“En este sitio nunca pasa nada bueno”. Esta es una de las frases que más se escuchan en el primer capítulo de Rabo de Peixe, la nueva serie de Netflix que ya está entre las más vistas en España. Y es que, la localidad homónima de la isla de San Miguel (Azores) es y aparece reflejada como una de las más pobres de Portugal. Por eso, cuando en junio de 2001 llega media tonelada de cocaína a sus costas, la vida de los lugareños cambia por completo, dejando consecuencias que perviven más de 20 años después.
Y esto es lo que refleja el nuevo trabajo del director Augusto Fraga, protagonizado, entre otros, por José Condessa. El actor da vida a Eduardo, un joven que junto con sus amigos se intenta ganar la vida pescando sin mucho éxito, como muestran las primeras imágenes de la serie. Es por eso que, cuando llega la droga a Rabo de Peixe, ve una oportunidad para ganar dinero y dar un vuelco a su precaria vida.
Pero ¿qué hay de cierto en la historia que cuenta la serie? Lo analizamos en este Fact-Fiction.
Junio de 2001: media tonelada de cocaína llega a Rabo de Peixe
La vida en Rabo de Peixe era tranquila y rutinaria, aunque también muy precaria, como muestra la serie de Netflix y recoge un documental de SIC Noticias, un canal temático del medio de comunicación portugués SIC: el empleo principal era la pesca artesanal, la mayor parte de la población recibía una pensión de algún tipo para sobrevivir y la gente en paro abundaba.
Pero, en junio de 2001, la situación cambia: llega a las costas de la localidad media tonelada de cocaína “con una pureza superior al 80%”, como recoge SIC Noticias. Aunque esta cifra es la que compartieron las autoridades, tanto en la serie como el periodista Nuno Mendes (enviado especial de Público a cubrir el suceso) estiman que fue más. “Es absurdo. El barco podía albergar hasta 3.000 kilos de cocaína y nadie cruza el Atlántico cubriendo un porcentaje tan bajo del espacio disponible”, contó Mendes a El País en 2017.
Independientemente de la cantidad, los lugareños comenzaron a coger fardos de droga, unos con el objetivo claro de venderla a posteriori y otros, para usos que a día de hoy siguen llamando la atención. “La memoria colectiva de Rabo de Peixe apela a historias tan locas como mujeres empanando jureles con cocaína u hombres echando cucharadas de droga en su café con leche”, contaba El País Brasil.
¿Y qué hacían Eduardo y sus amigos? En la serie, el joven descubre por la televisión que cada kilo tiene un valor de 60.000 euros, por lo que decide hacerse con el máximo número de fardos hasta conseguir reunir cocaína por valor de 23,8 millones de euros. Sin embargo, venderlo a ese precio no será fácil en una zona en la que, por las circunstancias obvias, la oferta es tan alta que nadie está dispuesto a comprarla a más de 100 euros. Es aquí cuando empieza la aventura de los jóvenes por encontrar un nuevo mercado en otras zonas, intentando esquivar a la inmensa cantidad de policías que llegan a la isla y compitiendo con los grandes capos de la droga.
El origen de la droga: el naufragio de un narcotraficante italiano
Aunque la serie se centra en la localidad de Rabo de Peixe, se encontró cocaína en diversas partes de la isla de San Miguel, en concreto, en tres localidades más: Capelas, Ribeira Grande y Ponta Delgada, una de las ciudades más pobladas de las Azores.
Pero ¿de dónde venía la droga? Un velero capitaneado por el italiano Antonino Quinci volvía de Centroamérica a Europa cuando un fallo en el timón provocado por una tormenta (que refleja también la serie) le obligó a parar en la costa norte de Ponta Delgada, como recogió el periódico portugués Público. Allí dejó la cocaína que no se perdió en el mar.
La serie también refleja un episodio que sucedió en la vida real, como muestra el diario portugués. Quinci logró escapar mientras esperaba el juicio, pero volvió a ser capturado para su ingreso en prisión.
La adicción y el narcotráfico, las consecuencias de la llegada de la cocaína a la localidad portuguesa
Las grandes cantidades de cocaína no solo aumentaron el tráfico de esta droga, sino también su consumo desmesurado. La serie muestra cómo los policías tienen que enfrentarse a la muerte de chicos jóvenes por sobredosis. Así lo cuenta también el diario Público, que, a 14 de diciembre de 2001, contabilizó la muerte de “al menos” tres jóvenes.
Rabo de Peixe y otras localidades de la isla de San Miguel se convirtieron en un escenario en el que, mientras algunos se enriquecían con la venta de la cocaína, otros cayeron en su uso cotidiano. En declaraciones recogidas por The Guardian, los lugareños recuerdan incluso cómo se vendían vasos de cerveza llenos de cocaína, una droga que antes del naufragio era considerada “de élite” y a la que era imposible acceder. “Un hombre y su familia consumieron más de un kilo en un mes”, recoge el diario británico.
Y es que la cocaína llegó para quedarse. Según un informe de la Europol de 2010, la ruta Caribe-Azores se ha convertido en una de las principales vías del tráfico internacional.
Además, Rabo de Peixe sigue protagonizando algunos sucesos relacionados con la droga. En noviembre de 2022, más de 20 años después del naufragio, la policía detuvo a dos sospechosos de haber instaurado una célula de narcotráfico en el centro del pueblo, como informó el diario Jornal de Notícias.A día de hoy, las Azores siguen siendo una de las regiones más pobres de Portugal, con un índice de pobreza del 29,6%, diez puntos por encima de la media del país, como indica el Instituto Nacional de Estadística portugúes (INE). “Las Azores, nueve islas perdidas en medio de la nada. Siglos de pobreza, aislamiento, tormentas, volcanes, terremotos”, concluye la serie.
- Jornal de Notícias
- Público
- Informe de la Europol
- El País
- Instituto Nacional de Estadística
- The Guardian