En los últimos 22 años, las prisiones españolas han visto cómo 33 presos se daban a la fuga y desde 2015, 112 más lo intentaron mientras cumplían su condena en régimen abierto, según los datos facilitados por Instituciones Penitenciarias a través de una solicitud de acceso a la información
Todos ellos volvieron a ingresar en prisión ese mismo año. Lo más llamativo es que ha habido ocho años de estas últimas dos décadas en los que no se ha producido ninguna fuga de las cárceles. España tampoco es un país de fugas masivas: en ningún caso han sido más de dos los reclusos evadidos al mismo tiempo.
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