Cuando los Obama decidieron volver para aupar a su exvicepresidente

Imagen de archivo de 2010 del expresidente | Flickr White House
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Ocuparon la Casa Blanca durante ocho años y se convirtieron en dos voces transversales y de referencia para todo el espectro ideológico del Partido Demócrata, aún con resonancia. Barack y Michelle Obama pusieron fin a su periodo presidencial en 2017 con altos índices de popularidad y en los últimos tres años se han movido en la producción audiovisual, editorial —menos prolífica en el caso del expresidente, del que aún se esperan sus memorias—, siempre presentes pero ajenos al foco político. 

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Aunque se mantuvieron relativamente ausentes durante los primeros momentos de las primarias demócratas, el respaldo de los Obama a quien fue su vicepresidente y amigo ha ido ganando en compromiso a medida que se acercaba la nominación de Joe Biden como candidato demócrata. 

Lo más importante

El expresidente no ofreció su respaldo formal a Biden hasta el 14 de abril, cuando sus contendientes en las primarias se habían retirado ya de la carrera, y lo hizo a través de un vídeo en el que pidió el voto a todos los demócratas. Después, convocó varias rondas virtuales de recaudación de fondos. 

También emitieron en julio un vídeo en el que Barack y Joe comentaban en un salón con distancia de seguridad sobre el gobierno de Trump. Los Obama no faltaron en la atípica y virtual Convención Nacional Demócrata, sin público y con vídeos pregrabados. 

  • Michelle Obama pronunció uno de los pocos discursos de la primera noche que lograron calar entre tanta multipantalla, según coincidieron varias crónicas: «Déjenme ser tan honesta y clara como pueda. Donald Trump es el presidente erróneo para nuestro país. Ha tenido tiempo de sobra para probar que podía hacer el trabajo, pero claramente es difícil de comprender. No está a la altura del momento. Simplemente no puede ser quien necesitamos que sea. Es lo que es».
  • También Barack Obama fue contundente al abandonar su estoicismo inicial, pedir el voto por Biden y hacer una fuerte crítica de Trump en la tercera noche de la convención: “Nunca esperé que mi sucesor aceptara mi visión o continuara con mis políticas. Esperaba, por el bien de nuestro país, que Donald Trump pudiera mostrar algún interés en tomarse el trabajo en serio (…) pero nunca lo hizo”. “Esta administración ha demostrado que derribará nuestra democracia si eso es lo que se necesita para ganar”, añadió.

¿Cuál es el contexto?

De acuerdo con The New York Times, personas cercanas a Obama cuentan cómo en las últimas semanas de mayor acción en la campaña de Biden, el expresidente tiende a supervisar cifras cada noche y seguir las noticias relacionadas con las elecciones del 3 de noviembre a altas horas de la madrugada. Mientras tanto, la ex primera dama volvía a reconocer en su discurso de la convención que no le gusta mucho la política. 

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La relación entre un explosivo Biden y un cerebral Obama está ampliamente documentada, sobre todo en las semanas en las que se cuestionaba la ausencia del expresidente y su falta de apoyo explícito, pese a años de amistad entre ambas familias 

En un extracto en The Washington Post del libro ‘Barack and Joe: The making of an extraordinary partnership, de Steven Levingston, se explica cómo en 2016 Biden amagó con recoger el testigo de la dupla Obama-Biden para presentarse a la Casa Blanca, y fue de alguna forma disuadido por Obama, que respaldó firmemente la candidatura finalmente fallida de Hillary Clinton. 

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¿Qué hay que tener en cuenta?

La reaparición de los Obama en este momento de la campaña no es ajeno al momento que vive Estados Unidos, castigado sin tregua por el coronavirus en un año de profundas tensiones raciales.

  • Michelle Obama recuperó su lema del laureado discurso de 2016: “When they go low, we go high”, que en una traducción libre vendría a significar “cuando se rebajan nosotros nos crecemos”. Solo mencionó una vez a Trump pero urgió a votar en su contra de forma vehemente. Recordemos que su nombre sonó contra su voluntad entre las posibles candidatas a ser compañeras de ‘ticket’ de Biden —el exvicepresidente quería que fuera una mujer negra— y finalmente eligió a Kamala Harris. 
  • Obama no solo atacó a Trump sino que validó a Biden como “un hermano” con el que construyó su legado y remó para sacar a la economía de la crisis financiera, diseñar un sistema sanitario y contener el ébola y la H1N1. Es decir, remarcó la idea de que una posible elección de Biden legitimaría la era Obama y revertiría el daño de 4 años de Trump que percibe la campaña demócrata. “Tiene el carácter y la experiencia para hacernos un mejor país”, dijo Obama sobre su exvicepresidente.
  • La ex primera dama, quien sigue comprometida con la plataforma independiente que reclama el voto When we all vote, comentó a principios de agosto en su podcast que es consciente de que está lidiando “con alguna forma de depresión de bajo grado” en la que puede tener que ver la cuarentena, pero también la lucha racial y la “hipocresía” de la administración Trump.

#Fact

De acuerdo con la encuestadora Gallup, esta fue la aceptación con la que abandonaron los Obama la Presidencia.

  • Barack Obama terminó su administración en enero de 2017 con un 58% de popularidad, por debajo del 62% de George H.W. Bush en 1993 y muy en la línea de la aceptación que obtuvo el también demócrata Bill Clinton, un 57%.
  • Por su parte, Michelle Obama dejó de ser primera dama con una aceptación del 68%, tras el 76% de Laura Bush en 2009 y por encima del 56% de Hillary Clinton en el año 2000.

Y Trump, de acuerdo con la medición más reciente del 17 de agosto, registra una aprobación de su gestión del 42%.

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