La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) anunció que durante la segunda semana de junio comenzaría una primera y temprana ola de calor de 2022, con temperaturas que rozan los 40º. Un mes después, ya en julio, España atraviesa la segunda ola de calor del año. Desde 1975, se han registrado aproximadamente 65 olas de calor en la península ibérica, Baleares, Ceuta y Melilla, pero solo diez se han producido en junio, según el registro de la Aemet. Estas olas de calor son cada vez más frecuentes y para hacerles frente hay que tener en cuenta una serie de recomendaciones que te explicamos a continuación.
Mucho líquido y evitar el deporte en exterior
Para sobrellevar sin riesgo la ola de calor, el Ministerio de Sanidad ha publicado una serie de recomendaciones. Entre sus consejos está:
- Beber mucha agua o líquidos: no hay que esperar a tener sed para beber y hay que evitar las bebidas alcohólicas, el café, el té o los refrescos azucarados.
- Permanecer en lugares frescos: lo mejor es mantenerse a la sombra y, si es posible, pasar al menos dos horas en lugares climatizados. También es recomendable tomar duchas de agua fresca.
- Bajar las persianas: es esencial evitar que el sol entre directamente en las viviendas y el uso de aparatos que puedan producir calor en las horas de mayor temperatura. Sobre este asunto, el Ministerio recuerda que, a partir de los 35º en el interior de la vivienda, “un ventilador sólo mueve el aire, no lo enfría”.
- Comidas ligeras: platos como ensaladas, frutas, verduras, gazpachos o zumos ayudan a reponer las sales perdidas por el sudor.
- Evitar las actividades en el exterior: sobre todo en las horas más calurosas y si las actividades son intensas. Si hay que permanecer en el exterior es recomendable mantenerse a la sombra, usar ropa ligera y de colores claros, protegerse del sol con protector y sombrero.
Recomendaciones para los trabajadores
El fallecimiento de un barrendero en Madrid el pasado viernes por un golpe de calor ha puesto la mirada sobre las condiciones de los trabajadores que desempeñan sus funciones en el exterior durante la ola de calor.
Según el Ministerio de Sanidad, las personas que realizan trabajos intensos en el exterior deben «reducir su actividad en las horas de máximo calor, protegerse del sol y beber abundantemente bebidas que repongan los líquidos y las sales perdidas por el sudor «, como agua, zumos, frutas, gazpacho, bebidas deportivas o rehidratantes.
El año pasado, el ministerio de Trabajo elaboró un plan de Inspección de Trabajo para combatir riesgos por golpes de calor. Entre las medidas propuestas están proporcionar agua potable en las proximidades de los puestos de trabajo, planificar las tareas más pesadas en las horas de menos calor (adaptando, si es necesario, los horarios de trabajo), aumentar la frecuencia y cantidad de las pausas, procurar vestir con ropas amplias y de tejido ligero, proteger la cabeza con gorra o sombrero, habilitar zonas de sombra o locales frescos para el descanso de los trabajadores , e informar a los trabajadores sobre los riesgos relacionados con el calor, sus efectos y las medidas preventivas y de primeros auxilios que hay que adoptar.
La Vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha anunciado que Inspección de Trabajo «intensificará la actividad de control de condiciones de seguridad y salud» de los trabajadores expuestos al sol, como los del sector de la agricultura y la construcción.
Los síntomas de un golpe de calor
La Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) expone los síntomas principales que pueden alertar de un golpe de calor. “Tenemos que prestar atención ante la aparición de malestar, mareo, dolor de cabeza, náuseas, vómitos, sensación de calambres, sudoración excesiva, enrojecimiento de la piel”, resaltan.
En estas situaciones, se recomienda suspender la actividad que se esté realizando, refrescarse y descansar en un lugar fresco, así como beber agua. Si los síntomas persisten o no hay mejoría, la semFYC advierte de que será necesaria una valoración en el punto de atención sanitaria más cercano o llamar al teléfono de emergencias 112.
“Si aparecen síntomas como elevación de la temperatura corporal, dolor de cabeza intenso, fatiga o pérdida de conciencia, debe pedir ayuda inmediatamente”, avisan.
Personas mayores, niños o enfermos: factores de riesgo
La ola de calor no afecta a todas las personas por igual, según Sanidad, por lo que ciertos colectivos deberán prestar más atención a las recomendaciones. Aquellas que tienen más riesgo son las personas mayores (sobre todo las que viven solas o son dependientes), los que padecen enfermedades (cardiovasculares, cerebrovasculares, respiratorias, renales, neurológicas, diabetes, etc) o están medicadas (anticolinérgicos, antihistamínicos, fenotiazinas, anfetaminas, psicofármacos, diuréticos, betabloqueadores, etc).
También forman parte de la comunidad de riesgo las personas con facultades mentales disminuidas, los menores de cuatro años, o las personas que padecen sobrepeso u obesidad. Asimismo, deben prestar especial atención las personas que realizan trabajos intensos en el exterior o actividades deportivas intensas.
Estas personas deben recibir visitas o ser controladas al menos una vez al día por un miembro de la familia, amigo, vecino o por los servicios sanitarios o de cuidados a domicilio.