El presupuesto participativo es un proceso a través del cual la ciudadanía decide de manera directa a qué destinar una parte del presupuesto municipal. Así, ciudadanía y Gobierno valoran y deciden qué obras y servicios se deberían ejecutar con una parte de los recursos públicos locales.
Julio Alguacil, doctor en Sociología y director del Departamento de Análisis Social en la Universidad Carlos III de Madrid, en su publicación Presupuesto Participativo señala su origen en Porto Alegre. En 1989, Olivio Dutra se convierte en el alcalde de la ciudad brasileña con la llegada al poder del Partido de los Trabajadores. Esta formación, tal y como recoge Alguacil, “muestra una clara voluntad por incorporar procedimientos radicalmente democráticos que combinan métodos de participación de carácter deliberativo con la capacidad de decisión de los ciudadanos”.
Así, en Porto Alegre se dan las condiciones que permiten llevar a cabo este sistema, provocando posteriormente que muchos municipios latinoamericanos y europeos lo desarrollen.
Su implantación en España
Desde Newtral.es hemos contactado con Encarna Hernández, directora de la Fundación NovaGob. Hernández señala que lo que caracteriza a esta herramienta de participación es principalmente el carácter vinculante de la decisión que se toma. Es decir, se pone el foco en el compromiso político con el resultado del proceso, el gasto público y la participación individual, a diferencia de otros procesos participativos que se canalizan a través de asociaciones.
Actualmente se realizan presupuestos participativos en todo el mundo. La expansión por Europa comenzó en la década de los 2000. En el caso de España, las primeras experiencias de este proceso se dieron en 2001 en municipios de la provincia de Córdoba. En este sentido, Hernández apunta que estos primeros procesos en España nacieron muy vinculados a las idea de justicia social y redistribución de los recursos públicos originada en Brasil.
¿De qué depende que un municipio tenga presupuestos participativos?
El hecho de que un municipio tenga o no presupuestos participativos depende de dos factores: “Por un lado, la voluntad política (de arriba a abajo) y compromiso con la apertura de las decisiones públicas a la ciudadanía. Por otro lado, si hay una sociedad civil fuerte que empuje el proceso (de abajo a arriba) y se involucre para que tenga mayor impacto”, afirma Hernández.
Por ello, reitera la importancia del compromiso político. Esto se aprecia en las distintas tendencias en el desarrollo de este tipo de procesos en función de los cambios derivados de los procesos electorales. “Hasta 2010 España era puntera en Europa en este sentido. Tras los comicios de 2011 se suceden muchos cambios en las alcaldías, a lo que se añade un contexto de crisis económica. Con ello, caen experiencias hasta entonces emblemáticas como las de Sevilla, Albacete y Getafe”.
Además, destaca la importancia que ha tenido la Ley 57/2003, de 16 de diciembre, de medidas para la modernización del gobierno local, ya que crea un marco legal para el desarrollo de la participación a nivel local.
Madrid, primera vez en cuatro años sin presupuestos participativos
Es el caso de Madrid, los presupuestos participativos del año 2019 —últimos presupuestos publicados— se dotaron de 100 millones de euros. De esta cantidad, 70 millones fueron presupuestados para proyectos localizados en los distritos y 30 millones a proyectos para toda la ciudad de Madrid.
Entre estos proyectos se encuentran algunos como el de repoblación de fauna y flora autóctona en la Casa de Campo y Monte de El Pardo por 21.000 euros. Otro, también vinculado con la naturaleza, abarcaba la impartición de talleres educativos contra el maltrato animal con un presupuesto de 150.000 euros. Igualmente se tratan otros asuntos como el de la instalación de puntos de recarga para vehículos eléctricos. Este proyecto se desarrolló para todos los distritos de Madrid por 1 millón de euros.
Sin embargo, no siempre son llevados a cabo, pues una vez presentados son evaluados por el ayuntamiento, desde donde se valora su viabilidad. De los presentados para Madrid en 2019, 18 han finalizado, 13 permanecen en ejecución, 10 en tramitación y 328 en estudio y análisis.
En cuanto a la normativa, en Madrid se regula a través del Acuerdo de 22 de febrero de 2016 de la Junta de Gobierno de la Ciudad de Madrid, por el que se aprueban las directrices para el desarrollo de los presupuestos participativos a través de la web de Gobierno Abierto. En 2020 no fueron convocados presupuestos participativos por primera vez en cuatro años. No obstante, se han ejecutado algunos proyectos que ya estaban en tramitación de años anteriores.
Fuentes:
- Presupuesto Participativo, Julio Alguacil
- Encarna Hernández, directora de la Fundación NovaGob
- Experiencias y buenas prácticas en presupuesto participativo
- Ley 57/2003, de 16 de diciembre, de medidas para la modernización del gobierno local
- Acuerdo de 22 de febrero de 2016 de la Junta de Gobierno de la Ciudad de Madrid, por el que se aprueban las directrices para el desarrollo de los presupuestos participativos a través de la web de Gobierno Abierto
Pues tomad nota: el año pasado, en Enero de 2020, entró en funcionamiento el SER en la calle donde vivía y salió publicado en los medios que era una petición de la ciudadanía.
En el portal de los presupuestos participativos se podía leer: 3 votos, uno a favor y dos en contra.
El sistema se ha degradado a lo siguiente: la empresa concesionaria hace una propuesta encubierta, que el Ayuntamiento justifica con los presupuestos participativos, gastando como siempre en lo que les da la gana, con la ventaja de poder decir ahora que es lo que quiere el pueblo...