El emprendedor, CEO de Tesla e ingeniero Elon Musk fue elegido Persona del Año por la revista TIME en 2021, un reconocimiento que en el pasado han recibido papas, reyes, dictadores y presidentes estadounidenses por haber hecho lo máximo posible por influir en los eventos de los últimos 12 meses; “para bien o para mal”.
- Por supuesto, la decisión de TIME de elegir a Elon Musk como Persona del Año en 2021 ha probado ser polémica tal y como en tantas ocasiones en el pasado.
Y aunque el fundador de Tesla está lejos de acumular la clase de decisiones que han desatado guerras y genocidios, protestas o revoluciones, sus últimos 12 meses han dejado una retahíla de titulares que le han convertido en una figura tan controvertida como difícil de ignorar.
- Y los porqués de su relevancia van desde la producción de coches eléctricos y cohetes espaciales a tuits que crean y desmontan fortunas, pasando por comentarios sobre la COVID-19 o sus enfrentamientos en abierto con políticos que no creen en que haya podido amasar tanta fortuna.
- Oh, porque ese es el otro titular importante: Elon Musk se convirtió en 2021 en la persona más rica del mundo con un patrimonio de más de 250.000 millones de dólares.
Según los editores de la revista TIME, Elon Musk representa mejor que nadie, al menos en 2021, el cambio de rumbo radical que se está produciendo en nuestras sociedades:
- “En tiempos de mayores protestas sobre una siempre creciente desigualdad, nuestras vidas y las más básicas estructuras alrededor de ellas son ahora moldeadas por las iniciativas, los productos y las prioridades de la gente más rica del planeta”.
Jeff Bezos, de Amazon, y Mark Zuckerberg, de la ahora llamada Meta, son otras de las dos personas mencionadas en el artículo de TIME explicando la elección de Elon Musk en ese contexto. Pero ellos ya fueron Persona del Año para la revista en el pasado:
- Bezos, en 1999, antes de convertir a Amazon en el auténtico behemoth del comercio electrónico que es hoy en día.
- Y Zuckerberg, en 2010, antes de convertir a Facebook en la red social con más usuarios de la historia.

Elon Musk todavía está lejos de haber influido en la vida común de cientos de millones de personas al nivel que lo han hecho Amazon o Facebook, dos compañías que “para bien o para mal” han cambiado para siempre nuestra forma de comprar o de relacionarnos con nuestros amigos, seres queridos y rivales ideológicos.
- Pero al mismo tiempo es incuestionable el potencial de Musk como moldeador de futuro gracias a iniciativas empresariales que van desde coches eléctricos, con Tesla, a cohetes espaciales, con SpaceX.
Con Tesla, Elon Musk ha enfrentado multitud de obstáculos en los últimos años: problemas de producción a escala, investigaciones sobre accidentes con su sistema de conducción asistida o ventanas que se rompían con más facilidad de la esperada.
- Pero la compañía ha seguido teniendo una fuerza imparable en Wall Street, donde ya ha superado la barrera del billón de dólares de valor de mercado para confirmarse como el mayor jugador en la industria de los coches eléctricos.
Claro que la relevancia de Tesla no es tanto por la compañía en sí misma, con sus esperados triunfos y decepciones, sino por cómo ha desencadenado que la industria del automóvil haga una transición más rápida de lo inicialmente previsto hacia la producción masiva de coches eléctricos.
- Es difícil pensar en un cambio tan abrupto sin la presencia de Tesla —o la de Elon Musk, que ha aguantado el tipo al frente de su compañía en los momentos más difíciles cuando multitud de inversores apostaban a que el precio de las acciones acabarían desplomándose tarde o temprano.
Ese concepto de vender acciones a corto, o short-selling, es algo que Musk lleva criticando desde hace años. Refiere a la forma en la que los inversores apuestan en contra de una compañía para hacer dinero.
- Pero esa falta de fe en Tesla acabaría volviéndose en su contra cuando Elon Musk se convirtió en uno de los principales defensores del movimiento GameStonk por el que miles de inversores minoristas compraron acciones en compañías con poco valor de mercado —y peor proyección de futuro— como las tiendas de videojuegos GameStop o la cadena de cines AMC.
- La estrategia logró que los short-sellers perdieran miles de millones de dólares y compañías como AMC redirigieran su foco a accionistas minoristas más movidos por memes y tuits de Musk que por el valor intrínseco de las compañías que cotizan en bolsa.
La popularidad de Elon Musk entre jóvenes inversores también se traduce en hordas de fans que los defienden a ultranza en redes sociales. Especialmente en Twitter, donde Musk es con facilidad una de las voces más influyentes de la plataforma.
- Ahí, Elon Musk es capaz de meterse en líos con la Comisión de Valores estadounidense, de disparar o desplomar el precio de criptomonedas como Bitcoin, o de enfrentarse al senador Bernie Sanders por querer subirle los impuestos a los milmillonarios.
Elon Musk también ha logrado establecerse como una figura esencial en el imaginario de las nuevas generaciones gracias a su visión de futuro.
- Algunas de sus ideas más bombásticas, como túneles que buscan descongestionar el tráfico o dispositivos cerebrales que pretenden conectarnos con inteligencias artificiales, están todavía lejos de llegar a buen puerto.
- Pero otras, especialmente a través de SpaceX, tienen visos de convertirle en una de las figuras más importantes de la historia en la conquista del espacio.
El pasado abril, SpaceX se hizo con el contrato exclusivo de la NASA para volver a poner astronautas en la luna por primera vez desde 1972, algo que Elon Musk pretende que se consiga en los próximos dos años.
- Pero sus sueños van más allá que eso. A la pregunta de si ve posible que el hombre llegue a Marte en un futuro cercano, Musk deja una de esas respuestas que le caracterizan, entre lo futurísticamente incierto, lo admirablemente pretencioso y lo, para casi todos, tremendamente ingenuo: “Estaría sorprendido si no estamos aterrizando en Marte en los próximo cinco años”.
Los que han tildado de naif, sensacionalista o directamente mentiroso a Elon Musk en el pasado saben las consecuencias: millones de dólares nunca ganados o millones de dólares perdidos para siempre. El que duda de Musk es porque quiere. Solo hay que atreverse a ello.