La recuperación de la economía española tras la pandemia del COVID-19 no llegará, al menos, hasta finales de 2020. Es una de las principales conclusiones del informe trimestral del Banco de España (BdE) que se ha publicado este miércoles y en el que se rebajan las previsiones de crecimiento para 2021 a entre el 4,1 y el 7,3%.
La institución contempla varios escenarios y desecha el de mayor riesgo porque no prevé un nuevo confinamiento generalizado, aunque no descarta la posibilidad por completo. Te explicamos las principales conclusiones del supervisor.
¿Qué ha cambiado con respecto a junio?
En la previsión de este martes, el Banco de España ha rebajado sus previsiones respecto a las que publicó en junio. En concreto augura un crecimiento de entre el 4,1 y el 7,3% para 2021 (en junio calculaba un crecimiento de entre el 7,7 y el 6,9%), mientras sitúa la contracción para este año en un 10,5 y el 12,6%, unos datos que sí están en línea con los previstos en el informe anterior que oscilaban entre el -9 y el -11,6%.
La diferencia, explica en su nota el regulador, radica en que la economía parecía recuperarse con fuerza en junio, tras la relajación de las medidas de confinamiento para controlar la pandemia de la COVID-19. Sin embargo, de los tres escenarios que el Banco de España preveía entonces ha descartado el de recuperación temprana debido a los rebrotes de COVID-19 y la mala evolución del sector turístico durante el verano.
“Las perspectivas de la economía española están rodeadas de una elevada incertidumbre, ligada fundamentalmente al curso de la pandemia”, explica el documento. Este es el motivo por el que se ha decidido mantener todavía dos escenarios diferentes y cuyas previsiones varían en función de la evolución del virus.
En este sentido, además, el Banco de España considera improbable el peor de todos los escenarios que sería en de un nuevo confinamiento generalizado, aunque no descarta la posibilidad por completo. Además, ninguna de las dos opciones que se plantean contempla el efecto positivo «potencialmente relevante» sobre el PIB que tendrían los fondos europeos de hasta 140.000 millones de euros previstos para España, porque se desconocen los detalles en cuanto a la magnitud, el destino y la distribución temporal de esos recursos.
¿Cuándo alcanzaremos los niveles pre-COVID?
Así, en su informe económico, la entidad centra sus previsiones hasta 2022 en la hipótesis de una recuperación gradual para la que proyecta dos escenarios que dependen de la evolución de los rebrotes y las medidas de contención, después de un tercer trimestre de este año para el que calcula un repunte del PIB de entre el 13 y 16,6%. En esta banda se movería el avance económico de julio a septiembre, tras el hundimiento histórico del 18,5% del segundo trimestre, un repunte que no sirve para recuperar los niveles pre-COVID, ya que en comparación interanual pronostica que la contracción del PIB del tercer trimestre será de entre el 12,3 y el 9,5 %.
Al final de 2022, la entidad calcula que el nivel del PIB se situará unos 2 puntos porcentuales por debajo del nivel previo a la crisis en el escenario uno y será algo más de 6 puntos inferior en el escenario dos.

¿Qué implica una recuperación gradual?
Esta recuperación será, en cualquier caso, y siempre según las últimas previsiones, de forma gradual. Es decir, depende de las medidas adoptadas para la contención de la pandemia y cómo afecten a los diferentes sectores económicos. Así, habrá sectores que mejoren antes que otros sus datos macro y otros que verán más lastrada su recuperación.
El primer escenario contempla la aparición de rebrotes que solo requerirían medidas de contención limitadas geográfica y sectorialmente, con una incidencia mayor en el ocio y la hostelería, mientras que el segundo asume medidas más drásticas, que afectarían a más actividades del sector servicios y limitarían el dinamismo del resto de ramas productivas.
En el escenario uno, el PIB se contraería el 10,5 % en 2020, caída que se ampliaría hasta el 12,6% en el escenario dos, en línea con el 11,6% que la entidad preveía en su escenario central de junio. La recuperación de la segunda mitad de este año ejercería un efecto arrastre positivo sobre el crecimiento del PIB en 2021, que alcanzaría el 7,3% en el primer caso uno y se quedaría en el 4,1% en el segundo, en ambos casos por debajo del 9,1% previsto en junio.
Los avances serán más modestos en 2022, de entre el 1,9% y el 3,3%, cuando en junio la recuperación gradual se situaba en el 2,1%.
¿Se recuperará el empleo?
El informe del Banco de España también arroja conclusiones sobre los datos de empleo y cómo será el avance en los últimos años. En concreto, calcula que el total de horas trabajadas descenderá más que el PIB en 2020, el 11,9% en el escenario uno y el 14,1% en el dos, con la previsión de que al final de 2022 todavía estén por debajo de las que se realizaban antes de la pandemia, entre un 4,5 % y un 8,3 %, respectivamente.
La tasa de paro aumentaría significativamente en 2020, hasta el 17,1% en el escenario uno y hasta el 18,6 % en el dos, y también en 2021, hasta una horquilla entre el 19,4 y 22,1%, para empezar a descender ligeramente en 2022, hasta entre el 18,2 y el 20,2%.
Estas previsiones para el empleo también son peores que las del escenario central de junio, en el que se preveía que el desempleo tocara techo en 2020 y empezara a descender en los dos años siguientes.
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