Los insultos racistas sufridos por el futbolista Vinicius Junior en el Estadio de Mestalla (Valencia) en la última jornada de liga han puesto en el epicentro del debate las medidas que el fútbol español toma contra la discriminación, y en concreto contra el racismo en los estadios.
Dos días después del partido entre Valencia y Real Madrid, la policía detuvo a cuatro personas por colgar en enero un muñeco en representación de Vinicius en un puente y a tres aficionados del Valencia por cánticos racistas dentro del estadio. En los dos anteriores precedentes, Zaragoza y Villarreal fueron sancionados con 9.000 y 12.000 euros respectivamente por actos racistas contra Eto’o (2006) y Alves (2014). En este caso, la sanción al Valencia es de 45.000 euros y el cierre de una parte de la grada durante cinco partidos.
Sobre el rectángulo de juego son los organismos internacionales como FIFA y UEFA quienes hacen recomendaciones y campañas para erradicar el odio de los estadios, y las leyes nacionales las que aplican la actuación ante un episodio de discriminación in situ. Pero las medidas sancionadoras corresponden a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).
LaLiga ha pedido mayores competencias en las sanciones para erradicar el racismo del fútbol. En un comunicado, LaLiga enumeró diferentes denuncias ignoradas y manifestó su “tremenda frustración por la falta de sanciones por parte de los órganos disciplinarios deportivos, las administraciones públicas y los órganos jurisdiccionales a los que se denuncia».
Con este comunicado se refiere a la modificación de la Ley 19/2007 contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte y de la Ley 39/2022, de 30 de diciembre, del deporte. “LaLiga lleva tiempo observando con impotencia cómo estas denuncias son archivadas sin ni siquiera llegar a los Juzgados, o cómo las Fiscalías de Odio de cada región no tienen un criterio uniforme a la hora de calificar estos hechos”, aseguran.
En este contexto, la Federación inglesa se ha puesto como ejemplo no solo sobre las sanciones contundentes que realiza a aficionados y protagonistas del juego, sino por la concienciación en los estadios y la estrecha colaboración con las autoridades para expulsar a quienes llevan a cabo cualquier tipo de discriminación, incluyendo el ámbito de las redes sociales.
Qué hace Inglaterra contra el racismo en los estadios de fútbol
Aunque estos episodios se sigan produciendo, los organismos responden de forma contundente y de manera colaborativa ante el racismo en Inglaterra. En concreto la liga inglesa trabaja en un entorno donde intervienen directamente las normas de la Federación (FA), las campañas de los clubes en base a esas guías, la vigilancia a través de la Unidad Policial para el Fútbol del Reino Unido y organismos como ‘Kick It Out’. Pero esta colaboración se amplía a los diferentes niveles de este deporte.
Estadísticas de discriminaión de Kick It Out:
- El 54% de las denuncias (329) son de carácter racista, seguidos por orientación sexual (28%) y religión (18%).
- El 62% de las denuncias se producen en partidos profesionales, especialmente de la Premier League (234/380).
- Las denuncias de discriminación grupales aumentaron un 41% en la temporada 2021/2022 (156) comparado con la anterior campaña (94).
- El 50% de los incidentes en redes sociales tenían que ver con la raza, aunque estos disminuyeron un 82% respecto a la temporada 20/21 y un 60% respecto a la 19/20.
El mayor ejemplo de esa colaboración se produjo el verano de 2021. Durante la Eurocopa, la policía recibió 600 denuncias por racismo contra los futbolistas negros de la selección inglesa. Después de que Rashford, Sancho y Saka fallaran sus respectivos penaltis en la final, siendo derrotados, los insultos racistas que los tres recibieron a través de las redes sociales terminaron con la detención de once personas y la condena a un hombre a llevar una pulsera electrónica durante 14 semanas.
Estas denuncias se recogen a través de la organización ‘Kick It Out’,que desde 1993 lucha contra el racismo en las instalaciones deportivas, una causa que amplió cuatro años después añadiendo todo tipo de discriminación por género, orientación sexual, etnia, color, raza, nacionalidad, religión, creencia o discapacidad. Tanto esta organización como la Federación inglesa tienen mecanismos de denuncia pública y anónima en su afán por perseguir estos actos.
Normativa de la Federación inglesa contra el racismo
En el centro de esta relación se encuentra la Federación inglesa (FA), que desde la temporada 2020/2021 tiene un protocolo estricto contra la discriminación tanto en el caso de que el racismo proceda de la grada como si se produce entre protagonistas del juego, y en ambos casos requiere una particación proactiva de los clubes en la identificación del problema.
Las normas son tan estrictas que, en los últimos años, han sido sancionados varios de los futbolistas más importantes de la competición como Luis Suárez (Liverpool), Edison Cavani (Manchester United) o Bernardo Silva (Manchester City).
