Los italianos tienen una cita con las urnas los días 20 y 21 de septiembre para decidir en un referéndum constitucional si reducen el tamaño del Parlamento.
- En un principio, la votación estaba prevista para el 29 de marzo, pero fue suspendida por la pandemia de coronavirus.
- La consulta popular se celebrará en las mismas fechas que las elecciones regionales de Véneto, Toscana, Campaña, Liguria, Marche, Puglia y el Valle d’Aosta.
Lo más importante
La reforma constitucional busca reducir en un tercio los escaños en ambas cámaras a partir de la próxima legislatura. De salir adelante, la Cámara de Diputados pasaría de 630 a 400 escaños y el Senado, de 315 a 200.
- La medida ya había sido aprobada en octubre por amplia mayoría en ambos hemiciclos, pero la Constitución italiana obliga a someter la decisión a referéndum.
- El texto plantea otras modificaciones como recortar el mínimo de senadores para cada región de 7 a 3, al igual que las provincias autónomas de Trento y Bolzano, y rebajar de 6 a 4 el número de miembros de la Cámara Alta elegidos en las circunscripciones extranjeras.
- La votación emana de una promesa electoral del Movimiento 5 Estrellas, que gobierna en coalición con el Partido Demócrata en el Ejecutivo de Giuseppe Conte, como parte de su objetivo de acabar con “la corrupción y los privilegios de la élite política en Italia”.
¿Cuál es el contexto?
Para que el referéndum se pudiera llevar a cabo, Italia ha tenido que atravesar un largo proceso parlamentario de más de un año y medio:
- Primera resolución: El 7 de febrero de 2019, el Senado aprobó el proyecto de ley con 185 votos a favor, 54 en contra y 4 abstenciones. Tres meses después, el 9 de mayo, la Cámara de Diputados ratificó el texto con 310 sufragios favorables, 107 rechazos y 5 abstenciones.
- Segunda resolución: La Cámara Alta avaló nuevamente el proyecto el 11 de julio, aunque sin la mayoría de dos tercios de votos necesaria para que las solicitudes de referéndum fueran inadmisibles. La Cámara de Diputados, en cambio, sí logró alcanzarla el 8 de octubre.
- Solicitud de la consulta: La Gaceta Oficial publicó la reforma de la ley constitucional el 12 de octubre, fecha a partir de la cual se iniciaba el plazo para que una quinta parte de los miembros una cámara, 500.000 electores o cinco consejos regionales solicitasen la celebración de una votación confirmativa.
- Convocatoria del referéndum: El 10 de enero, 71 senadores realizaron la petición oportuna a la Corte Suprema de Casación, que aprobó la demanda dos semanas después. El Gobierno italiano anunció el 23 de enero que las urnas se colocarían el 29 de marzo, pero la pandemia obligó a posponer la votación a septiembre.
¿Qué hay que tener en cuenta?
Para que salga adelante, la reforma debe obtener el voto favorable de la mayoría absoluta de votantes, sin quórum de participación. Todas las encuestas de intención de voto apuntan a una victoria del sí.
En el referéndum confirmativo podrán ejercer su derecho al voto todos los ciudadanos italianos, incluidos los residentes en el extranjero.
#Fact
La votación de septiembre es el cuarto referéndum constitucional en la historia de la República Italiana.
- El primero se celebró en octubre de 2001, promovido por el ex primer ministro Silvio Berlusconi, y sirvió para enmendar la Carta Magna y otorgar más poderes a las regiones en educación, agricultura, sanidad y política fiscal.
- Lo sucedió la votación de junio de 2006 sobre la implantación de un modelo de Estado federal para Italia. Impulsada por el recién descabalgado Cavaliere, fue desaprobada por la mayoría de la población, que secundó el rechazo del entonces primer ministro, Romano Prodi.
- La última consulta de este tipo tuvo lugar en diciembre de 2016, también infructuosa, que aspiraba a poner fin al sistema bicameral italiano. El resultado negativo motivó a Matteo Renzi a dimitir de su cargo al frente del Gobierno.
Si en gral el ser humano apostaría al Amor no estaría pasando esto en el mundo
ojala en argentina se hicieran las cosas asi de bien
igual hay que tener cuidado de no concentrar el poder¡¡¡ el problema no son los sueldos, el problema es que son corruptos y roban¡¡¡¡
Y para cuándo en España?