El verano comenzó el jueves 20 de junio y con el aumento de las temperaturas durante los meses estivales es importante seguir unas recomendaciones y protegerse para evitar riesgos y problemas en la salud como insolaciones o golpes de calor.
¿Por qué es importante? La exposición en exceso a temperaturas elevadas puede provocar una respuesta insuficiente del sistema termorregulador humano, pudiendo afectar a las condiciones físicas y mentales de las personas, especialmente aquellas más sensibles a estos cambios, como niños o ancianos.
Recomendaciones de hidratación y prevención frente a altas temperaturas en verano
Bebe agua y otros líquidos. Para hidratarse bien en verano, se recomienda beber entre dos y tres litros al día de agua y otros líquidos como zumos o refrescos, incluso si no se tiene sed. Sin embargo, no se debe abusar de bebidas con cafeína, alcohol o muy azucaradas.
Comidas ligeras. Realiza una dieta ligera y equilibrada, con alimentos que ayuden a reponer las sales perdidas por el sudor, como ensaladas, frutas o verduras.
Especial atención a personas de riesgo. Aunque cualquier persona puede sufrir un problema relacionado con el calor, es importante prestar especial atención a niños, mujeres embarazadas, ancianos y personas con tratamientos médicos o enfermedades que puedan agravarse con el calor.
Evita las horas de calor. Prioriza lugares frescos durante los días de intenso calor, a la sombra o en lugares climatizados. Además, se recomienda reducir la actividad física y evitar realizar deportes al aire libre en las horas centrales de los días de verano.
Otros consejos. Durante los meses de verano es recomendable utilizar ropa ligera, holgada y que deje transpirar y mantén las medicinas en un lugar fresco ya que el calor puede alterar su composición y efectos.
- Ministerio de Sanidad
- Fundación Aquae
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