El 28 de mayo, las las elecciones, Aragón, Extremadura, Baleares, la Región de Murcia y la Comunidad Valenciana resaltaban en muchos mapas. Eran los cinco territorios en los que el PP que podrían llegar a gobernar si llegaban a algún tipo de acuerdo con Vox.
La dependencia del partido de ultraderecha no era igual en todos ellos puesto que, mientras en Murcia los populares se quedaron a solo dos diputados de la mayoría absoluta, en Baleares y Extremadura esta distancia se ampliaba a los cinco asientos, a seis en Aragón y a 10 en la Comunidad Valenciana. Con todo, cuando el PP de cada territorio ha iniciado las conversaciones con Vox ha habido un primer cargo que siempre ha sonado desde el principio como moneda de cambio: la presidencia del parlamento autonómico.
La presidencia de los parlamentos en la negociaciones
El valenciano Carlos Mazón, la balear Marga Prohens y la extremeña María Guardiola ofrecieron su apoyo para que un dirigente de Vox se convirtiera en presidente del parlamento autonómico a cambio de que esta formación garantizase su investidura. Además, en el caso de la Comunidad Valenciana, Mazón incluyó en su propuesta la formación de un Gobierno de coalición, un planteamiento que Vox aceptó.
Todo lo contrario ha ocurrido en Extremadura, donde Guardiola se mostró favorable a cerrar un acuerdo programático con los de Abascal y facilitarles una serie de puestos en la Mesa de la Asamblea, pero se negó a darles entrada en el Ejecutivo. Vox rechazó el ofrecimiento y la falta de acuerdo propició que este martes la diputada del PSOE Blanca Martín fuera elegida como presidenta de la cámara.
En Baleares el puesto de presidente del parlamento autonómico lo ha ocupado Gabriel Le Senne gracias al apoyo prestado por el PP de Prohens, con quien Vox cerró un preacuerdo que no termina de concretarse. Eso mismo busca Jorge Azcón en Aragón, que ya ha mantenido algún encuentro con la formación de ultraderecha pero no ha formalizado todavía ningún documento, y también Fernando López Miras en la Región de Murcia. En su caso, sería el segundo intento de aproximación, dado que ya rompieron temporalmente las negociaciones cuando el dirigente popular se negó a cumplir la exigencia de Vox de ocupar la presidencia de la Asamblea de Murcia habiendo obtenido el 17,7% de las papeletas frente al 42,7% del PP.
Funciones del presidente de un parlamento autonómico
Las funciones de los presidentes autonómicos vienen determinadas por los Estatutos de autonomía y los reglamentos de las cámaras territoriales. En primer lugar, esta figura ostenta la “máxima representación” del parlamento regional lo que, por detrás del presidente del Gobierno autonómico, le confiere un lugar preponderante en los actos oficiales. A efectos políticos, es por tanto uno de los principales representantes de la comunidad.
En un plano más funcional, el presidente del parlamento autonómico es quien dirige los debates de la Cámara y asegura el orden en el pleno, una potestad que concede gran protagonismo político en determinados momentos. Sobre todo porque la normativa parlamentaria también le otorga la competencia de “cumplir y hacer cumplir el Reglamento”, interpretarlo “en caso de duda” y suplirlo “en los de omisión”. Así, es el presidente el que tiene que valorar cuándo llama al orden a un diputado durante una sesión o si los motivos que alega para intervenir a pesar de no contar con el uso de la palabra son suficientemente contundentes, por ejemplo.
Hay otras cuestiones en las que esta figura mantiene el liderazgo, pero solo formalmente, pues se convierte en una mera ejecutora de lo que dicta el Reglamento. Por norma general, es el caso de la elaboración del orden del día, que se redacta bajo la responsabilidad de la presidencia pero que viene determinado por las formaciones de la cámara.
Su papel en la investiduras: ronda de consultas y propuesta del candidato
Los reglamentos de los parlamentos de Aragón, Comunidad Valenciana, Extremadura y Baleares coinciden a la hora de situar al presidente de la cámara autonómica un papel protagonista en la investidura del próximo jefe del Ejecutivo regional.
El proceso arranca con la ronda de consultas que realiza con los representantes de los grupos parlamentarios y, al menos por parte de la presidencia, termina con la propuesta del candidato que se enfrentará al examen del pleno y la convocatoria de esta sesión. El tiempo en el que puede realizar todo ello es lo que varía según la comunidad.
- Comunidad Valenciana. Después de la constitución de Les Corts, los partidos tienen 12 días para presentar ante la Mesa a sus candidatos. Transcurrido este plazo y “previa consulta a los grupos políticos con representación parlamentaria”, la presidencia fija la fecha del pleno de investidura “entre los tres y los siete días siguientes “proponiendo como candidato o candidata a aquel que en las consultas realizadas haya obtenido mayor apoyo”.
- Extremadura. 15 días después de la primera sesión del Parlamento el presidente de la cámara propondrá a un candidato a la investidura después de haberse reunido con los representantes de los grupos parlamentarios. El Reglamento en este punto impone una condición adicional al aspirante: debe ser presentado, como mínimo, por una cuarta parte de los diputados.
- Baleares. Se repiten los plazos de Extremadura. El presidente tiene 15 días desde la sesión constitutiva para proponer un candidato a la investidura, habiendo tenido que hablar antes con los portavoces de los partidos con representación en el parlamento balear.
- Aragón. De las cuatro comunidades, es la que contempla unos plazos más cortos: en un máximo de 10 días tras la constitución de las Cortes, la presidencia de la cámara tendrá que proponer un candidato a la investidura “previa consulta con las fuerzas políticas con representación parlamentaria”.
siendo VOX solo pueden hacer cosas buenas para los españoles