Pocos podrían adivinar hace años que el llamado ‘Keystone State’ acabaría por convertirse efectivamente en la “piedra angular” de las elecciones estadounidenses del próximo 3 de noviembre. Pensilvania, la cuna del modelo norteamericano que dio nacimiento a la Constitución, se ha desplazado a la vanguardia de los denominados “estados pendulares” o “en disputa” que, en última instancia, decidirán si la balanza se inclina hacia un segundo término republicano de cuatro años del mandatario actual, Donald Trump, o si habrá alternancia política en la Casa Blanca con el contendiente demócrata y exvicepresidente, Joe Biden.
- Con 20 votos electorales en juego, Pensilvania es considerado por muchos analistas el estado más importante del 3-N. Y no es en balde: el color de sus urnas decidió a 20 de los últimos 25 presidentes.
- Según el modelo matemático del portal de análisis de opinión pública FiveThirtyEight, el estado norteño es tan trascendental que Trump tendría un 84% de probabilidades de mantenerse en el cargo si triunfa en el territorio y Biden, un 96%.
Lo más importante
Antes de que Trump irrumpiera en la política estadounidense en 2016, el Partido Demócrata había encadenado seis victorias consecutivas en Pensilvania y era considerado parte de su muro azul en el ‘Rust Belt’ (cinturón de óxido).
- Sin embargo, en las presidenciales de hace cuatro años, el magnate logró una victoria en el ‘Keystone State’ con menos de un 1% de diferencia –se impuso con el 48,2% de los votos populares frente a los 47,5% de Hillary Clinton–.
- Pensilvania cuenta con 20 votos electorales, al igual que Illinois. Es el quinto estado en número de sufragios en el Colegio Electoral, el organismo que determina al ganador de las presidenciales en la recta final del escrutinio.
¿Cuál es el contexto?
Pensilvania es un área geográficamente diversa que en los últimos años ha experimentado un lento y prolongado viraje hacia la derecha. Durante gran parte del siglo pasado, las mayorías de obreros blancos formaron las bases de votantes demócratas, pero el declive de la industria manufacturera y el éxodo que lo acompañó han reconfigurado el mapa electoral pensilvano y dado alas al mensaje político de Trump.
- Los demócratas esperan que un menor apoyo al actual presidente en la región central de Pensilvania y en otros condados rurales coincida con una fuerte participación de Biden en Filadelfia, en Pittsburgh y en otras grandes ciudades para conseguir borrar el margen de solo 44.000 votos que concedió el estado a Trump en los anteriores comicios.
- Por este motivo, Pensilvania es el campo de batalla donde más ha invertido Biden en propaganda electoral –y el segundo de Trump después de Florida–. El demócrata ha gastado allí 44,0 millones de dólares y el republicano, 33,1 millones.
- Del mismo modo, Pensilvania es uno de los estados más visitados en campaña por ambos candidatos presidenciales: a 16 de octubre, Biden ha estado presente en 15 actos de campaña y Trump, en 10.
Demografía de Pensilvania: 12,8 millones de habitantes. 75,7%, blancos; 12,0%, afroamericanos; 7,8%, latinos; 3,8%, asiáticos; 0,4% nativos americanos.
¿Qué hay que tener en cuenta?
Los sondeos de intención de voto popular en el estado de Pensilvania apuntan en la dirección de una victoria de Biden. Las últimas semanas han encuadrado un escenario político difícil para Trump marcado por distintos acontecimientos que el candidato demócrata ha aprovechado para sacar rédito político en campaña.
- Según el promedio de encuestas electorales de FiveThirtyEight del 18 de octubre, Biden se impondría en su estado natal con el 50,8% de los votos populares frente a los 44,1% del mandatario republicano (6,7 puntos de diferencia).
- El último sondeo de la Universidad de Quinnipiac, publicado el 6 de octubre tras el contagio del presidente, el primer debate televisado, el escándalo fiscal de Trump y el terremoto en el Tribunal Supremo, catapulta a Biden en Pensilvania hasta colocarlo con un margen del 13% sobre su rival –54% contra 41%–. La encuesta más reciente de Ipsos, del 11 de octubre, mantiene la ventaja demócrata en la carrera, aunque a una menor distancia del republicano –51% a 45%–.
#Fact
- La última vez que el Partido Republicano ganó en Pensilvania antes de la era Trump fue con el expresidente George H. W. Bush, cuando en las elecciones de 1988 se impuso al entonces gobernador de Massachusetts y candidato demócrata, Michael Dukakis.
- El triunfo de Bush sénior en el estado norteño le valió para suceder a Ronald Reagan en la Casa Blanca, aunque marcó el último episodio de victorias republicanas en Pensilvania del siglo XX.
0 Comentarios