En todos sus escenarios, la Federación advierte de la importancia de la colaboración de los clubes en la prevención, detección y educación de los aficionados.
- Si los infractores están en la grada:
- El infractor es un solo individuo: el club debe tomar acciones de manera inmediata para identificarlo. Si hay evidencias de que el club no ha hecho ese esfuerzo, se considera un agravante.
- Discriminaión por parte de un grupo de aficionados: el club es sancionado por no activar los mecanismos de prevención y educación.
- Factores para la sanción: es un panel de expertos quien decide en función de factores como si ha tomado suficientes medidas, si ha dado los pasos para identificar a los infractores y si ha tomado suficientes medidas para sancionarlos.
- Obligaciones de los clubes para asegurar la no discriminación: los clubes deben entrenar al personal de seguridad, realizar un plan de partido previo, establecer un buen sistema de vigilancia de cámaras y fomentar iniciativas contra la discriminación entre sus aficionados.
- Tablas de sanciones: en la Premier League van desde 23.000 euros a 345.000 euros. Las medidas disciplinarias pueden ir combinadas con las sanciones económicas. Pueden ser el cierre parcial del estadio o de todo el estadio dependiendo del caso y teniendo en cuenta el número de seguidores involucrados, la naturaleza de los actos y su duración, si el club ha tomado medidas o si ha cooperado.
- Si los infractores son protagonistas del juego:
- En el caso de que la actitud discriminatoria se produzca por parte de un jugador, entrenador o técnico, las medidas son diferentes, puesto que entra en acción la sanción deportiva con penalizaciones de entre seis y doce partidos y un programa de educación. Tiene en cuenta:
- Agravantes: repetir el lenguaje o actitud discriminatoria, que se produzca de manera pública que tenga una posición relevante (capitán, entrenador, manager), la diferencia de edad entre el infractor y la víctima, que no coopere con la Federación o la premeditación.
- Mitigantes: admisión de la conducta errónea o la cooperación.
Publicidad - En el caso de que la actitud discriminatoria se produzca por parte de un jugador, entrenador o técnico, las medidas son diferentes, puesto que entra en acción la sanción deportiva con penalizaciones de entre seis y doce partidos y un programa de educación. Tiene en cuenta:
En todos los escenarios, la Federación puede actuar en diferentes contextos en relación con el fútbol: dentro del estadio, en mensajes en redes sociales, en entrevistas o en el entorno de la actividad deportiva. En el caso de las redes sociales, se incluyen las reacciones a comentarios discriminatorios.
El racismo en el fútbol se ha trasladado también al ámbito político en los últimos años. Por ejemplo, en 2017 un debate en comisión parlamentaria concluyó en una investigación donde se demostró que algunos miembros de la Federación habían encubierto al exseleccionador del equipo femenino, Mark Sampson, en diferentes episodios racistas contra la futbolista Eniola Aluko. Inmediatamente fue cesado de su puesto.
Cuatro ejemplos de sanciones en el fútbol inglés
En la élite del fútbol inglés se ha intervenido de manera contundente cuando los propios futbolistas han tenido comportamientos racistas. Así lo han demostrado las acciones de la federación contra tres estrellas de la competición en los últimos años.
- Luis Suárez. En 2011, el delantero uruguayo del Liverpool se enfrentó al francés Patrice Evra en el derbi contra el Manchester United. En una entrevista posterior, Evra manifestó que Suárez le había llamado “negro” en una decena de ocasiones. Aunque no se pudo comprobar en las imágenes, una comisión de investigación determinó que quedaban demostrados los comentarios racistas, condenando al delantero a ocho partidos de sanción y 48.000 euros de multa.
- Edison Cavani. El entonces delantero del Manchester United respondió con un «gracias negrito» al comentario de un aficionado en las redes sociales. Una expresión que para la Federación suponía una conducta impropia por infringir la normativa con una publicación «insultante, abusiva y/o inadecuada». El delantero negó haber sido racista pero aceptó los tres partidos de sanción.
- Bernardo Silva. El jugador del Manchester City quiso hacer humor con su compañero Banjamin Mendy, subiendo una comparativa entre una foto del francés de pequeño y un conguito. Este gesto fue sancionado con un partido de suspensión y una multa de 55.000 euros.
- Kiko Casilla. El portero español, que defendía la camiseta del Leeds en la segunda división inglesa, fue sancionado con ocho partidos de suspensión y 70.000 euros de multa por insultos racistas a Jonathan Leko.
La política de educación y concienciación llevó a los protagonistas de la Premier League a dos grandes acciones mediáticas. La primera, arrodillarse antes de los partidos, con el balón ya en juego. La segunda, en 2019, con una potente campaña en redes sociales. Durante 24 horas, los futbolistas de la liga inglesa se negaron a hacer publicaciones bajo el lema de “No Room For Racism” (“No hay lugar para el racismo”), que pretendía alertar sobre el crecimiento de los insultos en este ámbito.