El camino hacia la presidencia de Estados Unidos pasa por una docena de estados en los que la victoria de un candidato no es fácil de pronosticar: los denominados “estados pendulares” o “en disputa”. Wisconsin es uno de ellos.
- Tanto el mandatario actual y candidato republicano, Donald Trump, como su contrincante demócrata y exvicepresidente, Joe Biden, lo ven como un territorio clave para alzarse con la victoria en las elecciones del 3 de noviembre.
- Wisconsin ha sido un estado demócrata durante casi tres décadas hasta la victoria del magnate en 2016. Buena parte de los esfuerzos de la campaña de Biden –pero también de Trump– se centrarán allí.
- El también conocido como Badger State es uno de los principales estados del Rust Belt (cinturón de óxido) o Manufacturing Belt (cinturón industrial), una región distinguida por concentrar gran parte de la producción de industria pesada del país. La mayoría de los votantes son blancos y de clase trabajadora.
Lo más importante
Otrora un estado azul seguro en el Rust Belt, Wisconsin se ha desplazado a la vanguardia de los campos de batalla en las elecciones presidenciales después de que Trump se lo llevara al bolsillo por la mínima en los comicios de 2016.
- En las presidenciales de hace cuatro años, Trump logró una victoria en Wisconsin con menos de un 1% de diferencia –se impuso con el 47,2% de los votos populares frente a los 46,5% de Hillary Clinton–. El Partido Demócrata llevaba dominando en el estado desde 1988.
- Wisconsin cuenta con 10 votos electorales, al igual que Maryland, Minesota y Misuri. Les superan 17 estados en número de votos en el Colegio Electoral, que es, en última instancia, el organismo que acaba eligiendo al ganador de las presidenciales.
Wisconsin es el hogar de muchos estadounidenses ‘exdemócratas’ que Biden busca recuperar: votantes blancos de clase obrera.
- Demografía: 5,8 millones de habitantes. 80,9%, blancos; 7,1%, latinos; 6,7%, afroamericanos; 3,0%, asiáticos; 1,2% nativos americanos.
- Según las encuestas del Siena College y de The New York Times, la ventaja que labró Trump en 2016 entre el electorado blanco se ha reducido ligeramente, especialmente en mujeres y en graduados universitarios. Con todo, el magnate aún mantiene su liderazgo entre los votantes blancos sin educación superior.
- Sin embargo, las encuestas de Morning Consult posteriores a la Convención Nacional Republicana de finales de agosto indicaron que Trump volvía a aumentar su ventaja entre los votantes blancos, uno de los objetivos principales del evento virtual.
¿Cuál es el contexto?
Estados como Wisconsin han atravesado una prolongada y acuciada decadencia en el sector manufacturero debido a la automatización y la subcontratación, acelerada aún más con la crisis de 2008.
- Los votantes que cambiaron el color de su papeleta hace cuatro años lo hicieron principalmente convencidos por el programa económico de Trump y sus promesas de devolver la producción industrial a su época dorada.
- El potente mensaje republicano que resonó entre la población se acompañó, asimismo, de graves errores demócratas durante la campaña. Hillary Clinton no visitó Wisconsin en ningún momento antes de las elecciones y su presencia fue mínima en el conjunto de los estados del cinturón de óxido estadounidense.
Si bien la economía se ha mermado aún más por el impacto de la pandemia de COVID-19, Trump apoya su discurso para el 3-N en la aprobación del T-MEC, el acuerdo comercial renegociado con México y Canadá que reemplaza el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA) de la década de 1990.
- En contrapartida, algunos analistas políticos estadounidenses indican que su mensaje podría verse atenuado parcialmente por las consecuencias de los aranceles impuestos a productos chinos, que provocaron una guerra comercial y tasas de represalia sobre artículos estadounidenses con efectos perjudiciales para los agricultores de Wisconsin.
- Mientras tanto, Biden ha hecho un llamamiento a esos mismos votantes con su propio plan económico multimillonario centrado en invertir en productos fabricados en EE.UU., en modernizar la infraestructura y en crear puestos sindicales.
Además, en Kenosha, una pequeña ciudad en la parte sureste de Wisconsin, estallaron protestas masivas después de que Jacob Blake, un hombre afroamericano de 29 años, recibiera siete disparos de un agente de la Policía local a mediados de agosto.
- Desde entonces, Kenosha se ha convertido en un punto cardinal de la campaña presidencial de 2020 en medio del auge del movimiento Black Lives Matter, que desde los últimos meses viene exigiendo un ajuste de cuentas nacional con el racismo y la brutalidad policial.
- En este contexto, Trump promete restaurar la “ley y el orden” y vincula a Biden con el caos y el vandalismo mientras que el candidato demócrata acusa al presidente de incitar al miedo y de “avivar las llamas del odio”.
¿Qué hay que tener en cuenta?
Los sondeos de intención de voto popular en el conjunto del estado de Wisconsin apuntan en la dirección de una victoria de Biden.
- Según el promedio de encuestas electorales de FiveThirtyEight del 16 de septiembre, el candidato demócrata se impondría con el 50,4% de los votos populares frente a los 43,5% de Trump (6,9 puntos de diferencia).
- La encuesta conjunta de ABC News y de The Washington Post publicada el 15 de septiembre, sin embargo, señala que Trump lidera el voto de la población suburbana de Milwaukee, la ciudad más habitada del estado. Los condados suburbanos constituyen uno de los bloques de votantes más importantes de Wisconsin.
Según el sondeo de la Facultad de Derecho de la Universidad de Marquette del 9 de septiembre, más del 10% de los posibles votantes en Wisconsin no se decanta ni por Trump ni por Biden.
- “Muchos independientes, más del 20%, dicen que aún no saben lo suficiente sobre Joe Biden”, explicó a The New York Times el director de la encuesta, Charles Franklin.
- El 4% respondió que votará por la candidata del Partido Libertario, Jo Jorgensen.
#Fact
Antes de que Trump irrumpiera en la política estadounidense, Wisconsin era considerado parte del muro azul del Partido Demócrata en el Rust Belt.
- En las elecciones de 1988, el entonces gobernador de Massachusetts y candidato demócrata, Michael Dukakis, ganó en el Badger State a su contrincante republicano, el exvicepresidente George H. W. Bush.
- Su triunfo en el estado norteño no le valió para entrar en la Casa Blanca, pero abrió un periodo de victorias demócratas en Wisconsin de 28 años consecutivos (7 elecciones) que puso fin Trump en 2016.
- El magnate tuvo un éxito similar en otros estados del cinturón de óxido como Michigan o Pensilvania, donde los votos electorales habían sido demócratas desde 1992.
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