‘Ahorra gas para un invierno seguro’, el plan de Europa para reducir un 15% el consumo de gas

reducir consumo gas europa restringir ahorrar energía
Foto: voronaman / Shutterstock
Tiempo de lectura: 5 min
(*) Actualización 21/07/2022

Sustituir el gas por otras fuentes de generación o incentivar una bajada del uso del gas en calefacción y aire acondicionado son algunas de las medidas preventivas que Europa plantea para reducir el consumo de energía ante la dependencia del gas ruso. Para ello, la Comisión ha publicado el plan de ahorro energético ‘Ahorra gas para un invierno seguro’, en vistas de una posible mayor escasez del suministro.

Publicidad

Entre otros, la nueva regulación permite que la Comisión pueda declarar una especie de alerta conjunta sobre la seguridad del suministro. Esto autorizaría la imposición de una “reducción obligatoria de la demanda de gas en todos los Estados miembros”, previa consulta con los diferentes países.

En estos momentos, la mitad de los Estados miembros ya se están viendo afectados por un descenso de las entregas de gas, según comunica la nota de prensa que acompaña al documento

De esta forma, el objetivo es reducir el consumo de gas en Europa un 15% desde el 1 de agosto hasta el 31 de marzo del 2023. Meta que los países europeos deberán incluir en sus planes nacionales de emergencia antes de finales de septiembre, si bien España no apoya la propuesta europea, como señaló el Gobierno en una nota de prensa.

El plan de Europa para reducir el consumo de gas busca garantizar el suministro de los hogares

En su plan, la Comisión se dirige a “todos los consumidores, Administraciones públicas, hogares, dueños de edificios públicos, proveedores energéticos e industrias” para reducir el consumo del gas en Europa al mismo tiempo que se intenta frenar la subida del precio. No obstante, las medidas ponen el foco en la industria.

Con objeto de garantizar el suministro de los hogares y de “usuarios esenciales, como los hospitales e industrias decisivas para el aprovisionamiento de productos y servicios básicos”, la institución hace tres recomendaciones a los Estados miembros:

Publicidad
  • Sustituir el gas por otras fuentes de generación. Si es posible, el reemplazo debe ser con renovables, aunque Europa también considera dirigirse temporalmente hacia la energía de “carbón, petróleo o nuclear”. En este contexto, la Unión Europea se ha planteado, incluso, la derogación puntual de una parte de la legislación medioambiental. Esta medida implica agotar todos los posibles sustitutos del gas antes de imponer restricciones en el consumo.
  • Promover la reducción del uso del gas en calefacción y aire acondicionado por parte de los países miembros. De hecho, Bruselas sugiere la imposición de un descenso obligatorio en edificios públicos, además de establecer ciertos límites horarios y de temperatura para la calefacción de gas.
  • Incentivar y compensar la reducción del consumo a las empresas. La Comisión sugiere, por ejemplo, ofrecer ayudas a las industrias para cubrir los sobrecostes energéticos, como contempla el Marco Temporal de Crisis actualizado junto al plan de ahorro energético.

La Unión Europea podrá restringir la demanda de manera obligatoria en ocasiones excepcionales

En caso de un riesgo importante de escasez de gas o ante una demanda “excepcionalmente elevada”, la Comisión se reserva la posibilidad de aprobar una alerta comunitaria. Esta, si es activada, permitirá que la Unión Europea pueda aplicar una reducción obligatoria del consumo de gas en todos los países miembros.

De esta manera, Bruselas podría activar un descenso vinculante del 15%, “con el fin de asegurar la reducción [del consumo] en el conjunto europeo para tener un invierno seguro para todos”.

(*) Ante las recomendaciones europeas, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha indicado que España será “solidaria con la Unión Europea”. Sin embargo, ha rechazado la propuesta. “Se plantea sin orientación previa, sin debate de orientación general en el Consejo Europeo, incluso cuando las consecuencias económicas y en términos de impacto redistributivo es particularmente importante”, expuso, según recoge la nota de prensa del Gobierno.

La Comisión apuesta por la solidaridad entre los Estados miembros

Además de las medidas que recomienda, la Unión Europea explorará las compras conjuntas de gas entre los Estados miembros que así lo deseen. A esta propuesta se suman las peticiones de “suministros de solidaridad”, para los que Europa requerirá que los países que soliciten este instrumento hayan agotado el resto de vías de reducción de consumo de gas a nivel nacional.

Publicidad

Estas medidas de solidaridad europea quieren “limitar el impacto negativo en el PIB y el empleo” que supondría una mayor disrupción del suministro. De esta forma, según sus cálculos, la aplicación de las recomendaciones europeas evitaría que la economía cayera hasta un 1,5% en caso de un invierno frío y reduciría el impacto hasta un máximo del 0,6% en el PIB.

La Comisión agrega que desde la anexión rusa de Crimea y la “última crisis del gas de 2009”, Europa ha incrementado las interconexiones entre países. “Ahora cada Estado miembro tiene más de una fuente de suministro de gas”, destacan en el documento de preguntas y respuestas.

*El artículo se ha actualizado con las nota de prensa de Moncloa sobre las declaraciones de la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera.

Fuentes
Publicidad