Hace unos días, Newtral.es publicó la tercera actualización del mapa de rastreadores en España. En él se reflejan las respuestas que nos ofrecen las comunidades autónomas ante la consulta de “cuántos rastreadores” para los rebrotes tienen activos. Andalucía respondió que 8.198 enfermeros y 450 profesionales del servicio de vigilancia epidemiológica. Navarra respondió que “38”. ¿Hay 8.600 rastreadores en Andalucía y 38 en Navarra? Esta comparación ofrece una imagen irreal de la gestión de la pandemia. Comparar los datos de las comunidades implica definir qué es un rastreador: para el Gobierno andaluz, alguien que en algún momento puede participar en el sistema de rastreo. Para el Gobierno navarro es alguien que dedica su jornada completa a ello.
Pese a que la mayoría de las comunidades ha reportado varias decenas o centenares de rastreadores, hay dos de ellas que destacan sobremanera: Andalucía y Galicia, que además de las personas contratadas para tal efecto y del “núcleo duro” del sistema de rastreo, han añadido a las personas que hacen labores de rastreo en su trabajo habitual, como el personal sanitario de atención primaria, enfermeros y médicos. Esto ha soliviantado a sindicatos y asociaciones en defensa de la sanidad pública, porque critican que las cifras no son reales y que disfrazan la precariedad que hay detrás.
El caso gallego: críticas por ofrecer “cifras engañosas”
Galicia reportó a Newtral.es que había 6.108 rastreadores activos en esa comunidad, lo que se traducía en una tasa de 226 por cada 100.000 habitantes. Este ratio rompía el techo de todas las comunidades autónomas, que presentan entre 6 y 30 rastreadores por cada 100.000 habitantes. La diferencia está en que Galicia incluye a parte del personal sanitario que también hace labores de rastreo.
La Asociación Gallega para la Defensa de la Sanidad Pública emitió un comunicado, calificando la cifra de 6.108 de “engañosa”: “Los profesionales que desconocen que son ‘rastreadores’ no recibieron ninguna comunicación de cómo actuar ante estos casos concretos”. Esta asociación critica la falta de formación, la ausencia de protocolos, y señalan que la actividad sería “imposible”.
UGT Galicia coincide con esta asociación: “En Galicia hay entre 20 y 50 teleoperadores contratados, que son los rastreadores. El personal de medicina preventiva está colaborando. Pero los rastreadores como tal los han externalizado a una empresa de telemarketing”, declara el portavoz Javier Martínez. El sindicato ha reclamado al Gobierno autonómico que sea personal sanitario el que haga las labores de rastreo. Martínez critica que hay médicos que están haciendo ellos mismos el rastreo porque “no se fían” de los operadores: “¿Están capacitados para hacer este seguimiento?”, se pregunta. También critica que “no haya habido formación” para el resto del personal y que la gestión ha sido “opaca”. La Xunta, ante las consultas de Newtral.es sobre esta empresa, no ha ofrecido declaraciones.
El Servicio Gallego de Salud tampoco ha desgranado quién compone los 6.108. Sí han informado sobre cómo funciona el sistema: la Dirección General de Salud Pública y las jefaturas territoriales establecen la política para la labor del rastreo en el caso de los brotes. Los médicos de familia son la punta de lanza del sistema, que detectan y siguen los casos. El servicio de medicina preventiva, ubicado en los propios hospitales, realiza el seguimiento de los contactos, así como de los casos de coronavirus en el personal sanitario. Aparte, hay un equipo técnico que coordina. En este caso, la Xunta de Galicia afirma que “se formó a todos los integrantes del equipo técnico”. Es decir, los médicos de familia, que supondría la mayor parte del sistema de rastreo, no recibieron formación, aunque sí un protocolo de actuación.
El caso andaluz: mantiene el protocolo de la listeriosis
Andalucía es el segundo caso de tasa desproporcionada, comparada con el resto de autonomías, que presentan más de 100 rastreadores por cada 100.000 habitantes. La consejería de salud andaluza defiende la cifra de los 8.198 rastreadores: “Son los que son. La Junta de Andalucía sostiene que ha formado a más de 7.000 trabajadores que incluye a epidemiólogos, médicos de atención primaria y enfermeros, y que no han sido necesarios los protocolos porque el personal sanitario ya estaba curtido de una crisis muy reciente: la de la listeriosis. El sistema y protocolo ya estaba establecido. No es una cosa nueva que nos haya pillado de sorpresa”.
Los sindicatos lo ven de otra forma: “No es real que haya 8.000 personas dedicadas a rastrear”, sostiene Antonio Macías, enfermero y portavoz de Sanidad de UGT Andalucía. “Cuando sale un caso se le dice a alguien del centro de salud que se dedique a rastrear, pero no se dedica a ello específicamente. Nadie se cree que la mitad de la plantilla de médicos o enfermeros están dedicados a esto”, sostiene el sindicalista.
En la misma línea señala Pepe Toro, enfermero en Cádiz, también portavoz de UGT. Toro sostiene que los que se dedican a rastrear son los “enfermeros referentes”, hay uno por cada área de salud. “¿Quién se propone hacer más trabajo cobrando lo mismo? Los que están en una situación administrativa débil y que tienen que acumular méritos: interinos, personas en comisión de servicio…”, critica el enfermero. Newtral.es ha consultado a la Junta de Andalucía por el método de elección de los enfermeros referentes, pero no hemos obtenido respuesta.
La Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia sí entiende que la Junta hable de 8.000 rastreadores: “No existe una carrera para ser rastreador. Rastreador es quien tiene una formación y hace el rastreo. Quien pueda manejar los datos de los historiales clínicos. Los médicos de familia están entregados a tope. Llaman a los contagiados, los citan, los aíslan. Esto está protocolizado”, sostiene José Caballero, médico portavoz de dicha sociedad médica en Andalucía. Caballero reflexiona sobre las comparaciones entre las gestiones de las autonomías: “Nos estamos comunicando entre nosotros, sacar rentabilidad política de esto no es de recibo, ni unos lo están haciendo muy bien ni otros muy mal”, defiende.
El caso navarro: son más de 38 rastreadores
Navarra en un primer momento declaró que contaba con 38 rastreadores, es decir, unos 5 rastreadores por cada 100.000 habitantes, que situaba a esta comunidad a la cola de las comunidades autónomas. El Gobierno navarro matizó posteriormente que estas 38 personas son solo las que trabajan a tiempo completo en el rastreo, pero no incluye al equipo de epidemiólogos ni al personal sanitario de atención primaria haciendo rastreos.
Navarra decidió cambiar la cifra que ha comunicado en las últimas semanas y ahora sostiene que son 148 personas dedicadas al rastreo, de las que 38 están a tiempo completo. Se trataría del “núcleo duro”, sin contar al personal sanitario, administrativos, trabajadores sociales que también colaboran en el rastreo (y que Galicia y Andalucía sí incluyen en su cálculo). Esto sitúa a Navarra en una situación más favorable de 22 rastreadores por cada 100.000 habitantes, lo cual se adapta a las recomendaciones internacionales. Fuentes de la sanidad navarra han comunicado a Newtral.es que esta semana el equipo aumentará a 166 personas.
Fuentes:
- Consejerías de Sanidad de las comunidades autónomas
- Secretarías regionales de la federación de servicios públicos de UGT en Galicia y Andalucía
- Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia
- Asociación Galega para a Defensa da Sanidade Pública
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