supone ninguna revolución para España”.
Los dos expertos señalan que los cambios regulatorios no supondrán necesariamente un abaratamiento de la factura en los hogares españoles, puesto que el objetivo que persiguen no es la reducción de precios sino su estabilización. Colón, de hecho, apunta que es posible que la factura aumente mientras la falta de energía renovable obligue a mantener abiertas las centrales térmicas, que durante el día aportan poco volumen al mix energético, pero deben permanecer operativas para las ocasiones en las que no hay viento ni sol.
Impulso a las renovables con condiciones impuestas por Francia y Alemania
Según la Comisión Europea, uno de los objetivos de la reforma es aumentar la capacidad de las energías renovables en la UE. Según sus proyecciones, el volumen de capacidad de las energías eólica y solar serán en 2030 casi 3 veces mayor de lo que era en 2022.
Sin embargo, para desbloquear el acuerdo ha sido necesario acomodar las posturas de Francia y Alemania, que exigían incluir la energía nuclear y la térmica, respectivamente, en los cambios regulatorios.
- Un dato. Francia es el mayor productor de energía nuclear en la UE, además del primer exportador a nivel mundial. El país galo cuenta con 56 reactores repartidos en 19 centrales nucleares, el conjunto nuclear más grande del mundo en proporción a su población.
Como explica a Newtral.es Manuel Fernández Ordoñez, doctor en Física Nuclear y analista energético, aplicar los contratos por diferencia a las centrales nucleares es la única forma que tiene Francia de mantener su rentabilidad, y, a su vez, en las condiciones actuales, mantener dichas centrales operativas es la única forma de asegurar un suministro estable y garantizado. Esto explica el interés del gobierno francés en lograr que el nuevo acuerdo no limite los CfD a las energías renovables, como pretendía España al principio de las negociaciones, indica Fernández Ordóñez.
Por el lado contrario, Alemania, que cerró en abril sus tres últimas centrales nucleares, se había mostrado reacia a aplicar ayudas a la energía nuclear. Como explica Javier Colón sobre el caso alemán, la guerra de Ucrania redujo su suministro de gas, lo que unido a la falta de renovables ha propiciado una mayor dependencia de las centrales térmicas, en un proceso similar al que ha ocurrido en Polonia.
Para reconciliar ambas posturas y alcanzar un pacto (casi) unánime, la presidencia española de la UE, liderada en este caso por la Ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha optado por una postura que Rodríguez califica como “café para todos”: Francia podrá utilizar los contratos por diferencia en sus centrales nucleares siempre que haya realizado inversiones para alargar su vida útil o aumentar su capacidad; mientras que las centrales térmicas de Alemania recibirán pagos por capacidad (ayudas a las centrales de energía en forma de remuneración que actúan como respaldo del sistema para asegurar el suministro) hasta 2028 en lugar de hasta 2025, como estaba contemplado.
Medidas excepcionales para crisis energéticas
Otro aspecto importante que se contempla en el acuerdo de reforma del mercado eléctrico es la flexibilización de las condiciones que permiten intervenir precios en caso de crisis energética.
El acuerdo refuerza el papel del Consejo a la hora de declarar una crisis temporal de precios a escala regional o de la Unión, acción que hasta ahora recae en cada Estado. Además, se modifican las condiciones para declarar una crisis de los precios de la electricidad, de modo que pueda declararse “cuando se espere que los precios medios de la electricidad al por mayor sean muy elevados durante al menos seis meses, y cuando se espere que los fuertes aumentos de los precios de la electricidad al por menor se mantengan durante al menos tres meses”.
- Propuesta de regulación del Consejo y Parlamento Europeos
- Comisión Europea
- Presidencia española de la UE
- Diego Rodríguez, profesor de Regulación de Energía en la Universidad Complutense e investigador de Fedea
- Javier Colón, CEO de Neuro Energía y experto en mercados eléctricos
- Manuel Fernández Ordoñez, doctor en Física Nuclear y analista energético
- El Periódico de la Energía
0 Comentarios