En las últimas semanas, se han hecho virales en redes sociales como Tik Tok o Twitter diferentes vídeos y testimonios en los que los usuarios aseguran tener una enfermedad relacionada con el hinchazón abdominal denominada “sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado”, SIBO por sus siglas en inglés (“small intestine bacterial overgrowth”). Pese a que se trata de un síndrome frecuente, muy pocas personas saben de su existencia o de los síntomas que puede provocar en quien la padece.
¿Qué es el SIBO?
El SIBO es una enfermedad que se caracteriza por la presencia excesiva y anómala de bacterias en el intestino delgado que normalmente pertenecen al intestino grueso.
Ramón Fernández, médico especialista en aparato digestivo en el Hospital HLA Inmaculada de Granada, explica a Newtral.es que “al conjunto de microorganismos que residen en nuestro tubo digestivo (bacterias, arqueas, eucariotas y virus) se le conoce como microbiota intestinal, que debe de ser diversa y versátil”. La presencia de esta en nuestro cuerpo “nos defiende de patógenos y nos aporta nutrientes para desarrollar el sistema digestivo, nervioso e inmune”.
Así, con un nivel alto de bacterias que no pertenecen al intestino delgado, como explica la Clínica de Endocrinología y Nutrición (ENDOCS), los alimentos al pasar por esta fase de la digestión se quedan estancados y su mezcla con los jugos gástricos de este órgano se ve ralentizada, dando lugar a una alta aparición de bacterias que pueden provocar, entre otros síntomas, hinchazón y dolor abdominal, náuseas o diarreas.
Normalmente, según indica la institución estadounidense Mayo Clinic, el crecimiento excesivo de bacterias en el intestino delgado puede producirse por diferentes causas que lo provocan:
- Complicaciones tras una cirugía abdominal: Operaciones para tratar la obesidad, como el bypass gástrico, o la gastrectomía para úlceras y cáncer de estómago.
- Defectos o lesiones en el intestino delgado: Como el tejido cicatricial que puede envolver el exterior del intestino delgado, o la diverticulosis intestinal, que provoca la aparición de “bolsas de tejido” que sobresalen a través de la pared de este órgano.
- Algunas enfermedades médicas que afectan al intestino: Como la enfermedad de Crohn, enteritis por radiación, celiaquía, diabetes, u otras afecciones que puedan afectar al movimiento de los alimentos a través del intestino delgado.
Asimismo, Ramón Fernández señala que actualmente podemos encontrar dos tipos de SIBO. Por un lado, el “SIBO clásico, ligado a la malabsorción o maldigestión” y, por otro, “el SIBO asociado a trastornos funcionales digestivos, especialmente al síndrome del intestino irritable”.
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¿Qué síntomas provoca en el paciente?
El experto señala que los principales síntomas que puede provocar el SIBO en el paciente son:
- Pérdida del apetito
- Dolor e hinchazón abdominal
- Náuseas
- Sensación incómoda de saciedad después de comer
- Diarrea o estreñimiento
- Pérdida de peso involuntaria
- Malnutrición
¿Cómo se diagnostica el SIBO?
El SIBO puede diagnosticarse a través de diferentes pruebas, con las que el especialista puede comprobar si el paciente tiene efectivamente un sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado o puede estar padeciendo otros problemas que puedan estar causando síntomas similares a los característicos de este síndrome.
Así, según ENDOCS, el método más común para detectar la enfermedad se basan en pruebas de aire expirado que miden el “hidrógeno producido del metabolismo hidrocarbonado (10g de lactulosa o 75g de glucosa) de las bacterias luminales en la respiración exhalada”.
Sobre este método, el médico especialista en aparato digestivo explica que este tipo de test “no ha sido aceptado ni validado universalmente para el diagnóstico de SIBO, porque se presta mucho a interpretaciones diversas”. “Sin embargo, es el más ampliamente utilizado por su facilidad, no invasividad y poco coste, pero no por su evidencia científica”, añade.
¿Cómo se trata el SIBO?
En cuanto al tratamiento de este síndrome, el más frecuente es el uso de antibióticos. Para ello, Ramón Fernández indica que el objetivo de este tipo de tratamientos “no es erradicar la microbiota del intestino delgado, sino modularla para que desaparezcan los síntomas”.
Asimismo, explica que se debe elegir un antibiótico “que cubra aerobios y anaerobios” en un intervalo de 7 a 14 días, “lo cual haría mejorar los síntomas durante varios meses”.
Como complemento, el experto recomienda una dieta baja en “FODMAP”, componentes que son mal absorbidos por el intestino delgado que se encuentran en algunas frutas, lácteos o legumbres, entre otros. Así, llevar a cabo esta dieta “puede tener un papel beneficioso” pero no es conveniente llevarla a cabo “más allá de 3-4 semanas” porque, como indica, a largo plazo “reduce la cantidad de bifidobacterias beneficiosas” en el organismo.
- Ramón Fernández, médico especialista en aparato digestivo en el Hospital HLA Inmaculada de Granada
- Clínica de Endocrinología y Nutrición (ENDOCS)
- Mayo Clinic
- Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD)
Buenas noche tengo un problema ...soy diabética insulina independiente ....me operaron de vesícula hace 17 año desde ese día sufro de mucho dolor estomacal ....como lo que como me incha la pansa y diarrea constante y feo olor y mucho dolor en el intestino como cólico y sensación de hacer fuerza para seguir haciendo caca pero ya nada solo dolor ..... eso me produce dolor de cabeza y ya no deceo comer nada me descontroló la diabetes y es un desastre mi vida .....me ayudan por favot